Por Omar Tubio
La prostituta Aileen Carol Wuornos pasó a la posteridad como la primera asesina serial estadounidense al ultimar a siete de sus clientes durante los 
años 80. Fue apresada y condenada en los 90 a la pena capital. Esta sería la carta de presentación de un personaje de la vida real que la guionista y debutante directora Patty Jenkins tomó para realizar su primera película.
Si bien se trata de un tipico “biopic”, el film se centra fundamentalmente en el tramo de su vida que comprende la sucesión de asesinatos y en la relación que establece Aileen Wuornos con Selby, una joven lesbiana. Todo su pasado de joven abusada y maltratada se remite solo a relatos en off que la protagonista va hilvanando a lo largo del relato, restando hondura en la comprensión del personaje y fluidez en la narración.
Un encuentro fortuito origina la inusual pareja y pese a un rechazo inicial, Wuornos poco a poco va cediendo terreno ante el avance de la chica que con ternura y buenos modales termina por seducirla. Tantos años de vejaciones y de falta de amor hacen que la mujer no conciba otro mundo que junto a Selby, y pese a la oposición de los tutores de ésta, escapan juntas.
El problema se presenta cuando debido a los gastos, Aillen debe volver a las rutas para conseguir dinero. En una de esas noches y ante un hecho violento se cobrará la primera víctima, las cuales se sucederán ya casi sin motivo aparente. La violencia se convertirá en moneda corriente y en la única manera posible de sobrevivir.
La debilidad del guión aparece en el momento en que la historia parece girar en si misma, sin crecimiento dramático y con las mismas situaciones repitiéndose una y otra vez. Jenkins se engolosina con el Monster/personaje/actriz y pierde de foco el relato, que se estanca y va perdiendo interés. Por el lado de lo cinematográfico, la directora denota su falta de experiencia pudiendo calificarse su trabajo como muy cercano a un telefilm.
Lo que sin lugar a dudas se destaca durante toda la película es la 
impresionante labor de Charlize Theron. Mucho se ha hablado de este trabajo, y hasta cierta crítica que hace un culto de la actuación minimalista la ha catalogado como de Oscar (en un sentido peyorativo). Si bien es cierto que la actriz ha ganado la estatuilla de la Academia, también ha arrasado con los premios de la crítica en los EEUU, con el Globo de Oro, con el SAG Award (premio que otorgan sus pares, o sea los actores) y con el Oso de oro a la mejor actriz en el Festival de Berlín. Entonces… ¿es sólo una actuación oscarizable? A todas las prótesis y kilos de más, que sin duda ayudaron a su personificación desde lo exterior, Theron agrega una entrega desde lo emocional y desde lo físico pocas veces vista. Quizás lo negativo o contraproducente sea que ante tamaño trabajo actoral, Christina Ricci y su Selby queden totalmente sepultadas; no por falta de mérito propio, sino por una equivocada marcación desde la dirección.
En definitiva, un film que ofrece como único acierto una soberbia actriz y poco más. Si eso alcanza, quedará a criterio del espectador.
Título: Monster: Asesina en Serie.
Título Original: Monster.
Dirección: Patty Jenkins.
Intérpretes: Charlize Theron, Christina Ricci, Bruce Dern, Scott Wilson, Pruitt Taylor Vince, Lee Tergesen, Annie Corley, Marc Macaulay y Marco St. John.
Género: Drama, Biografía.
Clasificación: Apta mayores de 18 años.
Duración: 109 minutos.
Origen: EE.UU./ Alemania.
Año de realización: 2003.
Distribuidora: Quasar Films.
Fecha de Estreno: 08/04/2004.
Puntaje: 5 (cinco)
