Por Pablo Arahuete
A muchos lectores el nombre de Carlos Masoch les resultará tan ajeno como el de el Reverendo Douglas Vinci. Sin embargo, hay algo que los une a estas dos personalidades: El arte. Arte con mayúsculas que solamente ejercen los artistas y esa palabra tan bastardeada, tan barata en el mundo de la cultura no hace otra cosa que confirmar que en los tiempos modernos, de gratificaciones virtuales y mediatas los verdaderos artistas son una especie en peligro de extinción. La culpa de no es de ellos principalmente ni tampoco se reduce a una búsqueda de factores siempre ligados a nuestra realidad, a la devaluación del trabajo del artista antes de ver su obra consumada. Como si detrás de ese resultado que se plasma esporádicamente en muchos casos estuviera todo y en el bosque de la creatividad la existencia de tantos árboles no permitiera distinguir aquellos que verdaderamente aportan belleza al paisaje cuando la mirada busca ir más lejos.
Ir más lejos tal vez es uno de los horizontes que todo multifacético artista se impone mientras vive y para vivir del arte que no es lo mismo que vivir para el arte se encuentra el quid de la cuestión. Carlos Masoch en el presente abandonó a Douglas Vinci hace mucho tiempo pero no reniega cuando desde este documental a un amigo y a un artista se lo confronta con su juventud radial junto a Lalo Mir en uno de los programas más emblemáticos y simbólicos de la vieja y querida radio Rock’n’Pop. Otros locos de la azotea que llevaban al extremo su vida para hacer programas de radio, un grupo de Rock llamado A mamá le dieron dos años mientras vivían y tal vez dudaban de despertar de ese sueño de la desmesura sin filtro y de la creación sin red.
Eso es lo primero que se percibe en el Carlos Masoch pintor, en la pérdida de la visión por la entrega a su arte, prolífico, con una mitología propia que siempre emerge de la propia inconciencia, de jugar con el loco que habita en lo más profundo de su misticismo pero también de la renuncia a lo epicúreo, como ese filósofo Diógenes acompañado del perro.
En este caso la cámara de Pablo Doudchitzky acompaña en el viaje hacia atrás mientras el material de archivo del vhs le gana su batalla al tiempo para encontrarnos con perlitas y personalidades que a lo largo del metraje entablan diálogos interesantes con el artista. Pero además de observarlo en su intimidad, con un absoluto despojo de todo pudor por mostrarse a veces enchastrado y otras desaliñado, el espectador termina encontrando un prisma sobre la misma figura. Lejos de hacer foco en una u otra faceta, el derrotero por las calles del pintor y su obra para ser exhibido en una galería marca el camino desde el arte.
Sin embargo, otro aspecto de este retrato, otros colores de un paisaje interior se reflejan en la selva misionera donde Carlos Masoch entabla otro tipo de viaje hacia sus propios límites, miedos y en definitiva ese cuadro que aún no se pintó.
Título: Masoch
Título Original: idem
Dirección: Pablo Doudchitzky
Intérpretes: Carlos Masoch, Lalo Mir
Género: Documental
Clasificación: Apta todo público
Duración: 70 minutos
Origen: Argentina
Año de realización: 2017
Distribuidora: Independiente
Fecha de Estreno:14/12/2017
Puntaje: 8 (Ocho)