Por Pablo Arahuete
Seguramente ciertas voces de la crítica califiquen a Julie & Julia, deslucido nuevo opus de Nora Ephron, con adjetivos calificativos tales como deliciosa, chispeante, encantadora como si se tratara de un pastel de papas gratinado con queso rallado. Pero lamentablemente aquí no se trata de un plato de comida sino de una obra cinematográfica que debería ganarse otro 
tipo de calificativos teniendo presente el resultado en la pantalla. El primero de estos podría ser empalagoso por la sencilla razón de que este Hollywood decadente continúa apostando a la receta de las historias basadas en hechos reales. Y en este caso, a falta de una son dos las historias que se cruzan gracias a la magia del cine: la de Julia Child (Meryl Streep) y la de Julie Powell (Amy Adams), cuyo nexo es el placer culinario como escape creativo frente a sus rutinarias vidas.
Ahora bien, ¿cuál fue el aporte para la humanidad de estas beneméritas damas que haya motivado semejante merecimiento y acontecimiento cinematográfico? Absolutamente ninguno. La popularidad que esta versión edulcorada de Doña Petrona C. de Gandulfo, quien vivió durante los años cincuenta a la sombra de su marido diplomático (típico de la época) y que un buen día se anotó en una escuela de cocina para ser chef donde aprendió los secretos de la “couisine française”, no alcanzó para revolucionar la cocina norteamericana y cambiar el paladar de un pueblo acostumbrado a la comida chatarra. Si hay algo que pudo realizar simplemente fue volcar en un libraco más de quinientas recetas para terminar con un programa de televisión en los sesenta que se mantuvo en el aire por dos décadas. No obstante, su obra fue fuente de inspiración para un contingente de mujeres modernas que trataron de emularla, entre ellas, la bienintencionada Julie que durante sus ratos de ocio se concentra en la titánica misión de cocinar todas las recetas y compartir su experiencia –enriquecedora por cierto- en un blog de Internet.
Si esa anécdota insignificante -que gracias a un forzado trabajo de guión- procura establecer un paralelismo entre las dos mujeres, mezclando la época del maccartismo con el post 11-S y aderezándolo con una pizca ínfima de humor y un sinfín de situaciones donde lo único que importa es la presentación de los platos, realmente estamos fritos.
Créase o no, lejos de hacer un retrato agudo del mundo femenino; lejos de intentar contar una historia de autosuperación o al menos recuperar el valor de lo artesanal frente a lo artificioso, la realizadora se empalaga hasta el hartazgo con su cursilería y banalidad sin lograr despegarse ni un centímetro de ese paralelismo estructurado en un pasado 
protagonizado por Julia y el presente animado por Julie. Sin dudas estamos en presencia del relato más obvio e insulso que jamás haya contado, quedando a cien años luz de lo que fueran por ejemplo Sintonía de amor (1993) o Tienes un e-mail (1998).
Una verdadera lástima teniendo a su disposición a la gran Amy Adams, quien vuelve a desplegar su naturalidad en la pantalla adueñándose de la película a punto tal de dejar a Meryl Streep a nivel de caricatura tras su forzada caracterización de la cocinera. Sí es de destacar un verdadero hallazgo de la directora al encontrar una versión satírica de Julia Child en un antiguo sketch del programa televisivo Saturday Night Live de la mano del genial Dan Aykroyd en el que se aprecia la excentricidad de este simpático personaje al que una película le quedaba demasiado grande.
Título: Julie & Julia.
Título Original: Idem.
Dirección: Nora Ephron.
Intérpretes: Meryl Streep, Amy Adams, Stanley Tucci, Chris Messina, Jane Lynch y Mary Lynn Rajskub.
Género: Biografía, Drama, Romance.
Clasificación: Apta todo público.
Duración: 123 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2009.
Distribuidora: UIP – Sony.
Fecha de Estreno: 17/09/2009.
Puntaje: 4 (cuatro)
