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jueves, 21 noviembre 2024
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Tiempos violentos: El canto del cisne de la ambigüedad

Por Juan Alfonso Samaja

La película desarrolla tres historias que se van entrelazando: 1) el relato que protagoniza la pareja de asaltantes en el café Grill, 2) el de Vincent Vega y Jules Winnfield, los matones a sueldo, y, finalmente, 3) el relato sobre el boxeador veterano, Butch, y el arreglo de la pelea pactado con el gánster Marsellus.

Lo interesante y novedoso del relato en el momento original de su estreno estuvo asociado a tres elementos, los cuales, en su conjunto, consagraron a la película como un momento bisagra de las nuevas narrativas de fines de siglo XX: a) la técnica del tratamiento argumental, b) una renovación del marco genérico, y c) una audaz decisión de casting.

En cuanto a la novedad del casting, se trató del reposicionamiento de John Travolta, quien volvió a insertarse en la industria encarnando un rol impensado y fuera de su registro habitual.

En cuanto al nuevo marco genérico, el relato desarrolla una temática característica del cine gánster, tradicionalmente encaradas al interior de estructuras narrativas vinculadas con el policial negro de tinte melodramático, combinadas en esta ocasión con un tono de ironía y humor, que hacen de la película una experiencia reflexiva sobre el propio género.

La técnica del tratamiento argumental consistía en exponer las acciones a partir de ciertos dislocamientos temporales (flashback y flashfoward), generando una exposición narrativa no lineal, cuya reconstrucción cronológica quedaba a cargo del espectador. Tarantino, con esta decisión enunciativa, rendía homenaje a la narrativa de Orson Welles y del cine clásico de Hollywood de los años ’40.

TRATAMIENTO NARRATIVO NO LINEAL

La cronología de los acontecimientos está desarticulada a partir de la inclusión de tres flashbacks y un flashfoward que generan una asimetría en el orden de los acontecimientos (Historia) y el orden de exposición (Argumento). Presentamos, primero, una sinopsis de cada una de las secuencias que el relato expone, en el orden del argumento, y luego haremos algunos comentarios sobre esta técnica narrativa.

Secuencia 1 (El robo)

Ringo (Pumpkin, Tim Roth) el personaje realiza un descubrimiento que revela a Yolanda, su novia (Amanda, Plummer, Honey Bunny), quien le acompaña en sus aventuras criminales: es mejor robar un bar/restaurante porque –del mismo modo que los bancos- estos están asegurados, y a nadie le importa evitar un robo poniendo en riesgo su vida por nada. El descubrimiento que hace es la pérdida de sentido ético de la sociedad: un replegarse de los valores del grupo hacia el egoísmo individualista (cada quien sólo piensa en su propio bienestar).

Secuencia 2 (La restitución)

Aquí tiene lugar un primer flashback en el relato, pues esta escena que sigue a continuación, en verdad ha ocurrido con antelación a la escena del café (pero de esto nos enteraremos recién en el final). Jules (Samuel L. Jackson) y Vincent (John Travolta) van al departamento de Brett y su pandilla a recuperar un maletín que Brett (Frank Whaley) le ha robado a Marsellus Wallace (Ving Rames), un peligroso jefe gánster. Vincent y Jules primero conversan sobre trivialidades, charlan entre ellos como dos oficinistas. La fatalidad y la muerte que van a producir a continuación es una forma más del tedio y la burocracia a la que ya están acostumbrados. Entre ellos discurren como quien se distiende entre bambalinas haciendo chistes antes de subir al escenario a una actuación: “Vamos a meternos en nuestros personajes”, le dice Jules a su compañero antes de entrar a ajusticiar a los muchachos indefensos.

La escena es impactante, no por la violencia en sí, sino por el ejercicio de una violencia devenida en una fría técnica. Jules sólo juega con Brett, como la víbora juega con su presa y retarda el ataque; Brett y sus amigos están muertos de miedo, aun no saben lo que está por venir, pero Jules y Vincent saben desde el principio todo el guion; como si fuera una escena de teatro que han ensayado miles de veces. Más tarde nos enteraremos de que la frase que antecede la matanza, tan cargada aparentemente de mensaje, es un mantra que Jules enuncia regularmente para obsequiarse un momento de belleza (le gusta cómo suena, aunque para él la frase nada significa).

