Por Francisco Nieto, corresponsal en España
Había muchas ganas de ver lo nuevo del director de Invasión zombie (Train to Busan para el mercado español), aquella fantástica película de zombis que entusiasmó a público y crítica y que tuvo una continuación postrera, Península, que no tuvo tanta repercusión. Si bien Yeon Sang-ho había mostrado cierto bajón en sus últimas producciones, la mayoría destinadas a estrenarse en Netflix, caso de la fallida película Jung-E y las series Rumbo al infierno; Parasyte: los grises y El legado, todo hacía presagiar que esta Revelación iba a suponer el resurgir de un cineasta que ha demostrado con creces ser uno de los grandes de la nueva ola de cine coreano.
Pues por desgracia no ha sido así. El hombre le pone intención, y la factura de lo filmado es impecable, pues el oficio no se pierde así como así, pero el resultado final dista bastante de acercarse a sus logros anteriores. La inverosimilitud de un guion que se esfuerza por ser sorpresivo pero que retuerce tanto las situaciones que acaba por ahogarse en su afán efectista pesa demasiado a lo largo de todo el metraje. El punto de partida no está para nada bien hilvanado, y cualquier espectador que haya prestado un poco de atención a los detalles que desembocan la colección de tragedias a las que vamos a asistir enseguida se dará cuenta de lo ilógico del planteamiento inicial, con una serie de decisiones que desencadenarán el conflicto principal pero que a poco que se piensen no tienen ni pies ni cabeza.
Así en formato de thriller oscuro que tiene más de drama que de terror la peripecia comienza con una chica que camina nerviosa hacia su iglesia mientras un hombre siniestro la acecha. Sin saber que el hombre es un acosador, el pastor Min-chan (Ryu Jun-yeol) anima al desconocido a unirse a su iglesia. Pero cuando Min-chan descubre que el hombre es un ex convicto llamado Yang-rae (Shin Min-jae), una desafortunada serie de acontecimientos cambia no solo sus vidas, sino también la del detective Yeon-hee (Shin Hyun-been), quien ha estado siguiendo a Yang-rae por motivos personales y profesionales.
A partir de este detonante se desarrollan una serie de escenarios efectistas donde el trío protagonista: el criminal, el pastor y la investigadora, van interaccionando unos con otros en un “in crescendo” agresivo a la par que histérico. Violencia, abuso, manía religiosa y trastorno de estrés postraumático (TEPT) son algunos de los temas centrales que Revelación explora a lo largo de sus dos horas de duración. Es curioso como el título en castellano alude a una sola revelación y el título internacional (Revelations) se refiera a más de un descubrimiento. Aquí intentaremos no “revelar” más de lo necesario y dejaremos a juicio del lector-espectador si un título es más adecuado que el otro.
De los tres personajes preponderantes de la trama, el que más tiempo ocupa en pantalla es el del pastor Min-chan, interpretado por Ryu Jun-yeol. En su primera escena, parece un hombre de Dios bondadoso y benévolo, pero a medida que avanza la película, se transforma de forma aterradora en un fanático religioso maníaco que sufre de pareidolia, un trastorno en el que una persona percibe significados visuales más profundos en su entorno. Este tipo de desorden psicológico permite que veamos las imágenes más impactantes de todo el film, y ahí sí que es verdad que el director se luce de lo lindo, y seguramente si se hubiera estrenado en cines la espectacularidad de esos instantes de zozobra y confusión hubieran resultado aún más impactantes.
De los otros dos protagonistas sabemos de su antigua conexión gracias a breves flashbacks que se van intercalando, con homenaje al korean horror incluido en la figura de la hermana muerta. Estas pinceladas del pasado habrían necesitado seguramente más tiempo en pantalla para ayudar a los espectadores a establecer una conexión más fuerte con el personaje de la detective, especialmente porque cobra protagonismo a medida que se acerca el clímax final. Tanto el pastor como la detective detestan al ex convicto, pero sus creencias difieren enormemente. Para el pastor, éste representa al “hijo de Satanás”, mientras que para la mujer policía, es simplemente un criminal que debería haber permanecido en prisión.
Y llegamos exhaustos al final: dramático, convencional y demasiado predecible. Nuevamente la situación que da pie a este final anunciado es del todo increíble. No la vamos a contar, pero digamos que viene impuesta por “esas casualidades de la vida”. Pero no cuela. Igual por la premura de la entrega del proyecto a la plataforma o porque igual no daban más de sí, pero no hubiera venido nada mal que le hubieran dado alguna que otra vuelta más al libreto, y no tirar por el camino más sencillo. De todas maneras, a los que amamos este tipo de thrillers llegados de Corea, no nos va a suponer ningún problema que redunden sobre lo trillado, ya que lo único que nos importa es que los perturbados acaben ajusticiados de la forma más bestia posible, y que los héroes o heroínas lo pasen tan mal que incluso lleguemos a dudar de si lo van a poder contar.
Si te gustan los thrillers con personajes moralmente ambiguos y algo de drama religioso, la disfrutarás, aunque os vamos a dar un par de títulos coreanos más de temática similar que, si no los habéis visto, os van a hacer disfrutar mucho más que estas Revelaciones que se quedan en tierra de nadie: Simpathy for Lady Vengeance (Park Chan-wook, 2005) y la más reciente Exhuma (Jang Jae-hyun, 2024).
Título: Revelación.
Título original: Gyesirok (tcc Revelations).
Dirección: Sang-ho Yeon.
Intérpretes: Ryu Jun-yeol, Shin Hyun-bin, Shin Min-jae, Han Ji-Hyun, Kim Bo-Min, Kim Do-young y Moon Joo-yeon.
Género: Thriller, Crimen, Drama, Misterio.
Calificación: AM13 años.
Duración: 122 minutos.
Origen: Corea del Sur.
Año de realización: 2025.
Plataforma: Netflix.
Fecha de estreno: 21/03/2025.
Puntaje: 5 (cinco)
