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jueves, 21 noviembre 2024
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Guardianes de la noche: Un cuento ruso demasiado enmarañado

Desde que Rusia abrió sus fronteras a Occidente su cultura fue asimilando usos y costumbres ajenas. Música, ropa, fast food, cine, todo fue cambiando para este enorme país volcado decididamente a la sociedad de consumo más desaforada tal como puede suceder en cualquier otro punto del planeta. ¿Recuerdan esas películas reflexivas pero soporíferas en extremo que solían estrenarse en salas especializadas como el Cosmos 70? Pues bien, seguro que el cine de autor no estiró la pata –el año pasado conocimos El regreso, sin ir más lejos- pero está claro que no es lo que vende entradas en cantidades industriales.

Una nueva camada de cineastas rusos parece dispuesta a darle pelea a Hollywood con sus mismas armas: despliegue visual, montaje hiperquinético, historias nada originales que se nutren de fuentes varias, personajes pobremente desarrollados y, esto es fundamental, productos aptos para convertirse sin mayores complicaciones en una franquicia. Timur Bekmambetov es un estudioso de la cinematografía estadounidense, confeso admirador de Roger Corman y James Cameron (que como muchos sabrán se formó filmando bajo el ala protectora del primero), entre otros conocidos realizadores. Bekmambetov no es nada pavo para seleccionar su material: en esta oportunidad una trilogía de origen novelesco escrita por Sergei Lukyanenko que mezcla lo sobrenatural con lo épico y la ciencia-ficción con el terror.

Night Watch, tal su título internacional, es el primero de los filmes adaptado por Bekmambetov y Laeta Kalogridis (le seguirán Day Watch en el 2006 & Dusk Watch en el 2008) con menos criterio de lo que uno hubiese querido. Hay una acumulación alarmante de personajes y situaciones traídas de los pelos sin una cohesión muy clara que los una. La mitología inventada por el autor puede ser muy interesante sobre el papel pero por lo que se ve en la película, vampiros, brujas, mutadores, visionarios y “otros” (desde luego que hay una especie de mesías, el nunca bien ponderado “chosen one”) suena más a rejunte improvisado que a algo meditado en profundidad.

El argumento es enmarañado y refiere a la eterna lucha entre las fuerzas del bien y del mal. En un prólogo ambientado en épocas lejanas dos ejércitos traban fiera lucha hasta que el líder de uno de los bandos pide una tregua y arregla con su rival que por tiempo indeterminado cada uno no debe influir en la libre elección de la gente para unirse a la Luz o a la Oscuridad. Los antagonistas se separan no sin antes prometerse la mutua vigilancia para no transgredir esa regla de oro. Elipsis abrupta y estamos en el Moscú actual donde nuestro protagonista, Anton (Konstantin Khabensky) descubre que posee poderes premonitorios y es reclutado por los Guardianes de la Noche para sumarlo a la causa. De lo que sigue a continuación sólo puede decirse que es de escaso interés por los problemas aludidos y, fundamentalmente, porque recién en el final se vislumbra una pista concreta que será desarrollada en la secuela. Muy poco para casi dos horas de metraje.

Timur Bekmambetov intenta compensar las debilidades del guion con un impresionante arsenal de técnicas visuales, cercanas a la estética publicitaria y al video-clip, bien potenciada por efectos especiales efectivos y un uso del montaje ciertamente efectista. El sonido es demoledor y la música, algo machacante, es otro elemento a considerar muy seriamente en el momento de analizar los motivos por los cuáles Guardianes de la noche batió todos los récords de taquilla en Rusia con motivo de su estreno (superado este año por el film Turetskii gambit).

Aún fallida, esta obra postulada por los rusos para representarlos en la pre-selección de los Oscar de 2004, no es un desperdicio de tiempo y puede verse aunque más no sea como un exotismo llegado del lugar menos pensado. O, quizás, como el símbolo de una nueva era en la cinematografía rusa. Para bien o para mal…

Título: Guardianes de la noche.
Título Original: Nochnoy dozor aka Night watch.
Dirección: Timur Bekmambetov.
Intérpretes: Konstantin Khabenskiy, Vladimir Menshov, Valeri Zolotukhin, Mariya Poroshina, Galina Tyunina, Yuriy Kutsenko, Aleksey Chadov, Zhanna Friske, Mariya Mironova, Ilya Lagutenko y Anna Slyu.
Género: Acción, Fantasía, Terror.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 114 minutos.
Origen: Rusia/ EE.UU.
Año de realización: 2004.
Distribuidora: Fox.
Fecha de Estreno: 06/10/2005.

Puntaje: 6 (seis)

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