Por Juan Alfonso Samaja
*Se advierte al lector que la crítica contiene spoilers
George, un extraordinario espía de élite, está abocado a identificar a un traidor en la agencia, quien parece haber facilitado la venta de secretos de inteligencia a un grupo de líderes rusos. Los primeros sospechosos que debe indagar es su grupo más cercano, esto también incluye a su esposa Kathryn que trabaja como espía en la misma agencia. Esta red de desconfianza y traición parece poner en juego la lealtad del matrimonio.
Crítica
El argumento inicia con George (Michael Fassbender) recibiendo la información de un informante o detective, quien entrega una lista de sospechosos de un acto de traición, entre los cuales se encuentran dos parejas de compañeros de la agencia, y hasta su propia esposa, Kathryn (Cate Blanchett). Esa misma noche George ha organizado una cena en su casa, colocando en la comida una potente droga para desinhibirlos, con el objeto de analizar sus comportamientos.
Desde las primeras escenas el director Steven Soderbergh (cuyo filme previo Presencia se encuentra aún en cartelera) sienta un precedente de la relación particular de la pareja protagónica: muestra a George subiendo a la habitación mientras su esposa, de espaldas, se viste para la cena que han organizado. George observa en silencio el cuerpo de su mujer, pero lo que aparenta ser una actitud voyeurística se trastoca de inmediato cuando Kathryn le dice que es capaz de darse cuenta, aun de espaldas, cuando su marido la está observando. Esta atención permanente que tiene uno sobre el otro será una constante en la trama, y el principal elemento que aprovechará el corrupto Stieglitz (Pierce Brosnan) para minar su confianza e inculparlos en un acto de traición. Algunas escenas más adelante, Clarissa (Marisa Abela), siempre curiosa de la dinámica de pareja entre George y Kathryn, preguntará cuál es el secreto para seguir juntos, a lo cual George responde que la observa todo el tiempo, y da por sentado que ella lo observa también a él, y que no hay nada que él no haga por su esposa.
El trío de parejas se completa con la relación tóxica que conforman Freddie (Tom Burke) y Clarissa (un infiel y alcohólico empedernido, y una muchacha neurótica y conflictuada por un padre abandónico) y la pareja más reciente de Zoe (Naomie Harris) y James (Regé-Jean Page); ella psicóloga de la agencia, él, un doble agente que está operando en secreto, junto a Stieglitz, en el intento de inculpar a George en un hecho grave de traición.
El director nos ofrece una experiencia inusual: una película de espías e intriga donde el protagonismo no lo tiene la acción, las persecuciones, los tiros ni los efectos, sino la historia, los personajes y los diálogos. Un relato que avanza por medio de situaciones tensas en espacios cerrados, donde se libera y se evidencia un territorio psicológico minado por la desconfianza. El clima del argumento es sobrio, sin ampulosidades ni grandes pretensiones monumentales, ni en el espacio ni en el tiempo, ostentando una perfecta duración de 93 minutos, donde no hay escenas de más, ni secuencias dilatadas de acciones. Sólo historia, diálogo y personajes. Una maravilla de solidez argumental, apoyada en las actuaciones precisas y lacónicas de sus actores protagonistas.
Título: Código negro. Título original: Black Bag. Dirección: Steven Soderbergh. Intérpretes: Michael Fassbender, Cate Blanchett, Pierce Brosnan, Gustaf Skarsgård, Tom Burke, Marisa Abela, Naomie Harris y Regé-Jean Page. Género: Espionaje, Thriller, Drama. Calificación: AM13 años. Duración: 93 minutos. Origen: EE.UU. Año de realización: 2025. Distribuidora: UIP. Fecha de estreno: 27/03/2025.
Puntaje: 10 (diez)