Cinco años después de que el fan acérrimo de Harry Potter viese que su mago favorito colgara su varita, David Yates –quien dirigiese La Orden del Fénix, El Misterio del Príncipe y Las Reliquias de la Muerte– nos trasladó a una época pasada y nos sumergió en el mismo universo mágico con la que estaba llamada a ser el comienzo de un nuevo fenómeno de J.K Rowling: Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos. Por desgracia, la mayoría de potterheads –entre los que me incluyo– se vieron deshechizados por una historia alejada de las mejores fragancias mágicas y no dotada de cimientos sólidos para construir un edificio de cinco plantas. Así las cosas, en 2018 decidieron cambiar radicalmente el tono, la trama y la ubicación, pero los problemas de base seguían estando ahí. Personajes sin apenas desarrollo y metidos con calzador dentro de una historia más turbia y enigmática que su antecesora.
No obstante, esas mismas figuras, algunas de ellas emblemáticas, fueron la razón de ser por la que el espectador lograse una pequeña recompensa. Ahora, después de cuatros años y unos cuantos contratiempos de producción, llega bien la entrega más esperada de todas –ya sea porque el fan tenga la esperanza de redimirse de sus aceptables pero fallidas antecesoras, por ver a Mads Mikkelsen desenvolverse en duelo con una varita o por descubrir todos los enigmas que se nos habían planteado con anterioridad– o bien la que menos interés cause entre todos los conocedores de la saga –puesto que a estas alturas, muchos ya se habrán bajado del barco–.
Es difícil levantar el vuelo de una saga mal estructurada desde el principio –sino que se lo digan a Disney y su rompecabezas intergaláctico–, pero, partiendo de la base de que nos vamos a encontrar con los inconvenientes que se llevan lastrando durante toda esta saga animalista –casi nula y atolondrada presentación de personajes, trama poco relevante, tímido trasfondo en sus subtramas– esta entrega tiene argumentos sólidos para sostenerse de pie. Una película que ha pensado en todo tipo de público, tanto en el fan de los dramas románticos y políticos, los amantes de la fantasía más seductora, y hasta en los más pequeños infantes, quienes se lo pasarán de diez viendo a su querido Scamander haciendo el cangrejo.
Aun así, dentro del infantilismo que podemos observar en este título, nos encontramos con el fascículo más adulto y sobrio de la trilogía, bien por su oscura atmósfera o por el trasfondo político que se esconde en ella. Sí, podemos decir que Mads Mikkelsen se ha convertido en Hitler, y dentro del congreso de magia hay unos cuantos fascistas vendidos para la causa.
Aunque la razón de ser de este título –por algo tiene por nombre Los Secretos de Dumbledore– es descubrir los temores y enigmas internos del mago más poderoso que Hogwarts haya presenciado. Nada más comenzar, se nos sitúa en un restaurante con dos invitados de lujo: Mads Mikkelsen y Jude Law. A partir de ahí, el espectador irá descubriendo más sobre este furtivo romance, la relación entre Albus y su hermano Aberforth y una de las cuestiones que más espera resolver el potterhead tras lo acontecido en Los Crímenes de Grindelwald: ¿qué se esconde detrás de la supuesta figura de Aurelius Dumbledore? Todo esto que se ha comentado, como se ha dicho en párrafos anteriores, no se desarrolla de la manera detallada y/o exhaustiva con la que debiese, todo se resuelve con finas pinceladas; aun así, estos pequeños detalles son lo que hacen que uno entre de lleno en la partida.
Pese a todo esto, la trama principal de este conjunto es la elección del nuevo ministro de magia. Y para intentar evitar que Grindelwald se haga con el poder, contamos con rostros ya conocidos como los hermanos Scamander o Jacob Kowalski y nuevos personajes como Eulalie Hicks, Yusuf Kama y Bunty. Ellos jugarán tanto con nuestro despiste como con el suyo, desembocando en una esperadísima batalla final visualmente rica en forma y algo escasa en su trasfondo.
En conclusión, para el que escribe estas líneas, Animales Fantásticos: Los Secretos de Dumbledore es la mejor y más personal –se perciben movimientos rápidos de cámara que recordarán al David Yates de la primera parte de las Reliquias de la muerte, así como su tono más oscuro– entrega de la trilogía, donde el potterhead vibrará con leitmotivs que le trasladarán a zonas ya transitadas de este mágico y fantástico universo. Más intimista que activa y, como dicen en la película, imperfecta cual muggle; no obstante, lo importante es intentar hacerlo bien.
Y esta vez, con menor o mayor atino, se consigue. Una tercera parte que, a falta de profundizar, trata temas interesantes –políticos, familiares, amorosos– y que te deja con ganas de conocer el destino de una saga que, pese a parecer estar atada con alambre, ha encontrado su saeta de fuego para levantar el vuelo. Aunque puede que ya sea demasiado tarde para retomar el partido, este servidor ha conseguido adentrarse en esta historia y quiere que el viaje continúe, pero todo dependerá del éxito que coseche en taquilla.
Título: Animales fantásticos: Los secretos de Dumbledore.
Título Original: Fantastic Beasts: The Secrets of Dumbledore.
Dirección: David Yates.
Intérpretes: Mads Mikkelsen, Jude Law, Eddie Redmayne, Ezra Miller, Katherine Waterston, Alison Sudol, Dan Fogler, Jessica Williams, Jeremy Azis, Fiona Glascott y Callum Turner.
Género: Aventura, Familiar, Fantasía.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 142 minutos.
Origen: EE.UU./ Reino Unido.
Año de realización: 2022.
Distribuidora: Warner Bros.
Fecha de Estreno: 14/04/2022.
Puntaje: 7 (siete)
Gentileza: Cine Nueva Tribuna (España)