Por Pablo Arahuete
Nada más apropiado que apelar a la música y a la sensibilidad de quienes escuchan para resumir en este documental, homenaje a la figura del Chango Farías Gómez, La del Chango (2014), ópera prima de Milton Rodríguez, que si bien transita por la estructura del documental clásico, que suma cabezas parlantes para avanzar en el retrato del músico, también adopta la dialéctica ausencia presencia como hilo conductor.
En dos escenas se resume toda la idea: al comienzo, por más de cinco minutos la pantalla en un absoluto negro, la carencia de imagen enfatiza el propósito que el espectador focalice su atención en lo que escucha. En este caso, un testimonio que retrotrae a los comienzos del festival folklórico de Cosquín. Y desde ahí, más allá de la anécdota, la marca de un punto de inflexión y la divisoria de aguas entre la tradición del folklore frente a la idea embrionaria de adoptar nuevas maneras de interpretación.
La música es una sola, las raíces están bajo el mismo suelo y los orígenes,
depende desde qué lugar se los busque, también conectan diferentes continentes. Eso, a grandes rasgos, fue el puntapié por el que El Chango Farías Gómez, fallecido el 24 de agosto de 2011, se transformó rápidamente en un Astor Piazzolla del folklore, incorporando a la estructura musical instrumentos impensados como guitarras eléctricas, batería, bajos, vientos, pero el elemento más revolucionario, en términos musicales, fue la polifonía vocal, en sus grupos Los Huanca Hua, grupo vocal argentino y MPA en su regreso al país tras el exilio.
A lo largo del documental, la presencia de Farías Gómez surge y se construye desde la polifonía de voces testimoniales, todas ellas ligadas a su vida y a su entorno, entre quienes se destacan Rubén Izaurralde, Jaime Torres, Marian Farías Gómez, Manolo Juárez, Peteco Carabajal, Verónica Condomí y Antonio Tarragó Ros, entre otros.
Para coincidir en los enormes aportes musicales de este gigante arreglador, quien no se caracterizó nunca por la composición y además engrosó las nefastas listas negras de artistas en la dictadura, sufrió el exilio en Francia y España, para regresar con la vuelta de la democracia y barajar y dar de nuevo en lo que a cultura musical se refiere.
Sin el agregado del material de archivo directo, solamente las apariciones de
conciertos tienen un soporte televisivo o son extraídas de otra fuente, lo que prevalece en La del Chango (2014) es la música del Chango Farías Gómez, la esencia de su arte y su constante búsqueda musical por diferentes estilos y ritmos, como por ejemplo el híbrido entre flamenco y música popular argentina.
Decíamos al comienzo que dos escenas sintetizan la idea de Milton Rodríguez y tal vez la segunda escena, donde cada uno de los entrevistados reacciona cuando escucha el tema Maturana en la propia voz del Chango para hacer de la ausencia un sinfín de sonidos y melodías, encierran la magia y el misterio detrás de la persona que no encuentra otra explicación que esa sensibilidad particular por la tierra y lo nuestro, porque en definitiva la vanguardia es así.
Título: La del Chango
Dirección: Milton Rodríguez
Intérpretes: Chango Farías Gómez, Rubén Izaurralde, Jaime Torres, Marian Farías Gómez, Manolo Juárez, Peteco Carabajal, Verónica Condomí
Calificación: Apta para todo público
Género: Documental, Música
Duración: 95 minutos
Origen: Argentina
Año de realización: 2014
Distribuidora: Tren Cine
Fecha de estreno: 25/08/2016
Puntaje 7 (siete)
