Por Enzo Alfano
Con xXx uno no puede aburrirse: la acción (espectacular) está bien dosificada y si bien su originalidad es casi nula, no hay que pedirle demasiado a este nuevo héroe que vino para quedarse y salvar al mundo cada vez que sea necesario…
Schwarzenegger está viejo. Stallone da lástima. Y las piruetas de Van Damme ya no son lo que eran antes. Los ejecutivos de Hollywood deben haber pensado: “-Hay que conseguir urgente un nuevo héroe de acción!”; y parece que lo encontraron. Músculos no le faltan, actitud tampoco, aunque mal no le vendría un poco de expresividad, pero para eso habrá que esperar la continuación de Triple X (para el 2004). Con una postura mucho más cool que la de los otros tres (tiene tatuajes por todos lados, defiende los video-games, anda en moto y ama la adrenalina) seguro que ya tiene ganada la simpatía de los adolescentes, hacia quienes (se nota sobremanera) está dirigida esta cinta.
¿Quién es este nuevo actor-héroe? Se llama Vin Diesel (visto en El nuevo sueño americano y lanzado a la fama con Rápido y furioso, otro producto destinado a los teenagers). Acá interpreta a Xander Cage, un duro que tiene tatuadas tres X en su nuca y que da origen al título del film (si habían pensado en pornografía, olvídense). Idolo ya por sus peripecias aéreas y otras yerbas, le encanta estar al borde de la ley, mientras se filma con una cyber-cámara para difundir el material por internet, y gracias a esto tiene sus seguidores en todo el mundo. Sus pares lo ven como un abanderado por sus incorrecciones políticas, y una actitud de “no me importa nada”. Pero su última aventura -robar el coche último modelo de un político que difunde una ley para restringir a los jóvenes los video-juegos, y tirarlo por un puente- le costará bastante caro. La Agencia Nacional de Seguridad (ANS) está buscando un espía que no tenga nada por perder y se infiltre en una banda, en Praga, para evitar que sigan desapareciendo sus valiosos agentes. Por eso mismo Gibbons (Samuel L. Jackson, excelente como siempre) reclutará a la fuerza a Cage, le dirá que cumpla la misión o sino va a la cárcel (así de simple y tajante es su propuesta). Obviamente, nuestro rapado héroe aceptará, no sin antes ser preparado y evaluado para ver si realmente es competente para tan arriesgada función.
Ya en el viejo continente (¡y conocido allá por la banda a destruir!) dirá que viajó con la intención de comprarle varios autos de colección al líder-malo Yorgi (Marton Csokas, el neocelandés visto en El señor de los anillos). Una vez ganada la confianza del grupo y eficazmente infiltrado, deberá evitar que una bomba haga desaparecer la ciudad, entre muchas otras aventuras.
Praga está retratada de una forma que dan ganas de irse a vivir allá: sus casas, ríos y paisajes demuestran que es uno de los lugares más bellos del mundo, y el director Rob Cohen le saca el jugo.
Con respecto al resultado final, llama mucho la atención lo parecido que es a cualquier film de James Bond: el “M” aquí sería Gibbons, “Q” un joven que le provee a Xander toda clase de inventos, armas y juguetes; está la chica en apuros (Asia Argento) que no se sabe en qué bando está; y por último, el villano (que en este caso falla al no transmitir lo suficiente su maldad).
El patrioterismo yanqui no faltó a la cita (aumentadísimo luego del atentado a las Torres, como todos sabemos) y Cage aparece al final con un paracaídas con la bandera de su país para subrayar todo. Pero la acción está bien dosificada. Con Triple X uno no puede aburrirse, y si bien su originalidad es casi nula, no hay que pedirle demasiado a este nuevo héroe de acción; vino para quedarse y salvar al mundo cada vez que sea necesario.
Título: xXx – Triple X
Título original: xXx
Director: Rob Cohen
Género: Acción, Aventuras, Espionaje
Intérpretes: Vin Diesel, Asia Argento, Marton Csokas, Danny Trejo y Samuel L. Jackson
Duración: 124 minutos
Origen: Estados Unidos
Año Realización: 2002
Calificación: Apta para mayores de 13 años
Distribuidora: Columbia
Fecha Estreno: 07/11/2002
Puntaje 7 (siete)