Por Alex Arellano
Enfrentarse al cierre de una etapa es algo muy difícil para cualquier persona. Más aún cuando está ligada a la pasión y la profesión que tanto se ama. Esta ingrata situación se da con frecuencia en el mundo deportivo, donde los atletas próximos al retiro comienzan a preguntarse qué será de sus vidas al llegar ese momento. Leonardo Sbaraglia y Eva de Dominici se enfrentan al amor, la pasión y la frustración en la adaptación al cine de la novela venezolana Sangre en la boca (2015).
Todo comienza con la última pelea y el retiro de Ramón “El tigre” Alvia. El campeón sudamericano se baja del ring y se aleja de su pasión y vocación, con mucha nostalgia y un futuro incierto. Pese a su esposa y sus hijos, “El tigre” no sabe en dónde pasar su tiempo libre y recurre nuevamente al ejercicio en el gimnasio de su entrenador. Todo transcurría normal, hasta que posó su mirada en Déborah (Eva de Dominici), una joven boxeadora de Misiones. Ese instante lo cambió todo.
Sangre en la boca cuenta con la dirección de Hernán Belón, un apasionado del boxeo cuya admiración por la película Gatica, El Mono (1993), deja algunos guiños en escenas particulares. El director decidió adaptar el cuento venezolano y según sus propias palabras se permitió meterse dentro de la historia y modificarla a su gusto. Desde su cámara, le ha dado prioridad a una historia de pasión tóxica entre dos personas que se nutren del otro para conseguir sus propios objetivos y su meta final. Ha tenido un gran acierto en el casting, principalmente en los protagonistas, pero también en el resto del elenco.
La puesta escénica es de lo más destacable de la obra, ya que los lugares elegidos son un fiel reflejo del contexto psicológico del personaje, deja expuesto el tipo de persona que es el protagonista y cómo eso influye en su vida cotidiana y lo hará en su futuro.
El guión tiene un claro foco en el cual está centrado y rara vez se desvía para mostrar otro tipo de historia. Por momentos, quedan incógnitas para el espectador en cuanto al contexto familiar y demás vicisitudes del texto, pero está marcado que no son relevantes para la historia en sí, sino que son un atenuante del mismo guión.
Por supuesto el punto más fuerte de la película son las actuaciones, y sobre todo la personificación de “El Tigre” por parte de Sbaraglia, un personaje que se rehúsa a colgar los guantes y que al encontrar una joven boxeadora se nutre de su vitalidad para intentar volver a sentirse vivo. Eso, sumado a todos los atenuantes de un protagonista que cumple con varios clichés del estereotipo del boxeador. “El Tigre” es un tipo carismático, que despertará amores y odios dentro de cada persona, es un hombre que constantemente busca el golpe final.
Eva de Dominici también se luce interpretando a Déborah, adquiriendo el léxico de una chica humilde proveniente de Misiones y haciendo hincapié en la preparación física y la composición de un personaje a la altura de Sbaraglia.
Sangre en la boca (2015) es una película con un guión más que interesante, con actuaciones brillantes que despertarán todo tipo de sensaciones en el espectador. Es una obra que transmite varios mensajes, pero sobre todo expone cómo es la vida de la mayoría de los deportistas, y cómo el momento del retiro es un quiebre en la vida de cada uno de ellos.
Título: Sangre en la boca
Dirección: Hernán Belón
Intérpretes: Leonardo Sbaraglia, Eva De Dominici, Erica Bianchi, Osmar Núñez, Claudio Rissi, Benicio Mutti Spinetta, Camila Zolezzi, Aldo Onofri, Richard Wagener
Calificación: No disponible
Género: Drama, Deporte
Duración: 97 minutos
Origen: Argentina, Italia
Año de realización: 2015
Distribuidora: Distribution Company
Fecha de estreno: 25/08/2016
Puntaje 8 (ocho)
https://www.youtube.com/watch?v=3DgzIsFK0E4