Por Emiliano Fernández
Con cinco años de atraso, llega a la Argentina Insomnio (Non ho sonno en el original, o Sleepless, tal su título internacional en inglés), film del 2001, uno de los más recientes del maestro máximo del cine de terror italiano, Dario Argento (las siguientes, Il cartaio del 2004 y Ti piace Hitchcock? del 2005, todavía no se han editado). Non ho sonno fue el gran regreso al giallo del realizador, luego de El fantasma de la opera (Il fantasma dell’opera, 1998), orientada ésta más hacia el horror barroco y sobrecargado. Recordemos que el giallo fue una interesante vertiente del cine de terror italiano de los ’70 que combinaba el suspenso, el policial y el horror, generando la primera manifestación de lo que podría denominarse el “thriller posmoderno”. La violencia explícita, el sadismo gratuito y el humor casi costumbrista se convirtieron en características recurrentes de los giallos, marcando el camino para todos los films de asesinos en serie con toques bizarros y elementos gore que vinieron después. El maestro Argento nos regala en esta oportunidad otro festín de crímenes salvajes en manos de un psicópata tan exquisito, detallista e inescrupuloso como el propio director.
Non ho sonno comienza en 1983. El Comisionado Ulisse Moretti (Max von Sydow) le promete al joven Giacomo (Stefano Dionisi) que encontrará al asesino que acaba de matar a su madre frente a sus ojos clavándole reiteradamente un clarinete en la boca. Diecisiete años después, comienzan a sucederse una serie de crímenes que reúnen los mismos rasgos: las armas homicidas son siempre distintas y junto a los cadáveres la policía encuentra recortes de papel con la figura de distintos animales de granja. Desconcertados, los oficiales encargados del caso acuden al ahora retirado Moretti, el cual sufre de problemas cardíacos y de insomnio. El anciano les comenta que el entonces principal sospechoso, un enano, se suicidó, tras lo cual los asesinatos se detuvieron. De a poco el personaje de Max von Sydow irá obsesionándose con los nuevos giros del caso y finalmente decidirá intervenir en la investigación cuando se reencuentre con un ya adulto Giacomo. Ambos tratarán de cerrar las heridas del pasado y descubrir la verdad detrás de las muertes.
Como se puede apreciar, Argento retoma su venerada “trilogía animal” de principios de los ‘70: El pájaro de las plumas de cristal (L’Uccello dalle piume di cristallo, 1970), El gato de las nueve colas (Il Gatto a nove code, 1971) y Cuatro moscas en terciopelo gris (4 mosche di velluto grigio, 1971). Aunque por supuesto también están presentes elementos de su otro gran giallo de los ’70, Rojo profundo (Profondo rosso, 1975). Como ocurría con aquellas obras imprescindibles del género, Non ho sonno se nos ofrece dividida en dos segmentos principales que se van sucediendo en secuencia a lo largo de toda su extensión. Por un lado tenemos las escenas que hacen eje en los asesinatos, filmadas siempre desde interesantes ángulos, con el más absoluto de los cuidados y apuntando a embellecer la sangre derramada. Por el otro lado están las secuencias que narran la investigación encarada por los protagonistas en busca de dar con el responsable de la maravillosa carnicería. Las dos partes se complementan en mayor o menor medida según el progreso de la pesquisa detectivesca y el trayecto que le falte recorrer al psicópata para alcanzar su objetivo o simplemente finalizar su tarea. La sistematización y puesta a punto de este mecanismo narrativo sin lugar a dudas es mérito exclusivo del genial cineasta italiano. Argento fue el primero en el cine posmoderno en estructurar exitosamente a través de una sucesión ordenada el díptico fundamental del policial, asesinato/ investigación.
Nuevamente en Non ho sonno tenemos una extensa y espectacular secuencia inicial que demuestra la maestría visual del director a la hora de mostrarnos el asedio del loco de turno sobre una o varias mujeres pulposas y gritonas. Durante los primeros 20 minutos vemos la persecución de la que es objeto una prostituta, desde el momento en que se topa accidentalmente en el hotel con evidencia comprometedora para con el asesino, hasta la muerte, no solo de ella sino también de una amiga, en la estación del tren. La música del film fue realizada por unos viejos conocidos del italiano, la banda de rock progresivo Goblin, con los que ya había trabajado con mucho éxito en Rojo profundo y en la primera parte de la trilogía inconclusa de las “tres madres”, Suspiria de 1977 (el segundo capítulo fue Inferno, de 1980). A tener en cuenta: el maestro actualmente está filmando nada más ni nada menos que la largamente esperada tercera y última parte, bautizada Mother of Tears, prevista para el 2007. Por último, aquí también disfrutamos de otro desarrollo agridulce de la intriga ya que casi todo el elenco central muere durante el transcurso de la historia y en las formas más espantosas y terribles. Non ho sonno es un elegante placer de principio a fin, tan sádico como adictivo. Es una verdadera invitación al dolor ajeno, ese que nos importa un carajo. Solo queda regocijarse con los instantes sublimes que nos regala este esteta de lo macabro, este preciosista de los psicóticos y esquizofrénicos, el genial Dario Argento, el mismo que sigue considerando que todo lo que entra y sale del cuerpo es muy sexy, por más que lo que ingrese sea un cuchillo y lo que se expulse sea sangre.
Título: Insomnio.
Título original: Non ho sonno (tcc Sleepless).
Dirección: Dario Argento.
Intérpretes: Max Von Sydow, Stefano Dionisi, Chiara Caselli, Roberto Zibetti y Gabriele Lavia.
Género: Estreno en DVD, Horror, Misterio, Thriller. Calificación: Apta para mayores de 16 años. Duración: 117 minutos.
Origen: Italia. Año de realización: 2001.
Distribuidora: Transeuropa.
Año de lanzamiento: 2006.
Puntaje: 9 (nueve)