Secuencia 3 (El arreglo, la salida a la disco y la sobredosis)

Aquí se inserta un flashfoward, pues esta escena, que se presenta en el argumento como una tercera situación, cronológicamente (desde el punto de vista de la historia) ocurre a continuación de la escena final del relato (momento de claridad y la clausura del asalto en la cafetería). La secuencia se divide en dos segmentos: 1) la escena en la taberna donde tiene lugar el arreglo y la restitución del maletín, y 2) la salida a la disco con la esposa del jefe.

1. En la primera escena Butch y Marsellus están arreglando la pelea para obtener dinero en las apuestas. Butch acepta perder la pelea por un monto de dinero que parece necesitar, pero su gesto inexpresivo y duro nos anticipa que las cosas no ocurrirán de tal modo, que él no respetará ese arreglo. Enseguida entran Vincent y Jules con el maletín recuperado para entregarlo a su jefe.

2. Luego de dejar la taberna, Vincent se dirige a un dealer para adquirir una bolsa de heroína, inyectándose allí mismo una dosis, antes dirigirse a la casa de Mia, la esposa de Marsellus. Vincent y Mía salen a comer a un restaurante temático con pista de baile, y luego, al regresar a la casa, sucede el evento de la sobredosis. Mia aprovecha que Vincent ha ido al baño para revisar su saco; encuentra la bolsa con la droga, la confunde con cocaína y la aspira, entrando en estado de shock. Vincent sale del baño y la encuentra semi inconsciente, y la lleva hasta la casa del dealer, donde consiguen reanimarla con una inyección de adrenalina. Luego del episodio la vuelve a llevar a la casa y ambos hacen un pacto de silencio sobre todo lo ocurrido.

Secuencia 4 (El reloj de oro, la traición y la redención de Butch)

La secuencia abre con un segundo flashback, que es en verdad una rememoración del personaje. Se trata de la escena del reloj de oro. El padre de Butch antes de morir en la guerra, ha dejado un reloj a su hijo, que es entregado por un compañero de combate. La escena presenta un componente cómico bastante curioso. El soldado se esfuerza en sostener una solemnidad en todo momento frente a un Butch de 7 u 8 años, propia de la noticia que tiene que comunicar sobre la muerte de su padre. Sin embargo, toda esa solemnidad queda pulverizada por la irrupción de una situación cómica: el tema del reloj de oro y su ocultamiento en el culo de su padre, y luego en el de este mismo hombre que también ha debido ocultarlo en su esfínter para conservarlo.

La idea de un reloj metido en el culo podría ser interpretada como una figuración en la diégesis de la propia técnica enunciativa que ha puesto para atrás la cronología estricta de los acontecimientos.

En la siguiente escena vemos a Butch ganar la pelea y ocultarse en un motel junto a su mujer para pasar la noche hasta el día siguiente, cuando ambos huirán hacia Knoxville, Tennesse, donde su bisabuelo adquirió el reloj de oro que su padre se ha metido en el culo.

Al día siguiente, antes de escapar, descubre que la mujer ha dejado olvidado en su departamento aquel reloj de la suerte que su padre le ha dejado. Decide arriesgarse e ir por el reloj. Entra al departamento y parece estar vacío, toma el reloj, pero luego –antes de irse- encuentra un arma, y advierte que alguien está en el baño; coge el arma y dispara. En el baño estaba Vincent, quien muere inmediatamente. Butch sale del departamento y en el camino se cruza con Marsellus, quien viene de comprar una hamburguesa; lo atropella, y al intentar fugarse es embestido por otro auto. Marsellus, mientras tanto, se acerca con un revólver y comienza a disparar a Butch, quien sale corriendo por su vida.

