Por Alex Arellano
Thor: Amor y trueno es la cuarta entrega de la saga del vikingo cósmico del MCU. A diferencia de sus predecesoras, en esta oportunidad el director Taika Waititi apostó por hacer una película dedicada casi plenamente a la comedia para narrar la nueva aventura de Thor (Chris Hemswhorth), que vuelve a la pantalla luego de los acontecimientos de Avengers: Endgame.
Con una vida rutinaria, solitaria, sostenida en la batalla y la amistad con los Guardianes de la Galaxia, así como con su compañero Korg (Taika Waititi), Thor pasa sus días sin encontrar un horizonte, casi como un ente, que se dedica a ayudar a otros planetas de los ataques que sufren por enemigos eventuales.
Pese a esto, prontamente se presentan dos puntos de inflexión para el héroe. Primero la aparición de un nuevo villano, Gorr, el carnicero de los Dioses (Christian Bale), quien representa una verdadera amenaza para el protagonista, así como a su vez la inclusión de Jane Foster (Natalie Portman) científica y ex novia de Thor, que, tras sentir el llamado del Mjolnir, tomará el rol de protectora de Nueva Asgard en la tierra ante la ausencia de su fundador y en ayuda de su rey, Valquiria (Tessa Thompson).
Un acierto de Waititi es haberle dado el rol del dramatismo y la seriedad al personaje de Bale, presentado desde el comienzo como un hombre defraudado por su Dios, que dejó morir a su hija por inanición en medio del desierto. Tal motivo, sumado a su “fortuito” encuentro con el simbionte All-Black, en forma de espada, que le permite matar a los Dioses y utilizar y llevar la oscuridad adonde vaya, lo convierten en un villano más que interesante. La actuación de Bale compuesta de oscuridad y dolor, con el claro objetivo de venganza, se nota claramente en su gestualidad escena por escena, capaz de transmitir el miedo y el odio a los dioses haciendo que se luzca en su nuevo papel.
Es atrayente también la selección de los colores para definir los momentos en la película, dado que Gorr vive en una oscuridad inmersa en su interior, hay escenas en blanco y negro que van a reflejar la intensidad de algunas situaciones y demostrar el dolor en diálogos señalados. Lo que a su vez dota al villano de un gran poder.
La contraparte de esta oscuridad se da desde la aparición de Thor con quince minutos de comedia plena, donde tanto el protagonista como personajes de reparto, encarnados por actores y actrices muy conocidos, harán estallar de risa a cada persona en la sala. Los gags que se producen tanto con los guardianes de la galaxia como la diversión en Nueva Asgard van a ser los propulsores de las carcajadas.
Hemsworth tiene algunos puntos altos en su actuación, más que nada teniendo en cuenta que no es fácil representar un personaje del cual se espera prácticamente que corte al medio todo lo que tenga a su paso. Sin embargo, por momentos se nota ese vacío sentimental al inicio de la película, como a su vez su contento y alivio al encontrarse con Jane y su padecimiento ante Gorr.
Pero tal lo escrito previamente, el otro punto de inflexión es la llegada de Jane Foster, lo que le otorga a la película el sedimento de un romance que dejó recuerdos y heridas en la expareja. Natalie Portman realiza muy bien su papel, al principio de dureza y desinterés fingido, como sucede con dos ex que se encuentran después de mucho tiempo, y a su vez tomando la posta del martillo de Thor y pasando de ser una simple humana a convertirse en una heroína digna de la trama y demostrando una gran altura, llevando a cabo un guion que es duro para su personaje que requiere fortalezas y debilidades.
Las idas y vueltas entre ella y Hemsworth, obviamente se tornarán central en la película, sumada a su complicidad con Valquiria, que traerá muchas escenas de comedia, junto con los flashbacks, tanto de la relación, como de Thor, ayudarán mucho a reforzar estos pasajes.
La pregunta entonces es: ante tanto drama, tanta comedia e incluyendo el romance… ¿dónde está la acción en una película de superhéroes? Sinceramente son contadas las escenas de lucha y pelea en esta realización. Lo cual no hace que su calidad sea mala, pero comparando con otros films del mundo Marvel, da la impresión de que se queda corto. Siempre insistiendo en que por lo general es lo más buscado en este tipo de subgénero.
Otro punto aparte de todo esto es la musicalización de la película, casi enteramente compuesta por canciones de Guns N’ Roses, que se puede tomar como una buena conjunción de la simbología del amor y el trueno. Sobre todo, teniendo en cuenta las power ballads que determinan al Hard Rock, que esta banda representa, con canciones de gran intensidad instrumental y letras nostálgicas. Sin dudas es un muy buen complemento, sobre todo para acompañar escenas puntuales.
Por todo esto podemos señalar a Thor: Amor y trueno, como una entretenida comedia romántica con una complejidad emocional muy bien lograda en su guion en general, donde la acción es un componente que se desarrolla por momentos, como medio para llegar a un fin. En conclusión, particularmente en este film, el foco no está puesto en lo trepidante sino en el desarrollo de otros aspectos de los personajes.
Título: Thor: Amor y trueno.
Título Original: Thor: Love and thunder.
Dirección: Taika Waititi.
Intérpretes: Chris Hemsworth, Natalie Portman, Christian Bale, Tessa Thompson, Chris Pratt, Jaimie Alexander, Karen Gillan, Dave Bautista, Pom Klementieff, Russell Crowe, Sean Gunn y Akosia Sabet.
Género: Basado en cómic, Acción, Aventura, Comedia.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 119 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2022.
Distribuidora: Buena Vista – Disney.
Fecha de Estreno: 07/07/2022.
Puntaje: 7 (siete)