Por Pablo Arahuete
Con algunos altibajos y excesos narrativos pero siempre atenta al tono y a crear constantes momentos de emoción, Tan fuerte y tan cerca (Extremely Loud and Incredibly Close) es la cuarta película del director Stephen Daldry (The reader) y otra historia que toma como contexto la tragedia del atentado a las Torres Gemelas desde el punto de vista de un niño de 9 años.
A esa edad particular de la vida, la muerte de los seres queridos es algo tan impactante como inexplicable, del mismo modo que el impulso vital por querer conocer los misterios que esconde la existencia y por perseguir con fe ciega un objetivo o meta personal durante las etapas de transición o de duelo como en este particular caso.
Ese es el motor de acción dramática que detona la búsqueda del protagonista Oskar Schell (Thomas Horn), quien tras la muerte de su padre Thomas Schell (Tom Hanks), uno de los
miles que vieron apagarse sus vidas al caer las Torres Gemelas por encontrarse en el lugar de los hechos, encuentra una llave y un enigmático apellido Black que posiblemente encierre un mensaje o última misión que Thomas legó a Oskar como acostumbraba a hacer en vida.
El razonamiento o tal vez la ilusión de un destino moviliza al muchacho a construirse un sistema de búsqueda complejo y trazar coordenadas en un mapa de Nueva York para hallar el paradero de uno de los tantos Black que tengan alguna relación con su padre o una conexión aproximada con la llave misteriosa. Pero en su desesperada misión por la ciudad -a espaldas de su madre- que no es otra que la dura experiencia de elaborar la pérdida del padre y sustituir su ausencia aparece la figura de un anciano inquilino de la abuela de Oskar (Max Von Sidow), cuya particularidad es su estado de mutismo absoluto, aspecto que lo condiciona a comunicarse a través de carteles que debe escribir. Así las cosas, el niño hiperactivo y verborrágico en contraste con el abuelo postizo que no emite sonido entablan una relación muy especial desde los afectos y se complementan en la búsqueda, que marca un largo camino por recorrer.
Pese a las escasas apariciones de Tom Hanks, a quien se le reservan un puñado de flashbacks que el relato intercala en el ritmo pendular entre presente y pasado para marcar la cohesión de la trama y sus subtramas, resulta destacable la generosidad del actor así como ocurre en el caso de Sandra Bullock en el rol de madre para lucimiento del niño actor Thomas Horn, quien carga con el peso de protagonizar un melodrama que por momentos roza el sentimentalismo pero que no acude a golpes bajos para generar climas de intensidad dramática sino que gracias a su riqueza compositiva explotan fluidamente.
Daldry no es un director que se caracterice particularmente por la sutileza aunque sí por narrar prolijamente sus historias contando para esta ocasión con el guionista Eric Roth (Forrest Gump) que adaptó la novela de Jonathan Safran Foer teniendo en cuenta la eficacia del lenguaje cinematográfico para transmitir emociones sin exceso de palabras ni adjetivos grandilocuentes.
Con todos estos elementos a favor y la peligrosidad latente de recurrir a fórmulas y estereotipos, la novena película nominada al Oscar explora con meticulosidad el mundo interior de sus personajes; reflexiona desde la emoción genuina acerca de la culpa y el dolor, pero con una mirada puesta en el futuro para que el pasado sirva de aprendizaje tal como sucede en el derrotero iniciático de este niño conflictuado al que atraviesa la vida de los adultos, tanto los inocentes como los culpables de que nada cambie.
Título: Tan fuerte y tan cerca.
Título Original: Extremely Loud & Incredibly Close.
Dirección: Stephen Daldry.
Intérpretes: Thomas Horn, Tom Hanks, Sandra Bullock, Max von Sydow, Viola Davis, Jeffrey Wright, John Goodman, Zoe Caldwell.
Género: Aventura, Drama, Misterio, Basado en novela.
Clasificación: Apta mayores de 13 años con reservas.
Duración: 129 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2011.
Distribuidora: Warner Bros.
Fecha de Estreno: 23/02/2012.
Puntaje: 7 (siete)
