El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y CineFreaks Argentina, despiden al querido y entrañable Pascual Condito, quien fuera dueño de la histórica distribuidora de cine Primer Plano Film Group.
Su aporte a la distribución de cine internacional y sobre todo nacional, en donde concentró sus esfuerzos desde 2001, fue fundamental.
Todo el sector sabía dónde ubicarlo a la hora de solicitarle la distribución de una película, o un consejo, no hacía falta recordar la dirección exacta, con mencionar que en el edificio de la calle Riobamba casi esquina Lavalle era suficiente, porque Primer Plano fue una marca registrada en esa época donde las distribuidoras se concentraban en esa zona, el barrio del cine.
La industria audiovisual argentina paso por Primer Plano, confiaron realizadores y realizadoras, así también productores y muchos otros actores relacionados a la industria audiovisual nacional.
Para el entrañable Pascual ese barrio era su mundo, su ciudad, si no lo encontraban en la distribuidora seguro estaba en el bar de la equina tomando un café o comiendo, acompañado por alguien del sector y revisando la cartelera o las críticas en los diarios en papel.
En una entrevista alguna vez comentó “por allí, por Riobamba, pasaron muchas etapas… y me pude reinventar… venía mal con el tema distribución, y con ‘Historias mínimas’ me di cuenta de que en el exterior había mucho interés por el cine argentino, y por eso decidí dedicarme al cine nacional y me propuse lograr cinco cosas que son difíciles de hacer aquí: vender, pedir autorización, cobrar, pagar y entregar el material”; algo de todo esto se puede recordar, ver o descubrir en el documental Tras la pantalla, de Marcos Martínez.
En algún momento se animó y coqueteó con la profesión de actor, participó en cortos, largos a través de innumerables cameos en distintas películas del cine argentino, cumpliendo un sueño de su niñez, que en este triste momento se convierten en documentos sobre su participación en la actividad. Logró ser famoso, pertenecer y hacerse querer a fuerza de pasión, trabajo y terquedad en ese mundo que tanto admiraba desde niño.
También nos queda Vida de película, un relato que recrea su extraordinaria vida, en donde los que no lo conocieron, descubrirán a un personaje entrañable y muy querido en la industria cinematográfica argentina.
Saludamos afectuosamente a sus familiares, amigos y colegas en este momento de dolor por su partida.