Por Antonio Ávila, corresponsal de Nueva Tribuna (España)
Y se estrenó nomás Sonríe 2, continuación de aquella destacada Smile que conocimos en 2022. Cada vez es más difícil que una película de terror pueda sorprender, mucho más si se trata de una secuela. A la suma de la cantidad de recursos narrativos, visuales y sonoros que este género lleva usando a lo largo de las décadas, se suma el hecho de que una secuela debe aportar frescura y sentido a su predecesora. La primera entrega contaba con una premisa que ponía el foco en un concepto muy inquietante: la sonrisa. Esto sumado a una historia interesante, con buen ritmo y con muchos momentos de tensión regados con dosis acertadas de gore, dieron como resultado una cinta de terror más que recomendable.
Lógicamente el buen resultado de Smile ha dado alas a su director y guionista, Parker Finn, a continuar con el inquietante universo que ha creado. En Smile 2 tenemos a una nueva protagonista, Skye Riley, interpretada por Naomi Scott, una gran estrella de la música al estilo de Miley Cyrus, que está a punto de retomar su carrera tras un suceso trágico. Lógicamente la maldición de la sonrisa que ya conocimos en la primera parte hará de nuevo acto de presencia y comenzará una espiral de paranoia y gore realmente adictiva.
Smile 2 amplía los horizontes de su primera entrega. Por un lado, se nota bastante el alza del presupuesto, tanto por los efectos como por los escenarios derivados del mundo del espectáculo y una estrella. Además, son muy de agradecer ciertas escenas videocliperas y musicales con muy buen impacto visual y sonoro. Por otro lado, es refrescante el gran cambio de una protagonista a otra, ya que en la anterior película teníamos a una psiquiatra al frente.
El mundo del espectáculo tiene muchas sombras, y si a estas sombras derivadas de la fama se añade una maldición escabrosa que muchas veces juega con la realidad y lo que vive la mente de Skye, tenemos un cóctel escabroso delicioso. En este sentido Smile 2 opta por un ritmo que nos lleva cuesta abajo y sin frenos a la destrucción de la psique (y el físico) de nuestra protagonista poco a poco. Además, el hecho de que la “maldad” en esta saga no tenga forma, sino muchas, pudiendo manifestarse en cualquier personaje, eleva la tensión del relato. Hablando de estas formas ya mencionadas merece destacarse la aparición de Ray Nicholson, hijo del mítico actor ya retirado Jack Nicholson. Ray ha heredado no solo el parecido con su insigne padre, sino también su malévola sonrisa, digna de una escena de la también icónica El Resplandor.
Si tengo que ponerle un “pero” a esta película es que en alguna ocasión cae en tópicos del género como algún susto sorpresivo acompañado de una drástica subida de volumen. Afortunadamente estos momentos son escasos y no lastran la experiencia.
Por tanto, Smile 2 es toda una sorpresa, ya que enriquece en gran medida a la primera entrega. Es todo un viaje grotesco e inquietante que culmina con un poderoso clímax. Todo hace pensar que no tardaremos en tener una Smile 3. Finn ya ha declarado que tiene planes al respecto, por lo que esperamos que esta saga siga subiendo el nivel y nos lleve a nuevas cotas de terror inteligente, psicológico y sangriento.
Título: Sonríe 2.
Título original: Smile 2.
Dirección: Parker Finn.
Intérpretes: Naomi Scott, Sosie Bacon, Kyle Gallner, Lukas Gage, Ray Nicholson, Dylan Gelula, Rosemarie DeWitt y Raúl Castillo.
Género: Secuela, Terror.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 115 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2024.
Distribuidora: UIP.
Fecha de estreno: 17/10/2024.
Puntaje: 7 (siete)