Novocaine: Sin dolor: Una de esas gratas sorpresas que aparecen cada tanto

Por Migue Calabria

Fresca, ágil y tremendamente entretenida, la cinta dirigida por Dan Berk y Robert Olsen, combina elementos de comedia negra, thriller y acción en una historia que funciona gracias a un guion inteligente y una dirección que entiende perfectamente los códigos del género.

Jack Quaid, en su primer protagónico absoluto en una producción de este calibre, demuestra una vez más su carisma y versatilidad, entregando una actuación magnética que eleva por completo la propuesta.

Desde el punto de vista narrativo, la película se sostiene sobre una premisa ingeniosa: un hombre con una condición genética que lo hace completamente insensible al dolor se ve envuelto en una situación límite cuando su compañera de trabajo es secuestrada en medio de un asalto bancario. Lo que podría haberse quedado en un simple gag de comedia física, termina transformándose en un relato de supervivencia con giros inesperados y un desarrollo de personaje sólido. El guion de Lars E. Jacobson se apoya en una estructura clásica de cine de acción, pero con diálogos afilados y un timing cómico preciso que le dan a la historia un ritmo vibrante.

Visualmente, la cinta destaca por una dirección de fotografía, a cargo de Jacques Jouffret, que aprovecha contrastes marcados y encuadres dinámicos para reforzar tanto la tensión como la comedia. Jouffret construye una atmósfera que remite a ciertos clásicos del cine de acción de los 90, con colores saturados y un gran uso de la iluminación en los momentos de mayor frenesí. La puesta en escena es funcional y efectiva, evitando el exceso de artificios y dejando que las actuaciones y la edición de Christian Wagner hagan el trabajo de sostener el ritmo. La música de Lorne Balfe y Andrew Kawczynski aporta una capa adicional de energía, con una partitura que combina sintetizadores vibrantes y percusiones intensas para acompañar los momentos de mayor adrenalina.

Pero si hay algo que realmente convierte a la película en una experiencia disfrutable, es la actuación de Quaid. Su interpretación de Nathan Caine tiene esa combinación perfecta de torpeza y carisma que hace que empaticemos con él completamente. Es un rol que ya conoce, en línea de lo que ya hizo en las primeras temporadas de The Boys (Amazon prime, 2019 a la actualidad), pero con un rango de matices más amplio. Su capacidad para transitar entre la inseguridad y la determinación sin perder el tono de la comedia es clave para que la película nunca se sienta forzada o artificial. Amber Midthunder (Depredador: La Presa), como Sherry, compañera de trabajo e interés amoroso, también aporta una buena cuota de química, evitando que su personaje caiga en el arquetipo de la “damisela en apuros”.

Otro aspecto destacable es el manejo de la acción. A diferencia de muchas producciones actuales que abusan del CGI y los cortes excesivos, la cinta apuesta por un estilo más físico y tangible, con coreografías bien trabajadas y una planificación que permite que las secuencias de pelea sean claras y dinámicas. Hay momentos en los que la violencia roza lo caricaturesco, pero siempre dentro del tono humorístico que propone el universo de la película. Esto demuestra que el cine de entretenimiento puede ser inteligente sin perder su esencia, siempre de la mano de un guion bien estructurado, una dirección efectiva y una actuación estelar. No es una obra maestra ni pretende serlo, pero sí es una de las experiencias más divertidas que el cine ha ofrecido en lo que va del año.

Título: Novocaine: Sin dolor.
Título original: Novocaine.
Dirección: Dan Berk y Robert Olsen.
Intérpretes: Jack Quaid, Amber Midthunder, Ray Nicholson, Betty Gabriel, Matt Walsh, Lou Beatty Jr., Evan Hengst, Conrad Kemp y Jacob Batalon.
Género: Acción, Comedia negra, Drama.
Calificación: P/ mayores de 16 años.
Duración: 110 minutos.
Origen: EE.UU./ Canadá/ Sudáfrica.
Año de realización: 2025.
Distribuidora: UIP.
Fecha de estreno: 13/03/2025.

Puntaje: 9 (nueve)