Título: Los 33
Título Original: The 33
Director: Patricia Riggen
Clasificación: No Disponible
Duración: 120 minutos
Género: Basada en libro, drama, hecho real
Distribuidora: Fox
Origen: Chile – Estados Unidos
Año Realización: 2015
Fecha de estreno: 27/08/2015
Intérpretes: Cote de Pablo, Antonio Banderas, Juliette Binoche, Gabriel Byrne, Rodrigo Santoro, James Brolin, Lou Diamond Phillip y Bob Gunton.
Puntaje: 4 (cuatro)
Por Pablo Arahuete
Y sí, tenía que pasar: era indispensable que el accidente minero más importante de la historia de Chile, la mina de San José, en la localidad de Copiapó, en la que permanecieron durante dos meses 33 mineros a la espera de un rescate, tuviera que pasar por el tamiz cinematográfico de Hollywood, donde Juliette Binoche vende empanadas y Antonio Banderas arenga a 700 metros por debajo de la superficie.
Los 33 (2015) está dirigida por la mexicana Patricia Riggen, se basa en una versión libre de la novela Pulitzer de Héctor Tobar y cuenta con cuatro acreditados en el guión: Mikko Alanne, Craig Borten, José Rivera y Michael Thomas. Costó, según datos oficiales, 45 millones de dólares y a pesar de las polémicas suscitadas en su país de origen por su lavada de cara con vistas a propaganda política del ex presidente Sebastián Piñera, debe decirse que su mayor problema es la falta de credibilidad en cuanto a la verosimilitud del conflicto bajo tierra, en relación a todo lo que sucede en la superficie.
El racimo de historias que se abren como subtramas arraigadas a personajes principales que se encuentran en la mina, como por ejemplo el interpretado por Banderas, en el rol de Mario Sepúlveda o aquel en la piel de Lou Diamond Phillip, Luis Urzua ‘Don Lucho’, el capataz y nexo entre la empresa minera y los operarios, quien anticipaba la catástrofe a sus superiores, ocupa dentro de la trama un espacio demasiado importante si tenemos en cuenta que el corazón de la historia debería haberse concentrado en los pormenores de los sobrevivientes.
Abarcar mucho para contar poco implica, por un lado un desentendimiento de los ribetes oscuros que podía traer la transposición cronológica a la pantalla grande, con la expresa idea de omitir aquellas zonas grises para establecer rápidamente la dinámica de toda épica humanista versus la inescrupulosidad de los poderosos, en el contexto de un accidente evitable con indicios de catástrofe que sacudió la opinión pública mundial.
El producto hollywoodense que termina siendo Los 33 puede analizarse sencillamente tomando apuntes de quiénes son los héroes en la historia; cómo se evita un retrato más palpable de las contradicciones internas en los propios rescatistas y, en definitiva, cómo se resguarda la figura del político de turno Sebastián Piñera y su ministro de minería –humano- a cargo del actor brasilero Rodrigo Santoro.
Los aspectos técnicos de esta coproducción entre Chile y Estados Unidos no merecen crítica alguna y la dirección junto al desplazamiento en lo que al refugio donde estaban los 33 mineros se refiere, tampoco. No hay demasiadas escenas para recordar como cine catástrofe per sé en una película mucho más orientada a los aspectos humanos; a la voluntad y a la amistad entre los hombres atrapados bajo tierra, coronada en un epílogo complaciente a la vez que emotivo.
Lo que es inconcebible es el apartado onírico simultáneo, en el que cada uno de los famélicos mineros experimenta alucinaciones con grandes banquetes y en las que una luz blanca contrasta con la opacidad y oscuridad del ambiente, al mejor estilo berreta, grasa y marca registrada del cine hollywoodense de baja estofa.
