Por Emiliano Fernández
Plena de buenas intenciones y con un elenco interesante, tenemos ante nosotros la ganadora 2006 del Goya a “mejor película”, La vida secreta de las palabras. Con producción de los hermanos Almodóvar y apuntando al mercado internacional, este film español hablado en inglés tiene a la soledad, el desamparo y la depresión como temas centrales.
Una mujer que sufre de sordera, Hanna (Sarah Polley), toma sus primeras vacaciones en cuatro años de trabajo en una fábrica, “aconsejada” por un directivo del sector de “recursos humanos”. En lugar de disfrutar del tiempo libre, termina ofreciéndose como enfermera para cuidar a un obrero, Josef (Tim Robbins), que padece serias quemaduras debido a un extraño accidente en una plataforma petrolera. La relación enfermera/ paciente irá desarrollándose desde la desconfianza y el recelo inicial hasta el mutuo descubrimiento y el amor. En roles secundarios encontramos a Julie Christie, Leonor Watling y Javier Cámara.
El tono lánguido que domina la película se debe no solo al ritmo pausado y a las numerosas tomas de la plataforma, sino también a los conflictos psicológicos y físicos que viene soportando la pareja protagonista. Esto incluye un espantoso pasado para ella y un complicado triangulo amoroso para él. Con aires de El paciente inglés (The English Patient, 1996), pero más deprimente, La vida secreta de las palabras se centra precisamente en ellas, en las palabras, las que se dirigen el uno al otro en medio de una atmósfera sobrecargada por el dolor y la angustia.
El principal punto a favor del film son las actuaciones de Polley y Robbins, el cual juega muy bien su papel de tipo que considera que sufrió mucho por estar postrado en una cama, hasta que ella empieza a contarle su historia… Casi toda la película transcurre sobre la base petrolera. La sensación que busca transmitir la directora catalana Isabel Coixet es la del aislamiento autoimpuesto de los personajes principales y de los otros habitantes de la instalación, rodeada solo por el inmenso océano. El problema es que en algunos trayectos el relato no avanza y parece moverse en círculos, falta de ideas mediante.
Sin ser una maravilla pero tampoco un film desdeñable, La vida secreta de las palabras aboga por el no olvido de las tragedias y el rescate de aquellos que las padecieron en carne propia, en tanto pruebas vivientes de genocidios negados o ignorados. Pocas películas de la actualidad tienen intereses semejantes, por lo que una obra como esta, quizás no del todo satisfactoria artísticamente pero si valiosa desde lo moral, merece ser tenida en cuenta. Un extra es la utilización en una de las escenas finales de “All the world is green”, un temazo del gran Tom Waits, perteneciente al disco Blood Money. Excelente elección para un film que se muestra devoto de los climas misteriosos y suaves, aquellos que están marcados por una tristeza arrastrada a través del tiempo y el espacio.
Título: La vida secreta de las palabras.
Título Original: The Secret Life of Words.
Dirección: Isabel Coixet.
Intérpretes: Sarah Polley, Tim Robbins, Javier Cámara, Sverre Anker Ousdal, Steven Mackintosh, Julie Christie, Eddie Marsan, Daniel Mays, Dean Lennox Kelly, Danny Cunningham, Emmanuel Idowu, Reg Wilson y Leonor Watling.
Género: Drama, Romance.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 115 minutos.
Origen: España/ Irlanda.
Año de realización: 2005.
Distribuidora: Fox.
Fecha de Estreno: 07/12/2006.
Puntaje: 6 (seis)