No hay nada más sano para la mente que hacer humor con las desgracias propias. Harvey Pekar, el protagonista de esta notable película llamada Esplendor americano, no es precisamente un tipo optimista pero de alguna manera ha canalizado creativamente en sus guiones de historieta todas sus obsesiones –que no son pocas- logrando en el camino una radiografía certera, entre realista y ácida, de la sociedad estadounidense a partir de la década del setenta. El film, dirigido por dos especialistas en el género documental como son Shari Springer Berman y Robert Pulcini, cuenta la vida de este peculiar personaje con cariño, rigor y mucha imaginación formal.
Los realizadores y adaptadores se basaron en el comic que le da el título a la obra para centralizar su trabajo. American splendor fue el primer intento serio de Pekar por dedicarse a la escritura. Antes de eso sólo pasaba sus monótonos días como empleado de archivo en el Hospital de veteranos de Cleveland, donde luego ambientó buena parte de sus historias. Porque American splendor y Our cancer year no inventa nada que no exista en el mundo real. Como su fuente de inspiración provenía directamente de allí, Pekar nunca renunció al nosocomio (ni siquiera en la etapa más exitosa del comic). La desordenada, caótica, existencia de este artista depresivo pega un giro inesperado al conocer a otra personalidad conflictiva: la igualmente neurótica Joyce Brabner (una fenomenal actuación de Hope Davis). Que con el tiempo se convertirá en su esposa y aliada fundamental para contrarrestar la grave enfermedad que padeció en los años ochenta. Joyce fue la ideóloga de Our cancer year, un registro cotidiano y minucioso de la lucha de Harvey contra el flagelo. ¿Qué mejor modo de exorcizar sus demonios internos que ése? Cómo Joyce persuade a su marido para que lo haga no deja de ser emocionante porque estamos hablando de una pareja disfuncional por donde se la mire que, sin embargo, se quiere y se necesita más allá de sus ocasionales brotes de “locura”.
La originalidad de Esplendor americano, la película, radica en su particular juego de espejos que permite la interacción del Harvey Pekar real –que, de hecho, es el narrador en off- con su alter-ego ficticio interpretado por el genial comediante Paul Giamatti (en el papel más lucido de su extensa carrera). La riqueza del guión es evidente en todo momento y las breves interrupciones que sufre la trama al anclarse en el presente con las entrevistas al Harvey de carne y hueso son tan suculentas como reveladoras sobre un personaje complejísimo.
Que una biopic oscura y amarga devenga en una lección de amor al prójimo de una humanidad insoslayable es un dato decididamente llamativo. Esplendor americano es esa rara avis que hace un uso magistral tanto de la forma como del contenido para establecer un código en complicidad con el público que se ve reflejado en todas y cada una de las flaquezas del personaje. Es el gran triunfo de un film seguramente predestinado a ser objeto de culto. Bien merecido lo tiene.
Título: Esplendor americano.
Título Original: American Splendor.
Dirección: Robert Pulcini & Shari Springer Berman.
Intérpretes: Paul Giamatti, Hope Davis, Harvey Pekar, Shari Springer Berman, Earl Billings, James Urbaniak, Judah Friedlander, Robert Pulcini, Toby Radloff, Joyce Brabner, Donal Logue y Molly Shannon.
Género: Biopic, Comedia, Drama.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 101 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2003.
Distribuidora: Warner Bros.
Fecha de Estreno: 29/04/2004.
Puntaje: 9 (nueve)