Por Emiliano Fernández
El cineasta francés Alexandre Aja se dio a conocer en tanto artista de género con las muy interesantes Alta Tensión (Haute Tension, 2003) y Despertar del Diablo (The Hills Have Eyes, 2006), esta última una remake de un clásico de bajo presupuesto de 1977 dirigido por Wes Craven. Espejos Siniestros (Mirrors, 2008) es su nueva incursión en el horror mainstream estadounidense, ahora reversionando un film surcoreano llamado Geoul sokeuro (2003). La presencia del inoxidable Kiefer Sutherland aporta una cuota extra de dramatismo a una historia que de por sí ya cuenta con una amplia variedad de traumas.
Todo comienza con el asesinato/suicidio del guardia de seguridad Gary Lewis (Josh Cole), quien se corta el cuello aparentemente inducido por las impiadosas laminadas de cristal. Su puesto en el derruido shopping center Mayflower es ocupado por Ben Carson (Sutherland), un policía conflictivo que ha sido suspendido por causar la muerte de un compañero. Mientras trata de escapar del alcoholismo y restablecer la relación con su esposa e hijos, pasa sus días en el sofá de la casa de su hermana y compensa el vacío emocional con pastillas. En la enorme tienda abandonada hubo un incendio del que pocos sobrevivieron…
La primera mitad de Espejos Siniestros posee el tono propio de los relatos asiáticos de fantasmas aunque con un marcado interés gore, centrándose sobre todo en las alucinaciones que Carson va acumulando a medida que recorre los pasillos, vestíbulos y salas del lugar (desde combustión espontánea hasta gritos desesperados de angustia). En la atribulada segunda hora, cuando el protagonista finalmente descubre qué es lo que desean los espejos, la propuesta vira hacia la posesión demoníaca y la lucha de Sutherland por defender a su familia del “apriete” de las fuerzas del más allá (en especial su hijo pequeño es presa fácil).
Aja una vez más hace gala de un estilo refinado y meticuloso para la puesta en escena, iluminando con sadismo las peores situaciones y privilegiando un bienvenido clima de thriller extremo, ajeno a la más mínima cobardía. El realizador dispone de una gran capacidad para administrar el suspenso, sabe cómo incrementarlo o diluirlo según las necesidades especificas del relato. Los remates de las escenas tenebrosas son eficaces a pesar de que en ocasiones la película no puede evitar ciertos clichés. Aún en esos casos, el film sale airoso gracias a un correcto diseño de producción y una generosa dosis de sangre.
Está claro que director y actor se han entendido de maravillas: el atormentado Sutherland cuadra perfecto en el cine opresivo y asfixiante de Aja. Este guardia de seguridad ciclotímico es una prolongación conceptual del imparable Jack Bauer de 24 (modelo de “hombre de la ley” violento y con tendencias psicóticas, siempre obligado a alejarse de sus seres queridos). Espejos Siniestros es superior al resto de las remakes hollywoodenses de cintas de terror oriental y cuenta con el valor suficiente para incluir un par de secuencias brutales. La premisa central es aterradora: el reflejo, nuestro doble, acecha al original…
Título: Espejos siniestros.
Título original: Mirrors.
Dirección: Alexandre Aja.
Intérpretes: Kiefer Sutherland, Paula Patton, Cameron Boyce, Erica Gluck, Amy Smart, Mary Beth Peil, Jason Flemyng, John Shrapnel, Tim Ahern, Julian Glover, Josh Cole, Ezra Buzzington, Aida Doina.
Género: Terror.
Calificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 110 minutos.
Origen: EE.UU./ Rumania/ Alemania/ Francia.
Año de realización: 2008.
Distribuidora: Fox
Fecha de estreno: 02/10/2008.
Puntaje: 8 (ocho)
El staff opinó:
–Independientemente de qué tan en contra pueda uno estar de las remakes inflables que Hollywood hace de manera sistemática hoy en día (especialmente de las películas asiáticas de horror), no se puede negar que Espejos siniestros tiene sus elementos bien puestos y cumple con casi todo lo que se propone. Así y todo, no descubre nada nuevo y sus puntos más fuertes son algunas truculencias de Alexandre Aja y el aceitado laburo de Kiefer Sutherland. La “escenita de la bañera” es de lo más traumático y provocativo visto en el cine de terror en años…– Juan Blanco (7 puntos)