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domingo, 24 noviembre 2024
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La duquesa: Prisioneros sociales o la libertad con moderación

Por Emiliano Fernández

En la línea de la reciente La Otra Bolena (The Other Boleyn Girl, 2008), llega un nuevo melodrama histórico centrado en la aristocracia inglesa. Un matrimonio arreglado generará un sinfín de conflictos debido a distintos infortunios enmarcados en la durísima moral de la época. Lady Spencer (Charlotte Rampling) entrega a su hermosa hija Georgiana (Keira Knightley) a un noble de gran riqueza y elevada posición, el taciturno Duque de Devonshire (Ralph Fiennes). El “contrato” es sencillo: ella garantizará un heredero varón y él una vida de lujos. Pero como el niño no llega, el Duque se entretiene acostándose con su mejor amiga y trayéndola a la mansión. Georgiana le responde con un apasionado affaire.

La Duquesa (The Duchess, 2008) es demasiado fundamentalista en lo que respecta a la clásica estructura rosa y no consigue levantar vuelo a lo largo de su extensión. Más allá de basarse en “hechos reales” y estar inspirada en una seudo biografía de la figura en cuestión, la película es rutinaria en el desarrollo de personajes, poco imaginativa en cuanto a las situaciones planteadas y bastante lerda si pensamos en el ritmo narrativo. El realizador Saul Dibb descuida el conflicto central, el triangulo amoroso, y parece mucho más interesado en los detalles contextuales, específicamente las locaciones y el vestuario. El guión de Jeffrey Hatcher, Anders Thomas Jensen y el mismo director resulta previsible y carece de fuerza.

El desempeño del elenco es el factor decisivo para que el film no caiga aún más en la desgracia. En especial sobresale la labor de Knightley, no sólo por su presencia en casi todas las escenas: su Duquesa de Devonshire es un ser multidimensional capaz de mutar con solvencia y credibilidad. Fiennes, por su parte, ofrece una caracterización más volcada a la depresión y el sufrimiento que hacia la neurosis y las tendencias psicóticas (sus dos modelos favoritos a la hora de brillar en pantalla). ¿Qué se puede decir de la genial Charlotte Rampling? Estupenda, como de costumbre. El resto de los secundarios cumplen pero ninguno llega a destacarse, sobre todo porque la historia no permite grandes aportes.

Habría que preguntarse hasta qué punto una obra tan escuálida como La Duquesa está condicionada para llegar al “intelecto” del público prototípico al que aspira: las mujeres adictas al pañuelo fácil y los abuelitos que buscan reencontrarse con aquellos dramones de antaño. No hay nada que hacer, con este producto ambos grupos quedarán insatisfechos (aunque el simplismo romántico-bobalicón cuenta con muchos adeptos…). Las dos interesantes colaboraciones entre Knightley y Joe Wright, Orgullo y Prejuicio (Pride & Prejudice, 2005) y Expiación, deseo y pecado (Atonement, 2007), constituyen ejemplos de propuestas del corazón que sobrepasan con creces el promedio de calidad del subgénero.

Debemos reconocer que la película deja de lado el feminismo de manual y las habituales exacerbaciones argumentales, pero lamentablemente cae desde el inicio en el costumbrismo acrítico. Su perspectiva ideológica es inofensiva y se limita a pasar revista por las hipocresías y frivolidades de la Gran Bretaña del siglo XVIII. Quizás uno de los pocos elementos rescatables lo encontramos durante el final, no tanto por su potencia intrínseca sino por su valor explicativo y/o capacidad de resumen: el Duque, mientras mira por la ventana a sus hijos jugar en el jardín, le comenta a su esposa “lo hermoso que es ser tan libre”. Luego de una vida compartida plagada de sinsabores, ambos por fin se llegan a entender. Ese estado de emparejamiento es la sentencia última detrás del melodrama: sus protagonistas son eternos prisioneros sociales, sólo hay “libertad con moderación”.

Título: La duquesa.
Título Original: The Duchess.
Dirección: Saul Dibb.
Intérpretes: Keira Knightley, Ralph Fiennes, Charlotte Rampling, Aidan McArdle, Dominic Cooper, Hayley Atwell, Simon McBurney.
Género: Biografía, Drama histórico.
Clasificación: Apta mayores de 13 años, con reservas.
Duración: 110 minutos.
Origen: Reino Unido/ Italia/ Francia/ EE.UU.
Año de realización: 2008.
Distribuidora: UIP.
Fecha de Estreno: 11/12/2008.

Puntaje: 4 (cuatro)

El staff opinó:

Hay historias que se sostienen dramáticamente por su universalidad y saben cómo atrapar al público tocando resortes que están presentes en todos nosotros. Es un cine emocionalmente manipulador que apunta al sano ejercicio de la catarsis. Si el trabajo de los actores se encuentra a la altura el resultado sólo puede ser satisfactorio. Keira Knightley y, sobre todo, un gigantesco Ralph Fiennes como el inestable Duque de Devonshire confirman largamente el aserto…Diego Martínez Pisacco (7 puntos)

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