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jueves, 21 noviembre 2024
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Después de medianoche: Fibonacci y el cine

Por Luis Pietragala

Acertijo preliminar: ¿cuál es el colmo de una película que homenajee al cine? Ser rodada en video (de alta definición, en este caso, y tanto impecable como imposible de advertir). Lo que prueba una vez más que la esencia del cine no es mero soporte fotoquímico, sino que pasa por otro lado.

Es posible que lo que quede en la memoria de los espectadores de esta película sea una asociación no dicha donde la serie de números de Fibonacci y el cine dan como resultado un sentido del mundo.

Dice la Enciclopedia Encarta: “Sucesión de Fibonacci, en matemáticas, sucesión de números en la que cada término es igual a la suma de los dos términos precedentes: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, y así sucesivamente. Esta sucesión fue descubierta por el matemático italiano Leonardo Fibonacci. Los números de Fibonacci tienen interesantes propiedades y se utilizan mucho en matemáticas. Las estructuras naturales, como el crecimiento de hojas en espiral en algunos árboles, presentan con frecuencia la forma de la sucesión de Fibonacci”.

Esas estructuras naturales, mencionadas en el filme, podrían dar el indicio de que el universo tiene algún sentido, dice el director Ferrario; no obstante, es el cine por el momento (¿o no será mejor decir la narrativa… o el arte?) el medio en que ese deseo de orden puede verse cumplido. Esta problemática existencial es amargamente cumplida por Después de medianoche a través de un final tan “de cine hollywoodense” como generador de una segunda lectura: el orden de las estructuras naturales no se cumple entre los humanos; de ahí el éxito de las historias de la pantalla, compensadoras de lo que ocurre en la vida. Y esos relatos actúan como eficaz consuelo por medio de la fuerte impresión de realidad que este y los otros medios audiovisuales provocan.

Martino, sereno del Museo Nacional del Cine de Turín, es un hombre taciturno que disfruta de su trabajo, ya que allí está el universo (ordenado) que da sentido a su vida. él pasa esas noches viendo filmes mudos, poniendo en funcionamiento las atracciones de la institución, reparando viejas cámaras y recorriendo los recovecos de la imponente y sobrecogedora Mole Antonelliana (edificio emblemático de la capital del Piemonte, donde el museo tiene su sede). Pero también compaginando su propia película (muda y filmada en el extinto paso de 9,5 mm.), donde son los lugares, y no los personajes o la historia, los que conducen el relato, en explícito homenaje a los Lumière. Interpretado por Giorgio Pasotti, el actor que no acierta con el tono de su personaje, tal vez por haber buscado apariencias exteriores en vez de recurrir a la psicopatología, aplicando un sentido más crítico.

Es posible que la película que nos ocupa sea el resultado de la conjunción de una buena idea de Ferrario con el retroceso económico de la ciudad- sede de la Fiat, a que esta está abandonando paulatinamente (producto de costos de producción más bajos en otras naciones). Así, Torino, la bellina, donde “la reina puede caminar sin mojarse” (por sus 16 km. de recova), está en plena conversión de una economía de producción a una de servicios; el turismo (no deseado por la gran automotriz hasta los 90) es la alternativa de oro (prueba de ello son las olimpíadas de invierno de 2006) para los habitantes de la región.

Después de medianoche sirve a esos fines, tal como lo han hecho Antes del amanecer y Antes del atardecer con Viena y París. Por cierto, esto no quita ni agrega méritos a la película; los valores cinematográficos pasan por otro lado.

El filme no cuaja, como diría André Bazin, porque sus componentes no han podido ser bien dosificados (lo que no es nada fácil, por supuesto). La historia ha pesado más que el lugar y lo que debería ser una metáfora -porque así está propuesta- con una débil historia, pasa a ser una débil historia, cuyos momentos mejores son la descripción de los espacios. Los homenajes y citas, junto con ironías eficaces, como lo es la última imagen que ve el malo, son su lado positivo y lo que logra constituir un espectáculo agradable.

Pensándolo bien, ¿cómo negar que quienes amamos el cine quisiéramos visitar ya ese fabuloso museo? Entonces, a falta de euros (para viajar), buenos son las salas (que la exhiban).

Título: Después de medianoche.
Título Original: Dopo mezzanotte.
Dirección: Davide Ferrario.
Intérpretes: Giorgio Pasotti, Francesca Inaudi, Fabio Troiano, Francesca Picozza, Pietro Eandi, Andrea Romero, Gianpiero Perone, Francesco D’Alessio, Gianni Talia, Andrea Moretti, Silvio Orlando.
Género: Comedia, Romance.
Clasificación: Apta mayores de 13 años, con reservas.
Duración: 92 minutos.
Origen: Italia.
Año de realización: 2004.
Distribuidora: Telexcel.
Fecha de Estreno: 04/08/2005.

Puntaje: 6 (seis)

 

 

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