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jueves, 21 noviembre 2024
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Lo mejor de nosotros: Lealtades a prueba

Cada vez que el cine vuelve al transitado tema de la ocupación nazi durante la 2ª Guerra Mundial se debe sortear un duro escollo: los más de cincuenta y cinco años de profusa filmografía en la que se expone con más o menos talento, interés, parcialidad u honestidad la barbarie imperdonable de los victimarios y la pérdida, el dolor y la desesperación de sus víctimas. Pretender rescatar algún aspecto novedoso en este contexto es prácticamente imposible. Claro que, por fortuna, además del contenido está la forma y el indudable plus que aporta el desempeño de un elenco convincente. Es lo que sucede con el desparejo film checo Lo mejor de nosotros.

El prólogo está enhebrado con escenas breves y es encomiable en su economía de información arrancando la acción en la Checoslovaquia de 1937 para anclarse definitivamente en 1943 con los civiles bajo el yugo de los alemanes y la colectividad judía ya conducida a su trágica suerte. Uno de ellos, David (Csongor Kassai) fortuitamente es encontrado por Josef (Boleslav Polivka), un ex empleado de la familia que con cierta renuencia decide esconderlo en su casa con la complicidad de su esposa Marie (Anna Siskova). El cuarto personaje en discordia, y el más complejo, es Horz (Jaroslav Dusek) otrora chofer y ahora devenido en empleado del régimen nazi que tiene una relación de amistad con Josef pero al mismo tiempo desea a su mujer y al que se le oculta la presencia de David por temor a la delación. Estos individuos se verán involucrados en situaciones donde la sobrevivencia pende de un hilo mientras la contienda ingresa a su etapa final.

Uno de los defectos más lamentables de esta realización de Jan Hrebejk es que en la primera hora de metraje nada de lo que pasa genera demasiado en el espectador por culpa de un montaje moroso que dilata más de lo aconsejable el desarrollo de la historia. Aún así el director se las arregla para delinear con mano firme las características de todos y cada uno de los personajes sin sucumbir a la tentación de las simplificaciones, los estereotipos o, peor aún, el maniqueísmo obvio del que hacen abuso algunos de sus colegas. No hay aquí ni héroes ni villanos porque los protagonistas se aproximan mucho más a seres carnales que dudan, sufren, tienen miedo y sus lealtades son puestas a prueba con consecuencias imprevisibles. La segunda parte de la película sigue respetando un medio tono que no conoce de picos dramáticos, salvo en esporádicas ocasiones, pero paulatinamente Hrebejk se da el gusto de nutrir algunos momentos ríspidos con un rico y bienvenido humor virado al absurdo que levanta el nivel general de la propuesta por su misma atipicidad. Si a este rasgo de indiscutible ingenio se le adiciona una puesta en escena funcional y efectiva tenemos como resultado una obra imperfecta pero que al menos procura tomar distancia del resto por méritos propios.

Naturalmente que para encarnar personajes tan singulares se necesitaban actores de gran oficio que puedan generar los matices que pide a gritos la trama. Y Lo mejor de nosotros los tiene. Es extraordinario el aporte de todos con especial lucimiento para Boleslav Polivka y Jaroslav Dusek quien, en una instancia clave, desliza la reveladora frase a la que alude el título original: “divididos seremos vencidos”. Y desde luego, nada más cierto.

Título: Lo mejor de nosotros.
Título Original: Musíme si pomáhat tcc Divided We Fall.
Dirección: Jan Hrebejk.
Intérpretes: Boleslav Polívka, Csongor Kassai, Jaroslav Dusek, Anna Sisková, Jirí Pecha, Martin Huba y Simona Stasová.
Género: Drama, Comedia, 2da. Guerra Mundial.
Clasificación: Apta para mayores de 13 años.
Duración: 121 minutos.
Origen: República Checa.
Año de realización: 2000.
Distribuidora: Alfa Films.
Fecha de Estreno: 08/05/2003.

Puntaje: 7 (siete)

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