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viernes, 31 enero 2025
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Catástrofe inminente: Naufragando en la mediocridad

Por Joan Segovia, corresponsal en España

El cine catástrofe ha explorado todo tipo de escenarios extremos, desde tornados asesinos hasta terremotos apocalípticos. Catástrofe Inminente (Survivre, 2024), dirigida por Frédéric Jardin, nos lleva a un desastre ecológico de proporciones inquietantes. Sin embargo, lo que podría haber sido un thriller de supervivencia angustiante se ve afectado por decisiones narrativas cuestionables, actuaciones irregulares y una falta de tensión que la aleja de su potencial.

La trama es simple: la inversión de los polos magnéticos del planeta ha retirado el agua de los mares dejando a una familia, que disfrutaba de unas vacaciones en su yate, perdida en medio del desierto de lo que antes era el océano Atlántico. Poco tardarán en entender que el mar está volviendo a su lugar de origen y corren peligro de ser arrollados por una ola monstruosa si no encuentran un lugar seguro al que huir. La idea en sí no está mal para una historia de catástrofes, pero lástima de la ejecución.

Uno de los principales problemas de la película radica en su elenco, encabezado por Émilie Dequenne, Simon Rérolle y Lisa Delamar. A pesar de la gravedad de la situación en la que se encuentran, sus interpretaciones carecen de la intensidad necesaria para transmitir angustia o desesperación. La dinámica entre ellos tampoco logra consolidarse, lo que dificulta que nos involucremos emocionalmente con su lucha por sobrevivir. El único con una actuación decente es Andreas Pietschmann, aunque tampoco es nada del otro mundo.

En varios momentos cruciales, las reacciones de los personajes resultan inexplicables. Las decisiones que toman no siempre parecen las más lógicas para alguien en una situación límite, lo que debilita el realismo de la historia y la credibilidad de sus motivaciones. La falta de urgencia en muchas escenas de peligro le resta peso a la amenaza constante que el relato debería sostener. Le veremos bebiendo de aguas contaminadas, andando días sin racionar el agua ni la comida o sin ni siquiera taparse la cabeza del sol implacable. Sin duda, los personajes con menos espíritu de supervivencia que he visto en una película de este género.

Si bien la premisa de Catástrofe Inminente es atractiva, una catástrofe climática que deja varada a una familia en un paisaje desolado, la ejecución no logra exprimir al máximo el potencial de su ambientación. Los escenarios tienen fuerza visual, aunque se nota que está grabada en un desierto y no en el fondo de un mar vacío de agua, con imágenes impactantes de barcos encallados y charcos con peces muertos, pero la película no consigue trasladar ese desasosiego al espectador. La tensión, que debería ser el motor del relato, se diluye con un ritmo desigual y situaciones que no terminan de explotar dramáticamente.

En varias ocasiones, la película intenta tomar un mensaje ecologista que no termina de hacerse el hueco deseado. Solo veremos dos montones de arena llenos de sillas de plástico o de botellas vacías, mientras el resto del desierto está limpio de residuos, en todo el largometraje. La falta de continuidad de estos en el decorado hace que no se consiga trasladar correctamente el concepto de la contaminación marina como quieren dar a entender. Un elemento más desaprovechado, pues el uso de los desechos y los plásticos para la supervivencia es un recurso altamente utilizado, como se ha podido ver en variedad de películas, como en Náufrago (Cast Away, 2000), por ejemplo.

A nivel técnico, la dirección de Frédéric Jardin y la fotografía de Pierre Aïm consiguen algunos momentos interesantes, y la música de Nicolas Errèra trata de reforzar la atmósfera de peligro. Sin embargo, la falta de una construcción efectiva del suspense impide que estos elementos brillen con la intensidad que deberían.

Catástrofe Inminente tenía los ingredientes para ser una propuesta interesante dentro del cine catástrofe, pero se queda lejos de ello. Las ideas están ahí, el escenario es propicio y la amenaza es interesante, pero la ejecución falla en aspectos clave como la dirección de los actores y la construcción de la tensión. No es un desastre absoluto, pero tampoco logra destacar dentro del género. Es una película que se deja ver, pero que difícilmente estará en el top de tus favoritas.

Título: Catástrofe inminente.
Título original: Survivre.
Dirección: Frédéric Jardin.
Intérpretes: Émilie Dequenne, Andreas Pietschmann, Lisa Delamar, Lucas Ebel, Arben Bajraktaraj, Olivier Ho Hio Hen y Simon Rérolle.
Género: Thriller, Ciencia ficción.
Calificación: Apta para mayores de 13 años. Duración: 90 minutos. Origen: Francia/ Bélgica.
Año de realización: 2024.
Distribuidora: Magnífico Films.
Fecha de estreno: 30/01/2025.

Puntaje: 4 (cuatro)

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