Por Francisco Nieto, corresponsal en España
Si lo tuyo son las tramas de venganza a lo bestia sin duda te lo vas a pasar en grande viendo esta película. Aquí no se cortan un pelo y van al lío desde el primer fotograma. Y cuanto más severo sea el castigo que se le infrinja a los villanos, mejor que mejor. Las escenas de acción brutal se suceden a velocidad de vértigo, y los muertos se cuentan a puñados.
Sería de ilusos hablar de hilo argumental, porque el ochenta por ciento del metraje es pura acción. A la mínima que parece que se van a engarzar dos o tres diálogos enseguida se dejan de historias y se ponen manos a la obra. La sinopsis quedaría así: un hombre se venga de una banda de mafiosos que asesina a su familia. Como se puede comprobar no es que el tema sea precisamente un alarde de originalidad.
La gracia del asunto estriba sin lugar a dudas en la naturaleza violenta de los asesinatos. No existen las cortapisas y lo de la violencia extrema se nos va a quedar bastante corto. No hay que asustarse. Todo está coreografiado y el salpicón sanguinolento entra dentro de los márgenes de la permisividad. Por supuesto, la crítica sesuda se ha ensañado y de qué manera con la película, pero ya les digo que es disfrutable a más no poder. Claro, si le buscas la quinta pata al gato se verá que la cosa no tiene ni pie ni cabeza.
El héroe se asemeja más a un superhéroe, inmune a todo lo que se le viene encima que no es poco, siendo un auténtico milagro que se mantenga con vida tanto rato recibiendo la cantidad de disparos, cuchilladas, patadas, escupitajos y demás escarnios que se le puedan proferir. Y ahí está el buen hombre intentando remendar el desaguisado que le ha dejado sin prole y atizando a diestro y siniestro porque se le ha puesto entre ceja y ceja que no ha de quedar ni uno solo de los malvados en pie, aunque para ello tenga que derramar hasta la última gota de sangre.
Existen momentos que nos van a recordar a otro clásico reivindicable de la acción bárbara como lo es la cinta de Indonesia La redada (Gareth Evans, 2011). Las reyertas comienzan en el sótano y van subiendo pisos a la par que el salvajismo va “in crescendo”, al igual que sucedía en el edificio del film al que hacíamos referencia. Algunos espectadores que no están muy duchos en la materia establecen la comparación rápida de Ciudad de los Demonios con la saga de John Wick, pero allí la violencia no alcanza el grado de paroxismo que aquí se puede observar.
Además, el personaje al que da vida Keanu Reeves tiene cierta dosis de vulnerabilidad que al protagonista de este estreno japonés de Netflix no se le ve ni por asomo. Véanla y comprobarán de lo que estamos hablando. Sin embargo, a pesar de su naturaleza fantasiosa (nunca se explica por qué el héroe Sakata pudo sanar repentinamente), se puede optar por creer que su fuerza proviene de la ira que sentía por la muerte de su familia y que su mente simplemente se apoderó de su cuerpo para lograr lo imposible. Y ya está, que tampoco hay que darle tantas vueltas al asunto.
Tôma Ikuta, quien ya tiene un largo recorrido como actor que ha lidiado en películas de esta misma índole, es ideal para el papel de justiciero gracias a su mirada fría e intimidante y, por supuesto, su capacidad para actuar en las cuantiosas escenas de lucha. Además de Matsuya Onoe, un clásico en este tipo de producciones y de las series dramáticas coreanas, creo que Masahiro Higashide también compone un personaje creíble. Además de los nombres mencionados, encontramos algunos actores en roles secundarios como Takuma Otoo (de la serie Kamen Rider Black Sun, etc.) como el detective Takigawa, Mai Kiryu (de la serie The Land of Tanabata, etc.) como Aoi, la esposa de Sakata, y Ami Tôma (de la serie Ooku, etc.) La película está basada en un manga de Masamichi Kawabe y ha sido dirigida por Seiji Tanaka (Melancholic), quien también firma el guion.
En definitiva, Oni-Goroshi satisfará al público que busque acción sangrienta centrada en la venganza, aunque el tramo final pueda llegar a ser algo tedioso y reiterativo. Creo que deberían haberla terminado con la escena en el edificio del alcalde en lugar de extenderla con escenas adicionales que parecen querer explicar demasiado y además coquetean con el hecho de que exista una continuación. Así que, si solo estás aquí por la acción, deberías disfrutarla de principio a fin, pero si buscas algo más profundo o significativo, no creo que aquí lo vayas a encontrar. Tú decides.
Título: Oni-Goroshi: Ciudad de los demonios.
Título original: Oni Goroshi.
Dirección: Seiji Tanaka.
Intérpretes: Tôma Ikuta, Masahiro Higashide, Miou Tanaka, Ami Tôma, Mai Kiryu, Takuma Otoo, Matsuya Onoe, Tarô Suruga y Miou Tanaka.
Género: Basado en manga, Acción, Crimen, Thriller.
Calificación: Para mayores de 16 años.
Duración: 107 minutos.
Origen: Japón.
Año de realización: 2025.
Plataforma: Netflix.
Fecha de estreno: 27/02/2025.
Puntaje: 7 (siete)
