Por Emiliano Fernández
Desde hace mucho tiempo Hollywood tiene muy poco para ofrecer a la hora de redondear un producto cómico valioso, inteligente y sentido. Ligeramente embarazada no escapa a este lamentable axioma general y se hunde sin salvación en los mismos viejos clichés de siempre. El segundo intento en la dirección por parte de Judd Apatow, luego de la exitosa Virgen a los 40 años, es otra comedia infantiloide, simplona y pasatista que comete el pecado máximo del género: aburre a lo largo de sus extensas dos horas y pico. Por milésima vez nos topamos con un compendio standard de lugares comunes, chistes gruesos y referencias pop a la TV y el cine industrial norteamericano.
La canción sigue siendo la misma. Que nadie espere algo novedoso o profundo: el nabo compulsivo Ben Stone (Seth Rogen) levanta en un boliche a la yuppie Alison Scott (Katherine Heigl). Alcohol y malentendidos mediante, terminan en la cama en un típico encuentro de una sola noche. Unas semanas más tarde, este perdedor- inservible se entera que ella está embarazada y que quiere tener al monstruo. Con el fin de darle una oportunidad a la relación, ambos deciden atravesar juntos los nueve meses y conocerse mejor. Pero los amigos, la familia y el trabajo hacen que estos dos polos opuestos comiencen a chocar estrepitosamente, lo que genera la aparición incesante de diferencias y conflictos…
Si hay algo seguro es el hecho de que Apatow no posee la capacidad de los hermanos Farrelly para combinar situaciones chabacanas y de mal gusto con el romanticismo sensible y los personajes queribles. De hecho, patina mal en varios momentos y sólo la pega al separar los continentes. Por otro lado, a los grandes estudios les encanta empardar el fracaso y el sinsabor social con la estupidez derrotista, y ésta última con las soluciones inmediatas y la ausencia absoluta de compromisos o responsabilidades. Se podría decir que desde los ’80 hasta la actualidad han construido una paupérrima tradición de risas sostenidas en esta premisa central que celebra el consumismo y la apatía, dejando de lado cualquier tipo de crítica positiva/constructiva. Por suerte estos productos súper taquilleros en el norte (Ligeramente embarazada ha tenido una gran performance comercial), siempre cosecharon una fría recepción en el resto del globo, impermeable a los latiguillos y modismos yanquis.
Un componente tan abarcador y fundamental como el contexto cómico aquí está bastante deslucido y no convence del todo en esta acumulación de escenas previsibles, sonrisas escasas y personajes secundarios construidos a partir de un mismo monólogo repetido hasta el infinito. Es verdad que el film rankea un poco más alto que la mayoría de los exponentes hollywoodenses contemporáneos, gracias a una meticulosa construcción de la estructura narrativa y algunos dardos dirigidos hacia la industria (que sin embargo quedan en la nada por los cameos un tanto hipócritas de Steve Carell, Ryan Seacrest, Jessica Alba, James Franco, etc.). En conjunto esta falsa defensa de los excluidos sólo contribuye a la impasibilidad y la liviandad, idiotizando aun más a un público tan acostumbrado al egoísmo como a la segregación religiosa, racial, sexual, genérica, etc. La pareja protagónica hace lo que puede y regala simpatía dentro de un proyecto rudimentario que no se decide entre apelar a los órganos genitales o al corazón.
Título: Ligeramente embarazada.
Título Original: Knocked Up.
Dirección: Judd Apatow.
Intérpretes: Seth Rogen, Katherine Heigl, Leslie Mann, Paul Rudd, Jay Baruchel, Jonah Hill, Jason Segel, Martin Starr, Joanna Kerns, Harold Ramis, Kristen Wiig.
Género: Comedia, Romance.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 129 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: UIP.
Fecha de Estreno: 18/10/2007.
Puntaje: 4 (cuatro)
El staff opinó:
–Apenas pasable y con algunos momentos graciosos de estos adolescentes tardíos, primos bobos de Adam Sandler. Aunque pretenda salirse del estándar de comedia pasatista se queda con poco margen.– Pablo E. Arahuete (5 puntos)