En esa persecución llegan hasta un local donde el dueño los detiene a punta de rifle. Llama por teléfono a un socio suyo (un policía corrupto) con el objetivo de torturarlos. Butch y Marsellus son atados y detenidos en un sótano. El dueño y el policía se llevan a Marsellus a otra habitación, mientras tanto Butch intenta liberarse. Luego de varios intentos consigue soltarse; primero tiene el impulso de escapar, pero a último momento decide regresar para rescatar a Marsellus, quien está siendo violado por el policía. Butch consigue rescatar al gánster y mata al dueño del local. Marsellus decide perdonar la traición de Butch, y pide a cambio que se vaya de la ciudad, y que nadie se entere de este evento. Butch busca a su mujer y ambos huyen en una moto hacia Knoxville.

Secuencia 5 (El momento de claridad de Jules)

Aquí tiene lugar el tercer y último flashback con el que finaliza el relato. Se retoma la acción de la secuencia 2. Luego de acribillar a Brett, sale del baño uno de los muchachos que estaba escondido y dispara a quemarropa a Jules y a Vincent. Milagrosamente, todas las balas han errado de un modo inexplicable. Luego de matar al muchacho, se llevan de rehén al último de los integrantes de la pandilla, que ha quedado con vida. Lo meten en el auto, y mientras Vincent conversa con el muchacho sobre las intervenciones de la divinidad en los hechos humanos, pero accidentalmente se le dispara el revólver, matándolo en el acto. Jules decide llevar el auto a la casa de un conocido, Jimmie, y con la ayuda del Sr. Wolf, se deshacen del cuerpo y del auto. Luego van a la cafetería a desayunar antes de devolver el maletín a Marsellus.

En la cafetería volvemos a encontrar la escena del robo con Ringo y Yolanda. Desgraciadamente, el asaltante no cuenta con la presencia del matón, que está entre los clientes, quien ha protagonizado su momento de claridad, que lo lleva precisamente a una nueva forma de conciencia; lo que antes actuaba de modo automático, haciendo de la violencia una pura técnica, ahora se le presenta como un problema de sentido, debe posicionarse. Y este nuevo posicionamiento hace que las cosas que le pasan le importen. Ha decidido dejar de asumir el personaje, para dar espacio a la persona a que protagonice los acontecimientos. Su momento de claridad niega el del ladrón. Uno es la antítesis del otro. Uno abre la película, el otro la cierra.

Veamos ahora cómo es el orden que corresponde según la sucesión de los acontecimientos (Historia)

Orden del Argumento

Orden de la Historia

A esta asimetría entre la historia y el argumento se le agrega los desplazamientos de clausura de las secuencias 1, 2 y 3 que se demoran hasta las últimas dos secuencias, donde se resuelven todas las tensiones acumuladas a lo largo del relato. Los desplazamientos se presentan de la siguiente manera:

1) El robo [00:30 a 04:48] (Sin clausura)
2) Restitución del maletín [07:06 a 21:08] (Sin clausura)
3) Arreglo de la pelea y sobredosis [21:09 a 63:27] (Sin clausura)
4) La traición y la redención de Butch [63:31 a 111:38] (Se clausura 3)
5) El momento de claridad [111:40 a 129:48] (Se clausuran 1 y 2)

LA AMBIGÜEDAD EN EL NIVEL DEL GÉNERO

Uno de las estrategias interesantes del relato es haber llevado la ambigüedad propia de los personajes, a la ambigüedad del género. Toda la película oscila entre un tono humorístico e irónico y un tono serio y dramático.

Hemos mencionado la escena del reloj de oro dentro de la secuencia de Butch como una estrategia de producir esta mixtura entre acción y comedia. Sin embargo, el relato concentra esta ambigüedad en torno a la dupla entre Vincent y Jules, y en particular a la caracterización del propio Vincent Vega.

Casi la totalidad de los diálogos presentan la característica de un tono marcadamente irónico y burlón. Sin embargo, es más llamativo incluso la aparente inadecuación entre los caracteres de ambos personajes, e incluso cierta inadecuación entre el carácter y la función que Vincent está llamado a desarrollar.

Vincent genera varios inconvenientes en relación con el desenvolvimiento de las acciones, entre los cuales está: el meter la pata con el dealer, hablando mal de Jodi, sin saber que es la esposa de su vendedor de drogas; el ensuciar de sangre la toalla de la casa de Jimmie; matar accidentalmente al muchacho secuestrado de la pandilla de Brett.

