Por Iara Reboredo
Un dolor real es una película que, bajo la dirección de Jesse Eisenberg, logra generar la sutileza de la comedia dramática, que explora las relaciones familiares y las tensiones internas de sus protagonistas. La película se presenta como una travesía emocional que se llega a lo personal, como así también a lo universal.
La historia empieza cuando dos primos, David (interpretado por Eisenberg) y Benji (Kieran Culkin, ganador por este rol del Globo de Oro al mejor actor de reparto), emprenden un viaje por Polonia para rendir homenaje a su abuela fallecida. Lo que comienza como un viaje de reconciliación y recuerdos, se convierte rápidamente en un espacio para la confrontación de viejas tensiones y heridas no cerradas. Sin embargo, el verdadero núcleo de la película no está tanto en el destino físico, sino en el emocional de sus protagonistas.
La dirección de Eisenberg es impresionante por su capacidad de dar vida a la vulnerabilidad de los personajes. La película tiene un tono melancólico, pero está impregnada de un humor agridulce que por momentos amortigua el peso de los conflictos internos. La sencillez de la narrativa se combina con una estética visual contemplativa, suave, que fluye y se establece como un momento grato, una analogía a lo que podrían ser futuros recuerdos buenos, que funcionen como parches para lo que ya habían vivido los personajes.
En cuanto a las interpretaciones, Kieran Culkin ofrece una de las actuaciones más destacadas del año. Su interpretación de Benji es una de esas que se queda grabada en la memoria. Benji es un personaje entrañable, complejo, carismático y, a su vez, lleno de una energía vital que resalta a pesar de las sombras emocionales que lo persiguen. Culkin no solo imprime dinamismo y frescura al personaje, sino que también le otorga una profundidad emocional que trasciende las palabras. Puedo decir sin ninguna duda que Un dolor real tiene uno de los mejores perfiles de personaje que vi en pantalla este 2024.
Por otro lado, Jesse Eisenberg como David aporta una actuación igualmente sólida. El personaje de David se presenta como un hombre atrapado en su rutina, con un trastorno obsesivo-compulsivo que lo obliga a vivir bajo un control excesivo. La interpretación de Eisenberg es medida y perfectamente calibrada; querer controlar su entorno y cada detalle del viaje refleja esa urgencia de orden, pero resulta complicado con un compañero como Benji; Benji saca otro lado de David, revela una profunda insatisfacción y remordimiento con situaciones pasadas, y lo lleva a abrazar ese presente a medida que transcurre el viaje. David es un personaje en el cual se siente la tensión del espacio, y se recarga entre el deseo de cambiar y, en cierto modo, la incapacidad de hacerlo, lo cual es una de las claves de la película: aceptar la vida tal cual es, y aprender a vivir con lo que somos, y lo que tenemos.
Un dolor real demuestra que no necesita grandes giros argumentales ni para conmover. Es esa sencillez en su planteamiento lo que precisamente la hace tan efectiva. El conflicto interno de los protagonistas, ambos llevados por sus propios caminos y que por momentos se cruzan, refleja algo que, en mi opinión, perdura en el sentimiento que deja la película una vez que termina. Nostalgia… pero a la vez satisfacción. Pienso que es una gran película, que marca la tensión inherente a las relaciones humanas, a la que se suman las heridas del pasado y las expectativas no cumplidas.
Jesse Eisenberg sorprende una vez más con una película que se destaca no solo por su impecable dirección y guion, sino por sus interpretaciones excepcionales. Ambos protagonistas se entregan por completo a sus roles, creando personajes memorables que logran atrapar la sensibilidad del público. A pesar de su tono melancólico, la película tiene una extraña cualidad reconfortante, esa sensación de que, aunque el dolor es inevitable, siempre hay algo bello en el proceso de sanar. Toca fibras profundas, que invita a darle una mirada introspectiva a la trama y, sobre todo, deja la sensación de que, a pesar de todo, la vida sigue siendo algo que vale la pena compartir.
Título: Un dolor real.
Título original: A real pain.
Dirección: Jesse Eisenberg.
Intérpretes: Kieran Culkin, Jesse Eisenberg, Will Sharpe, Jennifer Grey, Kurt Egyiawan, Ellora Torchia, Liza Sadovy y Olha Bosova. Género: Comedia, Drama. Calificación: Apta para mayores de 13 años. Duración: 90 minutos. Origen: EE.UU./ Polonia. Año de realización: 2024. Distribuidora: Disney – 20th Century Studios.
Fecha de estreno: 23/01/2025.
Puntaje: 9 (nueve)
