Por esas cosas que tiene este bendito oficio, por segunda vez en el año me toca hacer un comentario sobre una película ambientada en los deslumbrantes paisajes de las islas Bahamas. En aquella oportunidad, fines de enero, fue el turno de Al caer la noche, comedia policial apenas correcta estelarizada por el ex Bond, Pierce Brosnan. Ahora, algo fuera de temporada cabe decirlo, llega el thriller submarino Azul extremo. Que tampoco es nada del otro mundo pero claro… ¿quién puede ser tan osado como para exigirle más que un buen rato de esparcimiento a un film con estrellas que brillan más por sus bien trabajados cuerpos que por sus aptitudes interpretativas?
Into the blue, dirigido por el otrora actor juvenil John Stockwell (recordado por su protagónico en Christine, del maestro John Carpenter), entrega exactamente lo que promete en el tráiler: chicas bellísimas en bikinis mínimas, muchachos carilindos oportunamente atléticos, escenas de acción y suspenso que demoran en irrumpir pero que no están nada mal filmadas y, fundamentalmente, largas secuencias de buceo donde se puede apreciar en todo su esplendor la increíble hermosura de la fauna y flora del fondo oceánico. Por momentos el asunto se asemeja demasiado a una sucesión ininterrumpida de postales turísticas en movimiento pero estoy seguro que más de uno sabrá apreciarlas en su justa medida.
Los insidiosos de siempre juran que el argumento de Matt Johnson es una copia poco disimulada de Abismo (obra realizada por Peter Yates en 1977 con Nick Nolte y Jacqueline Bisset en los roles principales y basada en una mediocre novela de Peter “Tiburón” Benchley) por varias coincidencias que se dan en la trama. Convenientemente remozada, Azul extremo cuenta la historia de dos parejas. Una está compuesta por el buzo profesional Jared (el monolítico Paul Walker) y Sam (Jessica Alba, en su tercer estreno del 2005 luego de Los 4 fantásticos y La ciudad del pecado); la otra, por el marrullero abogado Bryce (un insoportable Scott Caan, hijo de James pero sin el talento del padre) y la casquivana Amanda (Ashley Scott, de nuevo junto a Alba luego de compartir el set de la lamentablemente discontinuada serie Dark Angel) que viajan a Las Bahamas por placer y se ven enredados en una complicada situación cuando, junto a sus amigos, descubren un barco hundido lleno de riquezas perdido desde hace mucho tiempo… justo al lado de donde cayó un avión, como consecuencia de una tormenta, con una carga millonaria en cocaína. Los ambiciosos Bryce y Amanda quieren hacerse con dicha droga para venderla pero Jared y Sam son tan buenos y honestos que se niegan. Huelga decir que esta discrepancia arbitrará como situación desencadenante del conflicto a desarrollarse posteriormente. Encima, para espesar aún más la tensa relación entre los personajes, aparece el dueño de la coca que quiere su mercadería de regreso.
A partir de aquí, bien pasados los sesenta minutos de película, John Stockwell construye un relato de ritmo filoso, trepidante, y con una cuota de suspenso nada desdeñable. Para disfrutarlo es imprescindible dejar pasar unos cuantos clichés habituales en el género y saber perdonarle a los actores su nula expresividad en instancias cruciales que ameritaban un mayor compromiso de su parte.
Para los fans del buceo submarino y para los seguidores de Jessica Alba, entre los cuales me incluyo, Azul extremo es un filme imperdible. El resto de los mortales ya sabe a qué atenerse si deciden verla.
Título: Azul extremo.
Título Original: Into the blue.
Dirección: John Stockwell.
Intérpretes: Paul Walker, Jessica Alba, Scott Caan, Josh Brolin, Ashley Scott, Tyson Beckford, Dwayne Adway, Chris Taloa, Jay Gotlieb y Rana Morrison.
Género: Acción, Aventura, Crimen.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 110 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2005.
Distribuidora: Fox.
Fecha de Estreno: 13/10/2005.
Puntaje: 6 (seis)