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jueves, 21 noviembre 2024
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La sirenita: Uno de los remakes de Disney mejor renovados

Por Isel Sánchez, corresponsal Cine Nueva Tribuna, España

Desde que en 2010 se estrenara el remake de Alicia en el País de las Maravillas surgió una necesidad en Disney de adaptar todos sus clásicos animados a acción real. En estos trece años se han estrenado la friolera de diecisiete y hay tres con fecha de estreno prevista. Cada vez que uno se anuncia el público general se muestra reticente: que si es innecesario, que si van a arruinar la película de su infancia, que si el casting, que si el diseño de personajes… Pero en la mayoría de los casos revientan la taquilla. Al final la nostalgia manda y las salas se llenan. E incluso llenándolas, en muchas ocasiones no terminan de cautivar. Si prácticamente calcan la versión animada, como es el caso de El Rey León (2019), no era necesaria. Si añaden tramas, como en Aladdin (2019), les han cambiado la película que recordaban. El público busca fidelidad con lo que ellos recuerdan, algo que les transporte a su infancia y al final estas películas funcionan en taquilla por eso. Ante la duda de si gustan o no, son éxitos, y la compañía va a seguir haciendo estas “reimaginaciones” como les gusta bautizarlas.

Halle Bailey nació para ser sirena

La Sirenita llega haciendo mucho ruido. La elección del reparto y el diseño de personajes han generado un debate intenso y después de meses de espera llega la hora de juzgar el resultado final. Es imposible no estar comparándola en muchas ocasiones con la original, la cual va a toda velocidad; en 80 minutos suceden muchísimas cosas y hay acciones que no tienen casi justificación, pero al ser animación, es efectivo. En un “live-action” eso no funciona así.

Esta versión dura casi una hora más que la original, tiempo suficiente para profundizar en la historia. Aquí casi todos ganan. Para empezar, Ariel. Halle Bailey se come la pantalla en todo momento con su carisma. Muchos pensarán: “ojalá la nueva Ariel se pareciese más a la original” y sinceramente, ojalá la original se pareciese más a esta. Su voz y rostro son de sirena. Tanto, que parece haber nacido con una cola de pez y que sus piernas son efectos visuales. Sigue siendo inocente y testaruda, sí, pero aquí en ciertos momentos es sensata, recapacita más y reconoce sus acciones; quizá choca un poco en el tema del trato con Úrsula aunque sí que es cierto que ahora se lo piensa más. Su enamoramiento e historia con Eric está mucho mejor justificada. Representa un sentimiento de libertad y no es tanto un capricho. Además, cuando empiezan a conocerse, su romance está muy bien construido y es más coherente. Todo esto también apoyado por una mayor profundidad en el desarrollo de Eric. Quizá la interpretación de Jonah Hauer-King no es de lo más icónica, pero el personaje tiene objetivos claros, espíritu de aventura, quiere ser comprendido por su familia (lo que hace que se identifique más con Ariel) y una canción que lo aúpa.

¿El fotorrealismo es acertado?

Seguro que el mayor miedo de la mayoría son los animales. Decidieron que tuvieran un aspecto fotorrealista y cuando se anunció, teniendo el precedente de El Rey León en la que los animales carecían de expresividad, no tuvo muy buena recepción. El único que me da esa sensación de inexpresividad es Flounder, aunque al no tener mucha participación, se olvida fácilmente. Sebastián es probablemente el personaje más querido de la original y muchos van a quedar descontentos con el resultado; es verdad que su aspecto varía bastante, que no es tan creído y que no tiene tanta pasión por la música, pero su desquicie vigilando a Ariel y su “antiquímica” con Scuttle lo siguen manteniendo como un personaje notable. Hablando de Scuttle, la gaviota es la gran revelación. Awkwafina le da un toque gamberro que funciona muy bien como alivio cómico. Sin duda, una de las mayores sorpresas.

