Por Juan Blanco
Por más que uno no haya jugado jamás a ninguno de los juegos de Tomb Raider, el nombre Lara Croft suena con la fuerza de la aventura más pura, aún para el menos entendido. Lara es una arqueóloga adicta al peligro, fuerte como un toro y bella como Angelina Jolie, que 
ya tuvo media docena de volúmenes en videojuegos y dos incursiones en la pantalla grande. Las dos, duele decirlo, insuficientes, aunque una apenas más satisfactoria que la otra (y en el orden cronológico de sus respectivas gestaciones).
La primera estuvo a cargo de Simon West, un realizador que dirige peor que el director de fotografía oriental –en la ficción- de Woody Allen en La mirada de los otros. El mismo, no sólo desestimó la tradición casi imposible de traicionar del videojuego, sino que también desperdició un presupuesto más que digno para dar rienda suelta a la locura que suponía –y merecía- Tomb Raider, y desde luego la misma Lara Croft.
Lara Croft Tomb Raider (2001) era mala por donde se la mirara. El guión desde ya evidenciaba ser nomás un borrador jamás perfeccionado, cada plano denotaba una haraganería descomunal, el montaje final no hizo más que crear confusiones coreográficas en escenas que se notaban imponentes en sus ideas, la misma Angelina se mostraba dirigida por un dictador, con el cuellito duro, el rostro pétreo y la mirada asustada de alguien amenazado e intranquilo. El personaje se comió a Jolie al igual que el videojuego –junto con toda una historia de cine de aventuras- se le mató de risa a West por no saber qué hacer con tanto material.
Lara Croft Tomb Raider: La cuna de la vida (o bien TR2) cambia unas cuántas cosas
respecto de aquel primer tropezón (o mejor dicho caída) de West y cía. Para empezar Angelina Jolie está más que suelta, jugando con su personaje en plena confianza y cómoda con sus demandas tanto físicas como espirituales. En segundo lugar, la dirección de Jan de Bont, el de Máxima velocidad (para mejores referencias olvidar que existió la secuela) y Twister, asegura por lo menos secuencias mejor resueltas desde lo estético, cuando no divertidas y emocionantes. Hay una mejor línea de acción en general, hay un mejor guión (no necesariamente importante ni inteligente, pero más conciso), y da la sensación de que hubo una mejor distribución de las riquezas de producción.
No obstante, la película sigue en el mismo carril de intrascendencia que la primera. Aún con sus mejoras Tomb Raider 2 corre a lo seguro y ramplón, incluso procurándose por debajo del standard del género. Ni soñar con comparaciones con las Indiana Jones, o para algo más reciente, Las Momias de Sommers. Jean de Bont pareciera no tener conciencia de sus talentos para narrar o al menos no querer hacer uso de todos, y hasta miedoso de cambiar el tono de su antecesora. Y pensar que madera había tanta para cortar… para tirar… para quemar… para rifar… pero ¿cuál es el objeto de ocultarla?
Título: Lara Croft Tomb Raider 2: La cuna de la vida.
Título Original: Lara Croft Tomb Raider: The Cradle of Life.
Dirección: Jan de Bont.
Intérpretes: Angelina Jolie, Gerard Butler, Chris Barrie, Ciarán Hinds, Djimon Hounsou, Noah Taylor, Robert Atiko, Andrew Joshi, Fabiano Martell, Til Schweiger, Simon Yam y Terence Yin.
Género: Secuela, Basada en videojuego, Aventuras, Acción.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 117 minutos.
Origen: EE.UU./ Alemania/ Japón/ Reino Unido/ Hong Kong.
Año de realización: 2003.
Distribuidora: UIP.
Fecha de Estreno: 28/08/2003.
Puntaje: 5 (cinco)
