Por Santiago Ortiz Martín, corresponsal Cine Nueva Tribuna, España
En El Buen Patrón Fernando León de Aranoa vuelve a sus orígenes tratando un tema tan delicado como es el paro, pero impregnando de humor negro a este retrato de la despersonalización y el deterioro de las relaciones laborales, paisaje de un tiempo en el que los anticuados conceptos como solidaridad, ética o bien común parecen haber sido borrados del mapa del empleo por la lógica del beneficio y la precariedad.
Básculas Blanco, una empresa de producción de balanzas industriales en una ciudad de provincias, aguarda la visita de una comisión de la que depende la obtención de un premio local a la Excelencia Empresarial: las cosas deben ser perfectas para ese momento. Sin embargo, todo parece confabularse en contra. En el poco tiempo del que dispone, Blanco (Bardem) intenta devolver a su empresa el equilibrio perdido: trata de resolver los problemas de sus empleados, cruzando para ello todas las líneas imaginables.
Javier Bardem protagoniza un relato tragicómico del maltrecho ecosistema laboral, sin héroes ni villanos, alejado de cualquier maniqueísmo. Una comedia ácida, gris oscura, casi negra. Una mirada corrosiva sobre las relaciones personales y laborales dentro de una empresa familiar que ocupa a un centenar trabajadores.
Tenemos ante nosotros una película llena de celos, abuso, traición, poder, vasallaje, rivalidad, venganza, ambición, sexo, e incluso la muerte, todos los grandes temas de las tragedias clásicas, caben en el enrevesado entramado de intereses, mezquindades y ambiciones de una pequeña empresa de fabricación de balanzas, en una ciudad de provincias cualquiera.
El filme nos muestra la verdadera realidad del mundo empresarial y del empresario que hace cualquier cosa por el bienestar de su trabajo aunque a veces tenga que pasar la línea de la legalidad, pero también al ser una empresa de basculas hay que buscar un equilibrio para que la maquinaria funcione y para ello siempre hay que tomar decisiones difíciles como es despedir a los empleados por el mejor funcionamiento de la empresa, aunque también vemos que los chantajes y las manipulaciones están a la orden del día.
El buen patrón es en cierto modo el contraplano de Los lunes al sol, su reverso tenebroso. Si aquella película se ocupaba del desempleo, esta describe el precario paisaje del empleo con parecidas claves estéticas y narrativas: un relato coral tejido de historias que se entrelazan e interactúan perversamente, atravesado por la seductora personalidad de Blanco.
Fernando León de Aranoa nos tiene acostumbrados a realizar películas de critica social, pero en esta ocasión nos trae una historia de crítica edulcorada con la comedia negra para tratar un tema tan de actualidad como el paro y las consecuencias que un despido provoca en los afectados. La cinta nos mueve a través del mundo empresarial y cómo el jefe de la empresa hará lo que haga falta por conseguir el reconocimiento que se merece y el equilibrio aunque haga trampa para que la armonía fluya entre todos los miembros de la empresa o, como dice en la película, cuidar de sus hijos y Javier bardem lo consigue aunque con algunos trucos como buen jefe que es; es decir, vemos un jefe infiltrado aunque sin disfraz.
En cuanto al reparto, tenemos al patrón de este barco como es Javier Bardem (Blanco) que su papel en esta película recuerda mucho al que hizo de Pablo Escobar hace unos años, pero esta vez crea un personaje carismático, un jugador de ventaja que se mete sin pudor en la vida de sus trabajadores para mejorar la productividad de su empresa, cruzando todas las líneas éticas, y sin posibilidad de retorno. Un personaje al que, pese a su amoralidad, sentimos cercano. Acaso un retrato de lo que somos, o de lo que tememos llegar a ser. Luego tenemos a Liliana (Almudena Amor) trabajadora en prácticas en el departamento de marketing, recién licenciada. Resuelta, determinada y atractiva, Liliana podría no ser del todo lo que aparenta ser. Se está creando una imagen porque tras realizar esta cinta, la veremos pronto de nuevo como protagonista en la película de terror de Paco Plaza La Abuela.
Por otro lado tenemos a Miralles (Manolo Solo), mano derecha del patrón, su hombre fuerte y su interpretación a pesar de los problemas que tiene es bastante divertida. También tenemos a José (Oscar de la Fuente) un desahuciado por Blanco y que su único objetivo es mostrar la verdadera cara del patrón y su juego sucio. También tenemos a otros personajes a lo largo de la película que tienen sus momentos pero no aportan tanto como los mencionados anteriormente.
En definitiva, El buen patrón es una muestra de la cruda realidad del mundo empresarial y de como un tema tan delicado como es el paro, Fernando lo convierte en una comedia negra llena de tramas, chantajes y perversión con un toque de crítica social y de cómo los jefes hacen lo que haga falta para conseguir los éxitos de la compañía.
Título: El buen patrón.
Título Original: Idem.
Dirección: Fernando León de Aranoa.
Intérpretes: Javier Bardem, Manolo Solo, Almudena Amor, Óscar de la Fuente, Sonia Almarcha, Fernando Albizu, Tarik Rmili, Rafa Castejón, Celso Bugallo, Yaël Belicha, Martín Páez.
Género: Comedia, Drama.
Clasificación: No disponible.
Duración: 120 minutos.
Origen: España.
Año de realización: 2021.
Distribuidora: Buena Vista – Disney.
Fecha de Estreno: 28/04/2022.
Puntaje: 8 (ocho)