Típico producto Disney: aventuras, naturaleza agreste, ocho perros siberianos hiper queribles (el noveno es Paul Walker pero a él no lo queremos tanto) y el habitual e insufrible lastre del doblaje que ya viene incorporado al paquete con la razonable excusa de que los niños pequeños no pueden leer los subtítulos (y muchos grandes tampoco, lamento reconocerlo).
Algunos de los simpáticos protagonistas de la vilipendiada Frío de perros vuelven a la carga con todo en la nueva película de Frank Marshall, el ex socio de Steven Spielberg. La experiencia de filmar en locaciones de extrema crudeza climática ya fue aprehendida por el mismo realizador con su valioso filme de 1993 Viven (la recordada historia de los rugbiers uruguayos que sobrevivieron a un accidente de aviación), por lo que deduzco que Marshall no debe sufrir problemas de circulación. Porque Rescate en la Antártida, en más de un sentido, te deja helado.
Rodada en gélidos paisajes de Groenlandia y Noruega, que simulan el territorio antártico, la producción está inspirada en el filme japonés Nankyoku monogatari (1983) cuyo argumento ponía de relieve el estrecho vínculo creado entre dos científicos y los perros que impulsan su trineo.
Abandonados a su suerte por las circunstancias -una desgracia que afecta al Dr. Davis
McLaren (Bruce Greenwood) y una tormenta imposible de tolerar por cualquier ser humano obliga al personal de una base estadounidense a evacuar las instalaciones- los ocho siberianos del guía Jerry Shepherd (Paul Walker) soportan temperaturas espantosas y una hambruna feroz durante los impiadosos meses del invierno mientras aguardan que el buenazo de su amo regrese a buscarlos. Lo cual -anunciado como está desde el título- va a suceder porque sino no habría película. Y tampoco hay que ser una lumbrera para intuir cómo se van a concatenar los hechos hasta el esperado, y esperable, final.
Nunca como aquí estuvo más acertada la frase: “lo que ves es lo que hay”. Que es poco, sin dudas, pero quizás alcance para un rato de esparcimiento si se es un amante de los pichichos o si no hay una demanda de calidad que supere las manifiestas limitaciones de la obra. Como siempre, la buena o mala fortuna de la misma dependerá mucho de la voluntad del público que ya vio infinidad de veces propuestas de este tenor.
Es una pena que el guionista le dedique a Paul Walker tantas o más escenas que a las auténticas estrellas de Rescate en la Antártida. Podría habernos facilitado las cosas. No lo hizo y hay que asumirlo. Eso sí: Jack, Dewey, Truman y los demás caninos demuestran mayor expresividad que el rubio carilindo de Azul extremo (lo que labura este muchacho para derramar dos miserables lagrimitas empequeñece hasta el esfuerzo de Kevin Costner en el desenlace de Revancha). ¡Durísimo!
Título: Rescate en la Antártida.
Título Original: Eight Below.
Dirección: Frank Marshall.
Intérpretes: Paul Walker, Jason Biggs, Bruce Greenwood, Moon Bloodgood, Wendy Crewson, Gerard Plunkett, August Schellenberg, Belinda Metz, Connor Christopher Levins y Duncan Fraser.
Género: Aventura, Drama, Familiar.
Clasificación: Apta todo público.
Duración: 120 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2006.
Distribuidora: Buena Vista.
Fecha de Estreno: 25/05/2006.
Puntaje: 5 (cinco)
