Por Iara Reboredo
Capitán América: Un Nuevo Mundo se presenta como el inicio de una nueva era para el personaje, con Sam Wilson (Anthony Mackie) tomando el escudo de quien ha sido un pilar dentro del Universo Cinematográfico de Marvel. A pesar de las buenas intenciones y el potencial en la trama, Un Nuevo Mundo no logra ofrecer la misma emoción que sus antecesoras.
En primer lugar, hablando como seguidora del U.C.M, es innegable que el peso del nombre, y del personaje en sí, es difícil de sobrellevar. Fuera de haberlo visto en proyectos anteriores, y de haber tenido su propia serie (Falcon y el Soldado del Invierno), Sam Wilson aún no logra calzar en este rol; lo cual no es malo, sino que es diferente. La película dedica mucho tiempo a recordarnos, de manera bastante obvia y repetitiva, que Sam no es Steve Rogers, el legítimo Capitán América, y que aún tiene mucho que demostrar. Este enfoque, que al principio parece necesario, acaba restándole credibilidad al personaje y, en vez de empoderarlo, lo limita a un papel secundario frente a la enorme figura de Rogers. La película parece más un intento de “justificación” que una forma de lucir al nuevo Capitán.
Nuevamente, se presentan personajes que, en algún momento, serán utilizados para referencias, y algunos otros son parte de los que ya vimos en la serie que mencioné antes. ¿Podrían ver esta película sin ver nada de lo que pasó antes? No estoy segura. Estamos en un punto sin retorno, donde cada detalle se involucra dentro de los nuevos proyectos, y hechos ocurridos en una película de hace 10 años puede resonar en el futuro. Marvel saca películas taquilleras, como el año pasado lo fue Deadpool & Wolverine, y otras veces lanza proyectos destinados a aquellos que solo quieran cumplir y seguir el hilo de la saga… esta película entra en la segunda categoría.
Lo que termina siendo el núcleo de la historia no es una acción desmedida, ni una evolución heroica, sino más bien un cierre de tramas y cuestiones previas. El guion, que deja mucho que desear, hace referencia a eventos pasados, algo que ya estamos acostumbrados a ver dentro de Marvel, pero, en este caso, se entrelazan con el claro objetivo de que el público no “juzgue” al nuevo Capitán América, una forma poco sutil de aludir a todas las críticas y dudas que trajo esta nueva fase de Sam Wilson. Esta película se preocupa más por cimentar una base sólida para el futuro del personaje que por ofrecer una película realmente nueva y emocionante en su propia esencia; aunque es difícil innovar dentro del cine de superhéroes, y Marvel últimamente estuvo teniendo más fallos que aciertos, no creo que sea un proyecto que al menos lo intente, se siente básica.
La trama, presentada como una película clásica de secuencia de acción y conspiraciones internacionales, se desploma en una historia más cercana al drama político; se transforma en una intrincada red de intereses gubernamentales, traiciones y juegos de poder, con Harrison Ford (en el papel de Thaddeus Ross) completamente desaprovechado. Aunque su presencia está pensada para ser clave en el desarrollo, su papel acaba siendo más ambiguo y simple, sin llegar a ser el villano que se sugiere en un principio, y en todo tráiler presentado.
Además, no puedo dejar de pensar en un detalle, y es que Un Nuevo Mundo es un reflejo de Capitán América: Civil War. Quizá sea cosa mía, pero la película parece reciclar muchas de las dinámicas y dilemas de esa entrega, lo cual, lejos de ser un homenaje o una evolución de la historia, se siente como un desfase innecesario. La película no aporta nada nuevo en términos de conflictos políticos o personales que no hayamos visto antes.
Por otro lado, aunque las secuencias de acción y peleas mantienen un nivel aceptable, no puedo dejar de destacar que los efectos visuales en algunas de ellas se veían mal, flojos, comparados con otros proyectos. Es evidente que el espectáculo visual sigue siendo parte esencial de la franquicia, y acá parece un descenso en la calidad. Estéticamente, es de las que menos me gustaron dentro de esta franquicia.
Si bien esta entrega no me sorprende en lo más mínimo y tiene cosas sin sentido alguno, sí existen algunas escenas en particular que me alegró ver, que no es nada nuevo, pero rescató el interés que me quedaba. Y tengo que destacar el hecho de que no se me hizo muy larga, a pesar de durar poco menos de 2 horas, creo que pasan rápido y el dinamismo de las escenas ayuda a que la historia avance. También es importante mencionar que contiene una escena post créditos al final de la película.
Capitán América: Un Nuevo Mundo es una película que, aunque intenta dar un giro en la saga, no logra ofrecer una experiencia tan envolvente ni tan grandiosa como sus antecesoras. El personaje de Sam Wilson todavía tiene mucho para lucirse, pero esta película no es el lugar perfecto para hacerlo. Me limito a creer que este año Marvel va a lanzar proyectos fuertes, que prometen mucho más que esta película, ya que lo que se nos presenta es más un paso intermedio que una película sólida, y aunque tiene buenos momentos de acción, los giros narrativos y el enfoque no hacen justicia a lo que se podría haber logrado. Claro está que los fans de la franquicia no podemos perdernos este estreno, pero verlo sin estar metido en el universo sería una decisión bastante interesante.
Título: Capitán América: Un nuevo mundo. Título original: Captain America: Brave New World. Dirección: Julius Onah. Intérpretes: Anthony Mackie, Danny Ramirez, Shira Haas, Carl Lumbly, Xosha Roquemore, Jóhannes Haukur Jóhannesson, Liv Tyler, Giancarlo Esposito, Tim Blake Nelson y Harrison Ford. Género: Basado en cómic, Acción, Thriller. Calificación: Apta mayores de 13 años. Duración: 120 minutos. Origen: EE.UU. Año de realización: 2025. Distribuidora: Buena Vista – Disney. Fecha de estreno: 13/02/2025.
Puntaje: 4 (cuatro)