Por Pablo E. Arahuete
Mi mejor enemigo es uno de esos casos típicos donde uno se enfrenta por un lado a una idea rica para desarrollar pero muy mal aprovechada. Por el otro, se abre el interrogante sobre el valor cinematográfico cuando abundan las buenas intenciones de su director. Sin embargo, el cine no está hecho de intenciones, sino de un conjunto de elementos que lo convierten en un lenguaje audiovisual poderoso, que no sólo debe despabilar el corazón, sino además habilitar el lugar de la reflexión en proporciones equivalentes. Nada de esto se cumple en esta propuesta.
Se esboza si, a través del humor, una suerte de toma de conciencia acerca de la guerra absurda que pudo haberse desatado entre Argentina y Chile por el ancestral conflicto del Canal del Beagle a fines de 1978. Nada mejor, entonces, que la vía humorística, irónica, para reflexionar sobre la guerra, tal como ocurría en la magistral El último día, instalada en el conflicto de Bosnia sin tomar partido por ningún bando. En este film de Alex Bowen ocurre algo similar en relación al punto de vista pero, a diferencia del film europeo, acá no hay un guion sólido ni inteligente, sino un cúmulo de situaciones obvias subrayadas con dosis de rayano y vulgar humor.
Ahora bien, más allá de la corrección técnica y en niveles similares de la puesta en escena, debe reconocerse el valor testimonial, apoyado por un relato en off funcional a la historia. La acción nos retrotrae a fines de 1978 en el clima hostil de la inhóspita Patagonia. Esa hostilidad podía encontrar su contracara en el terreno político, donde ambos países padecían atroces dictaduras y estaban librados a los caprichos y la demencia de unos pocos militares trasnochados. Por aquellos días, la inminente guerra con los chilenos había traspasado la frontera del rumor y en cualquier momento podía convertirse en realidad. De este modo, el film se inserta en las instancias previas al conflicto en el ojo de la tormenta. Allí, una patrulla chilena se pierde cerca del paralelo que separaba el territorio argentino del chileno. Sin posibilidades de comunicación con la base, acechados por el clima y el hambre corren el riesgo de penetrar territorio enemigo.
La tensión crece al encontrar una patrulla del ejército argentino apostada para defender el espacio geográfico. La desesperación y la confusa y absurda situación de los dos bandos refuerzan los lazos de solidaridad y atempera los rencores, bajo la idea subyacente de que tanto uno como el otro padecen los mismos miedos, anhelan las mismas cosas y luchan por los mismos ideales.
Un film que funciona en lo testimonial, desentona en lo narrativo y redunda en lo anecdótico o en el chiste mecánico. Pero por sobre todas las cosas, su desmedido reparo en la corrección política y su falta de riesgo artístico dejan un gusto agridulce por la película que pudo haber sido y no fue.
El buen cine no se hace de buenas intenciones.
Título: Mi mejor enemigo.
Título Original: Idem.
Dirección: Alex Bowen.
Intérpretes: Erto Pantoja, Nicolás Saavedra, Felipe Braun, Miguel Dedovich, Jorge Román y Victor Montero.
Género: Drama, Comedia.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 100 minutos.
Origen: Chile/ Argentina/ España.
Año de realización: 2005.
Distribuidora: No suministrado.
Fecha de Estreno: 05/01/2006.
Puntaje: 5 (cinco)