Por Juan Blanco
En el cine cada día se especula más con la falsa nostalgia. Dentro de los marcos muchas veces tramposos de la sátira y la parodia, cada vez son más los proyectos que vienen a cuento de revisitar géneros, estilos y modas pasadas en pos de “redescubrimiento de valores perdidos”. Lo curioso es que a veces, sólo a veces, estas ideas –siempre a costillas de otras viejas- logran trascender el recurso y posicionarse como autónomas; suelen ser los casos de grandes autores con tacto suficiente como para no caer en las trampas burdas del chiste autocomplaciente y en la falta de respeto hacia la historia del cine (por ejemplo, lo que hizo Wes Craven con Scream…).
Pero cuando se trata de proyectos amateurs sin demasiada instrucción y por demás ambiciosos en estilo, la cosa cambia y para peor. Tal es el caso de Verano Bizarro, una película “demasiado lista para sí misma” que pretende combinar con un humor muy desprolijo y hermético el contexto de las “Beach Party Movies” (o bien películas de playa) de fines de los ’50 y principios de los ’60 con las fórmulas del thriller de asesino serial. El resultado no podía ser más inútil y errado.
A sabiendas de las incompatibilidades de códigos entre aquellas Beach Movies y los estándares del cine contemporáneo, Verano Bizarro se abusa de sus anacronismos demostrando más lealtad a sus fútiles propósitos satíricos que al espectador al que se supone debería procurar divertir, como tales films lo hacían en el pasado. Porque de eso se trataban las películas “Beach Boys”: eran historietas ágiles, joviales, insuperablemente inútiles desde el punto de vista artístico, pero no así para el espectador sediento de olas y surf que sólo quería pasar un buen rato. Así, en su confusión de prioridades Verano Bizarro entra en un terreno de paradojas que no la justifican ni como homenaje, ni como una mirada inteligente hacia el pasado, y mucho menos como un film de entretenimiento con ese espíritu clase B sobre el que intenta recapitular. Y para colmo lo intenta todo; de ahí lo paradójico de su resultado. La mayor parte del público quizás no sepa qué está viendo ni cómo interpretarlo, pero eso será lo de menos. La tarea más difícil será mantenerse interesado.
Título: Verano bizarro.
Título Original: Psycho Beach Party.
Dirección: Robert Lee King.
Intérpretes: Lauren Ambrose, Thomas Gibson, Nicholas Brendon, Kimberley Davies, Matt Keeslar, Charles Busch, Beth Broderick, Amy Adams, Nick Cornish, Andrew Levitas, Kathleen Robertson.
Género: Comedia, Terror, Misterio.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 95 minutos.
Origen: EE.UU./ Australia.
Año de realización: 2000.
Distribuidora: Americine.
Fecha de Estreno: 30/12/2004.
Puntaje: 3 (tres)