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domingo, 24 noviembre 2024
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Un hijo genial: Un fiasco elemental

Por alguna razón que escapa a mi entendimiento, las películas para chicos realizadas en la Argentina parecieran dirigidas a gente descerebrada incapaz de internalizar lo que recibe de la pantalla. En otras palabras: subestiman a su público natural -que es cualquier cosa menos idiota-. Un hijo genial, primera incursión de Julián Weich en cine, insiste con esa tesitura lamentable desaprovechando la simpatía y popularidad del conductor de Trato hecho. El guión de Daniel Botti promulga la ley del menor esfuerzo que tanto daño le hace a la industria nacional al erosionar su ya mellada credibilidad. Despreocupado de generar alguna idea propia, el libretista se limita a mezclar torpemente elementos extraídos de filmes estadounidenses con uno o ambos ojos puestos en Mi pobre angelito -la rendidora saga de John Hughes-. Agréguese a ese rejunte un par de animalitos “encantadores” -un perro y un guacamayo parlanchín- y algunas referencias, mal empleadas, a las novelas detectivescas de Sir Arthur Conan Doyle que en lugar de sumar, restan. Diálogos pueriles, personajes estereotipados –en algunos casos sin función aparente- y una línea argumental previsible son otros aspectos que atentan contra el producto. Con semejante déficit a cuestas, el fracaso resulta ineluctable e inexcusable.

Julián es Mariano Vera, un productor de seguros divorciado que nunca dispone de tiempo para compartir con su hijo adolescente, Tommy (Sebastián Francini). El chico vive con su mamá (Diana Lamas) y sus mascotas: el can Watson –me lo imagino a Sir Arthur revolviéndose en la tumba- y el molesto pajarraco Aquiles –siguen las citas literarias: mis condolencias para el pobre de Homero-. La inconsistente anécdota se desata a partir de un robo al Art Museum, cuyo edificio queda justo frente a la casa de Tommy, que es presenciado por Aquiles desde una ventana. Como los ladrones, chapuceros irremediables, descubren al “peligroso” testigo resuelven regresar al día siguiente para silenciarlo definitivamente. Tommy de a poco se entera de todo esto y le pide ayuda a su padre para atrapar a los delincuentes. Y eso es todo.

Escenas como la de los motoqueros salvajes que los persiguen y luego ayudan –“Cualquier amigo de Sherlock Holmes es nuestro amigo” (¿!!!?)-, la pelea final de Mariano con el jefe de la banda o la manera en que su ex les aclara a los agentes del orden que los motociclistas no son parte activa de los malos de turno, merecen un reconocimiento en alguna antología del cine clase Z. Las risotadas desaforadas e incrédulas de más de un colega en la privada del film no dejan ninguna duda al respecto. Y hasta que pase a mejor vida le voy a rogar a Dios que me haga olvidar el videoclip rapero que acompaña a los títulos finales. ¿Por qué esa saña, señores? ¿Por qué?

Título: Un hijo genial.
Título Original: Idem.
Dirección: José Luis Massa.
Intérpretes: Julián Weich, Sebastián Francini, Diana Lamas, Gonzalo Urtizberea, Santiago Ríos, Claudio Da Passano, Roberto Catarineu, Mara Linares.
Género: Comedia, Familiar.
Clasificación: Apta para todo público.
Duración: 85 minutos.
Origen: Argentina.
Año de realización: 2003.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de Estreno: 25/12/2003.

Puntaje: 2 (dos)

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