Por Iara Reboredo
Implacable, propone un giro interesante al mezclar el género de acción con elementos de drama introspectivo. La película sigue a un gánster curtido, interpretado por Liam Neeson, quien lucha con la pérdida de memoria mientras intenta redimirse antes de que sea demasiado tarde. A pesar de su premisa intrigante, la película peca de ser un tanto predecible y se desvía de la acción intensa que muchos esperarían para adentrarse en el terreno de lo emocional.
A lo largo de la película, es evidente que la intención es mostrar al protagonista en su faceta más humana, tratando de reconciliarse con su hija y lidiar con las sombras de su pasado criminal. No obstante, el enfoque dramático se siente pesado en ciertos momentos, haciendo que la película pierda ritmo, especialmente cuando se compara con las expectativas del género. Las escenas de acción, que, en teoría, eran el epicentro de la trama, son flojas y carecen de la fuerza habitual que Neeson ha demostrado en otras películas, lo que hace que los momentos de violencia se perciban como una carga más que un aporte al desarrollo de la historia.
Un aspecto curioso es la inclusión del tema central: la pérdida de memoria del protagonista. Lo que podría haber sido una gran oportunidad para profundizar en el personaje de Neeson, terminan siendo una serie de alusiones que no terminan de encajar bien dentro de la trama. En lugar de favorecer la narrativa, se sienten más como un intento forzado, que tampoco se amolda mucho a la estética de la película. Aunque esta intenta mostrar la fragilidad de la mente humana, no logra integrar de manera convincente esta subtrama en el resto del relato, dejando muchos hilos sueltos.
Si bien Implacable avanza de manera fluida, la previsibilidad de la trama es otro de sus puntos débiles. Los giros de la historia son bastante esperables, pero esto no impide que la película mantenga cierto interés, y creo que eso recae en la exploración de la redención y la culpa que carga nuestro protagonista. Liam Neeson, como siempre, ofrece una interpretación sólida, pero su presencia se ve empañada por la falta de un guion que respalde adecuadamente su chispa.
Honestamente, creo que el elenco estuvo a la altura de lo que exigía la película, podría llegar a destacar la breve aparición de Ron Pearlman, otra figura que intenta acoplarse a lo que fue el proyecto. La película no logra salvarse, aunque creo que fue un problema de ejecución más que de trama. El guion es sencillo, sin muchas vueltas, y bastante superficial a la hora de tratar los problemas de memoria; más allá de que los intérpretes estuvieron bien elegidos para sus roles, el conjunto no logra impresionar debido a que la película nunca llega a sentirse como una gran producción. El diseño, desde lo más básico dentro de la fotografía hasta el complemento de sonido, no tiene la fuerza o el impacto visual que se esperaría de un “thriller” de este tipo, lo que hace que el resultado final se quede corto frente a las expectativas de lo que pudo haber sido.
Implacable es una película que parece no saber si quiere ser un thriller de acción o un drama de redención… o ambas. A pesar de sus esfuerzos por ofrecer una narrativa más profunda, se pierde en elementos innecesarios y una ejecución que no termina de conectar. Para quienes busquen más adrenalina y giros inesperados, puede que se sientan decepcionados, la falta de equilibrio entre ambos mundos hace que la película no cumpla del todo su potencial. Y, no está demás aclarar, que no es una secuela de Búsqueda Implacable (es un detalle que muchos asumieron al entrar a la sala).
Título: Implacable.
Título original: Absolution.
Dirección: Hans Petter Moland.
Intérpretes: Liam Neeson, Ron Perlman, Frankie Shaw, Daniel Diemer, Yolonda Ross, Michael Giannone, Levon Panek y Marilyn Swick.
Género: Drama, Thriller, Acción.
Calificación: pendiente.
Duración: 112 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2024.
Distribuidora: Imagem Films.
Fecha de estreno: 20/02/2025.
Puntaje: 3 (tres)
