Por Pablo Arahuete
En Cáncer de máquina (2015) hay camiones que entran y camiones que salen. Son pocos los vestigios humanos ante un paisaje desolado, pero al que se le impone la naturaleza en toda su dimensión. Son las salinas en el lugar y la poca gente que habita esa postal, aquella que domina los 90 minutos de metraje.
Las palabras salen a cuenta gotas y la dialéctica de contrastes entre naturaleza salvaje y el hombre, operan de nexo para concatenar el conjunto de imágenes que pretenden, en la búsqueda estética, sacar lo oculto de lo que se ve pero que no se observa.
En ese sentido, el conjunto de insectos en su hábitat, en las propias salinas, no sólo entrega la belleza visual, sino que teje el entramado invisible por el que los realizadores intentan escudriñar en la humanidad de cada uno de sus sobrevivientes.
La soledad se acopia en bolsas, como la sal que es el cáncer de los metales, de acuerdo a las palabras de uno de los entrevistados. También el elemento que marca el sustento y la supervivencia con un recuerdo del pasado que siempre fue mejor y más rentable, y con pequeñas historias de solteros o casados que apostaron a la libertad de un pueblo en medio de la nada y que, de a ratos, ensayan cierto arrepentimiento frente a cámara, por estar tan alejados de todo.
La singularidad de este documental de observación de los realizadores Alejandro Cohen Arazi y José Binetti se concentra en la contemplación del espacio, así como en el dejarse llevar por la experiencia de haber estado allí, sin ninguna otra idea de conceptualización o apunte que el de la propia voz de los habitantes en su quehacer cotidiano.
Título: Cáncer de máquina
Director: Alejandro Cohen Arazi, José Binetti
Intérpretes: Miguel Rinaldi, Chepo Castillo, Roberto Binetti, Amalia Rodríguez, Dalila Ramos, Andrés Fernández
Calificación: Apta para todo público
Género: Documental
Duración: 90 minutos
Origen: Argentina
Año de realización: 2015
Distribuidora: Independiente
Fecha de estreno: 19/05/2016
Puntaje 6 (seis)