Quizá de Úrsula se esperaba más. No tiene más trama de la que ya tenía y se nota. Melissa McCarthy hace un buen trabajo y es una lástima que le dio miedo llegar a lo “camp”. Tiene un par de puntos que parecen llevarla a un terreno más cómico pero finalmente se quedan ahí. Tritón está sin más. Al no vivir con sus hijas en esta ocasión, sino que se reúnen cada cierto tiempo, la parte sobreprotectora queda un poco desdibujada.

Las sirenas cantan, pero no como querríamos

En el apartado visual tengo sentimientos encontrados. Fuera del agua no hay prácticamente nada que comentar, todo es muy decente. Sin embargo, en el mar ocurren dos cosas. Por un lado, cuando se pone en “modo documental” se ve realmente bien y recuerda mucho a la estética de Buscando a Nemo (2003). Las olas, la fauna y la flora son preciosas. El problema viene con los personajes acuáticos humanoides. No me creo ni que las sirenas, ni Tritón estén ahí. Los efectos cantan demasiado, sobre todo en las escenas iluminadas en las que Ariel está nadando y te sacan muchísimo de la película. En cambio, con Úrsula se disimula un poco más porque sus escenas son más oscuras. Por una parte, echo en falta un reino y más personajes, aunque viendo los problemas de CGI que tiene, prefiero que se los hayan ahorrado.

En lo musical sigue siendo una fiesta

Seguramente una de las razones de mayor peso para acudir al cine sean los números musicales. Se han suprimido tres canciones y añadido cuatro, además de que “Bésala” y “Pobres Almas en Desgracia” han sufrido variaciones en la letra. Estas dos últimas y “Parte de Él” son un copia y pega visualmente. Destacaría el cambio obligado que ocurre con los animales en “Bésala”, con muy ingeniosa resolución. Tristemente, “Bajo el Mar” queda algo pobre. El realismo impide que los animales se muevan con fluidez, además de que salvo algún coro, ningún otro animal canta y tiene que intervenir Ariel.

Las nuevas canciones van a tener una reacción dividida. La de Eric, “Un Mar Inexplorado” , me convence y sirve para dar mayor profundidad al personaje. Ariel tiene una al salir del mar llamada “Por Vez Primera” que rápidamente me recordó a Vaiana. Donde más se nota la mano en la letra de Lin-Manuel Miranda es en el “rap” de Scuttle y Sebastián, que me recuerda a la canción de Zazú que añadieron en la versión animada de El Rey león. No tiene mucho sentido y va a chirriar pero me hizo bastante gracia. Si la animada tenía una repetición de “Parte de Él”, esta tiene una segunda muy breve y triste.

No he mencionado hasta ahora al director, Rob Marshall, que lleva ya cuatro películas “de encargo” para Disney tras (para mí) la película más floja de Piratas del Caribe: Navegando en aguas misteriosas (2011), y los musicales En el bosque (2014) y El Regreso de Mary Poppins (2018). Sin embargo, no olvidemos que en una época pasada rodó la ya mítica Memorias de una Geisha (2005) y la ganadora al Oscar a mejor película Chicago (2002). Si él ha tomado las decisiones de los cambios, chapó porque ha acertado con la mayoría. Sin embargo, en los momentos de pantalla azul, hay que pedirle más.

A pesar de sus 135 minutos, no se hace pesada en ningún momento. Donde más añadido hay es en la fase en la que Ariel y Eric se están conociendo y enamorando y funciona tan bien que no echas de menos el mar. Quizá el clímax aparece muy de pronto y pide más pero el cierre posterior es precioso. En definitiva, un remake más que dividirá al público pero que sin duda se renueva muy bien en lo narrativo y que respira magia Disney en casi todo momento.

Título: La sirenita.
Título original: The little mermaid.
Dirección: Rob Marshall.
Intérpretes: Halle Bailey, Jonah Hauer-King Prince, Melissa McCarthy, ‎Javier Bardem, Daveed Diggs, Awkwafina, Jacob Tremblay, Lorena Andrea, Sienna King.
Género: Remake live action, Fantasía, Aventura.
Calificación: Apta para todo público, con reservas.
Duración: 135 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2023.
Distribuidora: Buena Vista – Disney.
Fecha de estreno: 25/05/2023.

Puntaje: 7 (siete)

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