back to top
viernes, 22 noviembre 2024
InicioCríticaEl experimento: Psicología errática

El experimento: Psicología errática

Por Juan Blanco

El Experimento es un doble juego de ficciones en el que dentro de la misma representación del film, ciudadanos comunes a su vez se prestan para representar a un grupo de convictos y guardias de una prisión simulada, con el objeto de someterse a un –peligroso- estudio psicológico sobre el hombre en situaciones extremas. La película alemana de Oliver Hirschbiegel, adaptada de la novela “Caja Negra” de Mario Giordano, a su vez inspirada en acontecimientos verídicos, es una especie de cebolla que transita sin premeditarlo por la senda del reality show con la misma ligereza que lo hace del bastardeado recurso del cine dentro del cine. Sólo que sin el rótulo asumido de ninguno, sino dejándolos entrever en las múltiples capas del relato, donde cada personaje creado para la historia habrá de engendrar a su vez otro más sofisticado hasta creérselo, y después hacérselo sufrir a la audiencia. De capa en capa, hasta lograr el llanto; como dije, una cebolla.

Unos científicos deciden realizar un experimento que consiste en reclutar a veinte hombres –remunerados- dispuestos a jugar al policía y al ladrón en una prisión monitoreada durante quince largos días, y estudiarlos en su desempeño. Para ello, una computadora dividirá al grupo en dos tandas: una de ocho guardias y otra de doce reclusos. Más tarde, lo que restará para estos tipos será sentirse parte de un mundo hasta el momento imaginario y ajeno para cada uno de ellos, y tratar de sobrevivir esas dos semanas sin perder su identidad en el camino, y sobre todo su juicio. Detrás de esta premisa, el argumento todavía se guarda algunas sorpresas que no conviene dar por anticipado.

El experimento consiste en determinar los patrones de conducta de un individuo en una situación estresante, haciendo foco en el sometimiento al encierro en el caso de los reclusos, y en el ejercicio de poder en el de los guardias. La idea de los roles consumiendo a los artistas comienza su doble juego cuando la ficción es subestimada por cada jugador, al punto de no pensar en las consecuencias de sus acciones como meros intérpretes de una mentira. Por eso, los “guardias” le tomarán el gustito al poder casi sin notarlo hasta confundir la autoridad con el autoritarismo, y los “prisioneros” abrazarán su dolor tras el abuso perpetrado por sus opuestos, hasta sentirse verdaderas víctimas de un sistema que jamás hubiesen considerado tan serio.

Y en ese mismo punto El Experimento trasciende su artificio hasta llegar a manifestar un grado de realismo emocional palpable en cada secuencia, cada conflicto. La identificación entre los científicos- espectadores del experimento, y la real audiencia, o sea, nosotros, se refleja tanto en el comienzo voyeurista en el que se disfruta espiando divertido y risueño, hasta un cáustico desenlace en el que se querrá constantemente apartar la vista. La tensión pasa de estar latente en la primera mitad a consolidarse en una total amenaza hacia la segunda, haciendo al film de Hirschbiegel uno de los proyectos más angustiantes -dentro y fuera de la pantalla- de los últimos tiempos.

No obstante, El Experimento naufraga su buen tramo cuando el guión comienza a abusar de su naturaleza arbitraria para que la tesis –ya para entonces redundante- llegue a su destino, a fuerza de una puesta en escena evidentemente manipulada. De su necesidad se desprenden desde actitudes poco fundadas (los guardias se rayan más de la cuenta sin sentido) y piezas faltantes desde el día uno (la prisión no tiene guardias de seguridad reales fuera del juego para casos de emergencia), hasta algún que otro sobrante utilitario (la chica que conoce Tarek, el preso- reportero protagonista). Pero a pesar de sus imprecisiones, El Experimento acierta en el interés indiscriminado de su propuesta como una astuta alegoría del nazismo, y en sus ácidos trucos psicoanalíticos hacia el espectador, capaces de continuar generando conmoción aún después de encendidas las luces de la sala.

Título: El experimento.
Título Original: Das experiment.
Dirección: Oliver Hirschbiegel.
Intérpretes: Moritz Bleibtreu, Maren Eggert, Christian Berkel, Justus von Dohnanyi, Oliver Stokowski, Timo Dierkes, Nicki von Tempelhoff, Antoine Monot Jr., Wotan Wilke Möhring, Andrea Sawatzki y Edgar Selge.
Género: Drama, Thriller.
Clasificación: Apta mayores de 18 años.
Duración: 120 minutos.
Origen: Alemania.
Año de realización: 2001.
Distribuidora: Nu Visión de Argentina.
Fecha de Estreno: 13/02/2003.

Puntaje: 7 (siete)

NOTAS RELACIONADAS

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

ÚLTIMAS PUBLICACIONES