Por Francisco Nieto, corresponsal en España
Aviso para navegantes antes de empezar con la crítica: algo que no debes hacer antes de ver esta película es ir a su página de IMDb y clickar en Trivia. Caí en la tentación para ver si había algo que necesitaba saber para entender mejor la película, y lo primero que apareció fue un pequeño texto que revelaba el final, sin advertencia de spoiler. Así que estuve sentado más de dos horas esperando este final anticipado por mi mala cabeza, y para colmo no se trata de una conclusión particularmente satisfactoria.
Para quien no lo sepa, como era mi caso, El número 36 de la rue du Bastion (apodada el Bastión) es el edificio donde se encuentran la sede y los servicios de la Dirección Regional de la Policía Judicial de la Prefectura de Policía de París desde julio de 2017. Los distintos servicios de esta dirección estaban situados anteriormente en dieciocho direcciones diferentes, la más conocida de las cuales era la del número 36 del quai des Orfèvres, que casualmente coincide con otra película dirigida por Olivier Marchal en 2004, el cineasta tras las cámaras de Bastion 36, titulada en España Asuntos pendientes y en Argentina El muelle, pero que en su versión original se conoció precisamente como 36 quai des orfèvres.
Marchal, más conocido en su faceta actoral pero también como director de una larga serie de películas policiales (otros títulos suyos son MR 73 – La última misión o la inédita en Argentina Los Lioneses), se ha basado en esta ocasión en una novela de Michel Tourscher, concretamente su título “Flics réquiem”. Este autor francés fue reconocido en 2013 con el gran premio VSD de novela policiaca. La trama nos presenta a Antoine Cerda, comandante de policía de la prestigiosa BRI, quien es transferido a la Brigada Anticrimen tras una sanción de la Inspección General.
Luego, da la espalda a sus antiguos compañeros de armas y a su grupo, comandado por el carismático Sami Belkaïm (Tewfik Jallab). Trece meses después, dos miembros de su antiguo equipo son asesinados en menos de veinticuatro horas. Cuando un tercero desaparece misteriosamente, el protagonista decide realizar su propia investigación, que lo arrojará al centro de una cruenta guerra policial.
Una de las gracias de ver Bastion 36 es la de que su cabeza de cartel es Victor Belmondo, nieto del mítico Jean Paul. Ahora que los descendientes del gran actor francés andan a la greña por la herencia, no está de más destacar que alguno de sus nietos se dedique a la profesión de actor, igual que el abuelo, aunque puestos a comparar aún le queda bastante para llegar al nivel de aquel, sobre todo en lo que a carisma en pantalla se refiere.
La interpretación de Víctor en este film es bastante plana y poco expresiva, aunque en su defensa hay que decir que le ha tocado lidiar con un libreto que tampoco es que se lo ponga muy fácil, y viendo las líneas de diálogo tan triviales que trufan el film, atemporales en muchos de los casos, bastante hace el buen hombre con lucir palmito, aunque no músculos, porque a quien se le diga que este buen hombre se dedica a las peleas clandestinas contra mastodontes que le sacan el doble de cuerpo y le ves peleando en manga larga para que no se nota su limitada forma física es para hacérselo ver.
Y eso que la película empieza bien, con un primer acto bueno que te atrapa al instante. Una persecución adrenalínica que acaba con la promesa de que esto no ha hecho más que empezar, sobre todo porque no tienes ni idea de quienes persiguen ni quiénes son los perseguidos. Pero luego la cosa se va torciendo y la cháchara incesante de unos y otros, con interrogatorios eternos que no conducen a ningún sitio, acaba por llevarnos al tedio absoluto.
Su duración total es de algo más de dos horas de metraje, pero se podían haber ahorrado una sin problemas, porque el ritmo se vuelve dolorosamente lento y tampoco hacía falta alguna de complicar tanto la trama. Igual los encargados del montaje no vieron necesario meter las tijeras, pero de ser así el resultado final habría ganado muchos enteros.
En el tramo final la cosa se vuelve a animar un poco, pero ya no hay remedio. Los personajes son demasiado unidimensionales y carecen de profundidad o motivación. No sé si la adaptación de la novela al guion habrá sido lo suficientemente fiel o si el director ha decidido tirarse al monte y cambiar algunas de las acciones, pero si ha sido así mejor que se hubiera quedado quieto. Todo está desparramado y cuesta volver a plantear algo mínimamente serio, y así el giro final que quiere ser coherente con lo explicado hasta entonces queda aislado en un sinsentido que acaba por descarrilar del todo el tren.
En resumen, esta película es una completa pérdida de tiempo. Ahórrate la frustración y sáltatela. Créeme, me lo agradecerás más tarde.
Título: Bastion 36.
Título original: Idem.
Dirección: Olivier Marchal.
Intérpretes: Victor Belmondo, Soufiane Guerrab, Tewfik Jallab, Yvan Attal, Juliette Dol, Lydia Andrei y Erika Sainte.
Género: Policial, Thriller.
Calificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 124 minutos.
Origen: Francia.
Año de realización: 2025.
Plataforma: Netflix.
Fecha de estreno: 28/02/2025.
Puntaje: 4 (cuatro)