Por Omar Tubio
Sin pretender demasiado a la hora de la verosimilitud y dejándose llevar por la adrenalina y la buena labor del director e intérpretes, Identidad desconocida es un más que aceptable pasatiempo.
El muy popular y recientemente fallecido autor de best sellers de espionaje Robert Ludlum 
(a quien el film está dedicado in memoriam) concibió hace muchos años una trilogía a partir de un personaje en común; Jason Bourne. La primera de éstas, The Bourne Identity es la que da origen a esta película. Aunque en rigor de verdad existe un precedente del año 1988 en formato de miniserie que aquí se conoció como Identidad perdida, la cual era protagonizada por Richard Chamberlain y Jaclyn Smith.
Culminada la guerra fría y dejando a un lado a los árabes y a los islámicos para una mejor oportunidad, ésta vez la trama se centra en los grupos clandestinos (denominados programas secretos) que operan en el mundo dirigidos desde el propio gobierno estadounidense, lo que coloca en el grupo de los villanos a los propios americanos.
Bourne (Matt Damon) yace flotando en el mar del Mediterráneo cuando es rescatado por un barco pesquero de la zona. Ya recuperado de sus heridas (fue baleado) y presa de una amnesia temporal, no recuerda ni su nombre y mucho menos el porqué se encontraba en tales circunstancias. Sólo un número de cuenta de un banco suizo injertado bajo su piel aportará algún dato para empezar a descifrar la búsqueda de su identidad. Lo que hallará no hará más que triplicarle los interrogantes y como si esto fuera poco lo enfrentará a sujetos de pocas palabras que lo único que desean es verlo muerto. A esta aventura se le sumará una chica alemana de paso por la ciudad quién oficiará en un principio de chofer para luego verse involucrada peligrosamente en las peripecias de nuestro amigo.
El tema del sujeto perseguido sin saber porqué ya lo había descripto Hitchcock en algunas de sus películas (Intriga internacional) y con mejores resultados. Pero puestos a pensar… ¿qué tema no dejó de tocar el viejo maestro inglés en el género de suspenso y espionaje? En dicho sentido la película recorre todos los tópicos habidos y por haber, pero nunca de manera grotesca y barata.
En su haber, podemos contabilizar un par de escenas realmente bien resueltas, como la de
la persecución automovilística por las calle de París en un autito muy simpático pero poco preparado para esas lides y la de Bourne luchando en su departamento contra el primer enviado para liquidarlo. Matt Damon aquí hace gala de sus aptitudes para la lucha, gracias a una técnica tailandesa conocida como kali que lo librará fácilmente de todos sus contendientes. Franka Potente impone su fuerte personalidad a un personaje que adquiere peso gracias a su labor. No es la típica chica que acompaña al héroe y esto denota la preocupación del director en dotar a sus personajes de cierta hondura para que no sea un film más de los tantos que abundan.
Sin pretender demasiado a la hora de la verosimilitud y dejándose llevar por la adrenalina y la buena labor del director e intérpretes es un más que aceptable pasatiempo.
Título: Identidad Desconocida
Titulo Original: The Bourne Identity
Director: Doug Liman
Género: Acción, Basado en novela, Crimen, Misterio, Thriller
Intérpretes: Matt Damon, Franka Potente, Chris Cooper, Clive Owen, Brian Cox, Adewale Akinnuoye-Agbaje y Julia Stiles
Duración: 119 minutos.
Origen: Estados Unidos, Reino Unido, República Checa
Año Realización: 2002
Distribuidora: UIP
Fecha Estreno: 03/10/2002
Puntaje 7 (siete)
