Por Emiliano Fernández
Este film de John Curran resulta una grata sorpresa si tenemos en cuenta los lamentables dramones románticos de los últimos años. Sustentado principalmente en las excelentes actuaciones de Edward Norton y Naomi Watts, Al otro lado del mundo es el típico producto que a pesar de estar destinado al público femenino, no molesta tanto a los hombres. La antigua fórmula “nenes ricos del primer mundo que se van de viaje a la selva para evangelizar a los salvajes” aquí funciona bastante bien y no cae en miserabilismos patéticos o vueltas de tuerca fallidas. Si se le agrega un matrimonio en crisis y un contexto político/social a punto de estallar, ya se tiene la coctelera cargada al mango. Para degustar el resultado sólo queda mezclar y servir.
A comienzos del siglo XX, Walter Fane (Norton) es un joven y tímido bacteriólogo británico que se enamora de la consentida y pedante Kitty (Watts). Se casan por razones distintas y sin discutir el trasfondo de esta decisión; él por amor, ella para independizarse de su familia. La rutina y monotonía de la vida conyugal conducen a Kitty a un affaire con un diplomático. Enterado del desliz, Walter la obliga a que lo acompañe a un pueblito perdido de China en donde el cólera está haciendo estragos entre la población. En medio de un entorno emocional tenso y cargado de resentimientos, ambos llegan al lugar y no sólo deben enfrentar sus conflictos de pareja, sino que también se topan con el embate de los locales y las fuerzas nacionalistas.
El cuidado estético y un muy buen gusto general son las dos características fundamentales de la película, en la que encontramos una infrecuente acumulación de puntos a favor (bella fotografía, acertada musicalización, diálogos interesantes, trama verosímil y un relativo respeto hacia los “nativos”). Desde ya que la historia está atravesada por clichés de todo tamaño y color, pero por lo menos están correctamente balanceados y nadie sale herido en la transición de la idea a los hechos. No hay que dejar de mencionar la labor en papeles secundarios de Toby Jones (como el vecino de los protagonistas), Diana Rigg (la madre superiora del convento en donde ella comienza a trabajar) y Liev Schreiber (el tercero en discordia), complementando de maravillas el núcleo pasional central.
Este eficaz melodrama consigue la proeza de atrapar al espectador a partir de elementos nobles que en ningún momento comprometen la credibilidad del relato, por más limitado y sencillo que este sea. El guion dibuja personajes tridimensionales capaces de equivocarse, cambiar de parecer y pedir perdón. Norton y Watts la sacan de taquito, nunca se pasan de rosca y evitan la habitual sobreactuación que enmarca a este tipo de proyectos. Estamos ante otro testimonio fílmico que clarifica aquella verdad universal que se esconde detrás de estas epopeyas sensibles de culturas que se entrechocan e identidades usurpadas: todo el mundo odia a los turistas, en especial a aquellos que no son más que parásitos hedonistas/utilitaristas, sean internos o externos…
Título: Al otro lado del mundo.
Título Original: The Painted Veil.
Dirección: John Curran.
Intérpretes: Edward Norton, Naomi Watts, Liev Schreiber, Toby Jones, Diana Rigg, Anthony Wong, Catherine An, Bin Li, Bin Wu, Alan David, Marie-Laure Descoureaux, Sally Hawkins y Juliet Howland.
Género: Drama, Romance.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 125 minutos.
Origen: China/ EE.UU./ Canadá.
Año de realización: 2006.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de Estreno: 04/10/2007.
Puntaje: 7 (siete)
El staff opinó:
–Pese a la belleza de las imágenes y a las grandes actuaciones, esta película no logra superar los típicos traspiés de cualquier culebrón bien fimado-. Pablo E. Arahuete (4 puntos)