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jueves, 21 noviembre 2024
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Un hombre diferente: Viejos son los trapos

Por Juan Blanco

El tráiler de Un hombre diferente narraba, con el montaje frenético que supone un corto publicitario, una historia no muy distinta. Paradoja número uno, seguida por una segunda que hacía alarde de un personaje protagónico pasado de standard. Y la cosa venía más o menos así: un policía de narcóticos de lo más prototípico (en términos hollywoodenses), con una vida feliz, digna y apacible, en una casa a orillas del mar azul y en compañía de su linda chica, perdía de golpe toda esa postal a manos de un grupo de malhechores; estos últimos enviados por el malo de la película, desde ya, a causa del gran trabajo policíaco del héroe, quien ya estaba muy cerca del capo. Era así -siempre según el tráiler- como Sean (el pelado Vin Diesel), tras llorar la muerte de su mujer, salía a tirar su carrera por la borda a plenos ataques de violencia física, propinando desde trompadas hasta escopetazos a quienes correspondiera. Y todo parecía gestarse en tiempo y forma de la típica película de acción vaga con una vendetta a cuestas, donde del guión seguro no habría ni noticias, y donde lo más probable sería tener que perdonar inverosimilitudes varias, pero tan sólo por noventa escasos minutos, puesto que en estos films la falta de ideas se soluciona con un metraje corto. Y de alguna manera la película terminó ofreciendo eso mismo, pero no tan así como a simple vista prometían esos tres alocados minutos.

Para empezar, Un hombre diferente está dirigida por F. Gary Gray, el mismo de El Mediador, siendo este un dato que brinda cierta credibilidad al proyecto, al menos en términos de acción. En aquella primera película tensa con Samuel L. Jackson y Kevin Spacey, Gray se jugaba por una historia menos convencional que la de Un hombre…, pero estereotipada al fin, sobre todo atendiendo a sus personajes y a la línea de acción. En El Mediador, Jackson era más bueno que el Quaker, y se sabía que jamás iba a lastimar a nadie a pesar de la situación límite de su personaje (un policía falsamente acusado de matar a su compañero, y forzado a tomar rehenes en un edificio para evitar ser encarcelado), y que tampoco ninguno de sus compañeros iban a lastimarlo a él, lo cual a priori anulaba toda la probable carga adrenalínica de la anécdota. No obstante, a través de los minutos se sufría por aquel hombre en injustos aprietos, porque detrás había un director capaz de persuadirnos de que había peligro donde era prácticamente imposible gestarlo. Después de El Mediador, de sus engaños y falsos clímax, algo me convenció de que Gray era un buen realizador, o al menos uno competente y divertido. Y era que en el transcurso de su ópera prima había sufrido, me había entretenido, había jugado apuestas mentales sobre quién podría ser el malo, me la había creído, había bajado un kilo de pochoclos sin darme cuenta y todo.

Y de alguna manera Gray volvió a hacer lo mismo en Un hombre diferente, esta vez con un actor de talla menor, como Vin Diesel, pero digno de su personaje a interpretar y de su director a cargo. Clichés hay muchos, pero suavizados. La chica muere, es cierto, él se enoja, también cierto, pero no agarra una bazooka como Schwarzenegger en Comando, ni combate a puño limpio a toda una red de narcotraficantes como Steven Seagal en Difícil de matar, y demás Seagales… (para el caso, Nico es una buena referencia y tiene mucho en común con esta, sobre todo en tono y en el buen ritmo sostenido). En cambio, Sean sigue con una investigación lejos de innovaciones, pero bien plantada, con tiempos y situaciones que dejan crecer una empatía por el personaje en lugar de un fanatismo tonto acompañado de aplausos ante cada golpe, cada tiro. Y Vin Diesel, por qué no decirlo, hace lo suyo como tipo torturado, rabioso, sumido en un completo egoísmo. No está para el Oscar, otra cosa cierta, pero de tan sólo recordar a Arnold antes de las teñidas de pelo, a uno le dan ganas de afirmar que Vin Diesel es un actor satisfactorio, y por qué no uno bueno… en serio.

Por lo demás, el film le pifia en sus caídas prejuiciosas hacia los latinos, demonizando a todos indiscriminadamente como lo hizo toda la vida Hollywood, y quizás también en ambicionar cambios de registro sin demasiadas justificaciones (de Arma Mortal –por poner algo light- al morbo Pecados Capitales, ida y vuelta). Pero si uno hace la vista gorda, Un hombre diferente no defrauda, no aburre, e incluso hasta incita a pensar que quizás lo que cambiaron fueron los tiempos y las exigencias. Este policial hoy viejo, hace quince años hubiese sido un boom de aquellos. Ahora probablemente sea una copia gastada de muchos otros, pero lo seguro es que ninguno de aquellos tenía de protagonista a un héroe mestizo, pelado y con el porte ambiguo de bueno y malo al mismo tiempo.

Título: Un hombre diferente.
Título Original: A Man Apart.
Dirección: F. Gary Gray.
Intérpretes: Vin Diesel, Timothy Olyphant, Larenz Tate, Jacqueline Obradors, Geno Silva, George Shaperson, Steve Eastin, Juan Fernández, Jeff Kober, Marco Rodríguez, Mike Moroff y Emilio Rivera.
Género: Acción, Crimen, Drama.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 109 minutos.
Origen: EE.UU./ Alemania
Año de realización: 2003.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de Estreno: 21/08/2003.

Puntaje: 6 (seis)

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