Estas acciones inadecuadas, son coherentes, por otra parte, con cierta inadecuación entre el diseño del carácter del personaje y la función de “matón” que encarna. En dos oportunidades vemos que este personaje, en soledad, lee las desventuras de una espía mujer, Modesty Blaise. Esta sensibilidad particular parece irreconciliable no sólo con la función sino también con la intención de articularse con el “duro” Jules Winnfield.

COMENTARIO FINAL

Confieso que Tiempos Violentos no ha sido, en su momento de estreno, una película que me haya especialmente impactado significativamente. Incluso al verla nuevamente sentí que el paso del tiempo hacía un poco más laxas algunas escenas, que se me hacían un poco extensas. En general, la filmografía de Tarantino me ha parecido siempre muy atractiva visual y narrativamente, pero sus contenidos no me han resultado especialmente de interés. El director es un virtuoso narrador visual, un gran musicalizador, pero los asuntos que tematiza me han resultado generalmente deslucidos en relación a la forma.

Debo admitir, sin embargo, que en esta revisión de la película advertí un elemento que me pasó desapercibido anteriormente en torno a la escena del robo, que abre y cierra el film, y que considero lo más interesante de la narración desde el punto de vista del contenido.

La escena del comienzo, como se ha dicho, presenta una mirada casi nihilista. Ringo advierte una oportunidad no sólo en ese lugar donde está sentado, sino en la época que le toca vivir; vive en una sociedad corrompida, replegada en el individualismo extremo, y la apatía frente a cualquier situación que implique una solidaridad elemental. Lo que a uno le ocurre, carece de sentido para cualquier otro. Esa ausencia de humanidad es la que hace a la ocasión del robo. Tarantino no tematiza sólo una situación venturosa para concretar el asalto, sino que refleja un paradigma, un síntoma epocal. La escena que cierra esta primera escena, y el film en su conjunto, presenta en cambio la antítesis; como si con ella se pretendiera corregir (sin grandes optimismos, eso sí) el sentido torcido que se enuncia la primera.

Recordemos que Ringo opera con la hipótesis de que a nadie le va a importar jugar la carta del héroe, ya no quedan héroes. La actitud heroica, de restitución simbólica ha quedado degradada en la figura de las casas aseguradoras, la justicia deviene en una técnica mecánica y cuantitativa del ejercicio del dinero, que permite a cada integrante de la sociedad desinteresarse de los agravios, pues total los seguros se encargan de compensar las pérdidas. En ese mundo, la heroicidad ha perdido sentido. Sin embargo, Ringo encuentra una situación imprevista, y que es doblemente imprevista: es impensada porque la actitud de Jules no cuadra con la hipótesis que Ringo preveía como actitud frente a un robo; a Jules sí le importa entregar el maletín de su jefe. Pero es impensada, porque también resulta extravagante que esta epifanía la haya podido protagonizar este personaje que había hecho del ejercicio extremo de la violencia y de la matanza una técnica deshumanizada.

El diálogo final de la escena entre Jules y Ringo resulta conmovedor, y creo que vale toda la película.

“Ezequiel 25, 17. La senda del justo está bloqueada por todos lados, por las iniquidades del egoísta y la tiranía del malvado. Bendito aquel que por caridad y buena voluntad es pastor del débil en las sombras, pues él guarda a su hermano y encuentra a niños perdidos. Y yo destruiré con gran venganza y con furiosa ira a aquellos que intenten destruir a mis hermanos. Y ustedes sabrán que soy El Señor cuando desate mi venganza sobre ustedes.

Llevo años diciendo esa mierda. Y si la oías, significaba que ibas a morir. Jamás pensé en lo que significaba. Me gustaba para decirla antes de liquidar a tiros a un cabrón. Pero hoy vi algo que me hizo pensar dos veces. Ahora estoy pensando que quizás significa que tú eres el malvado y yo soy el justo. Y este señor, Don 9mm es el pastor que protege a mi justa persona en la oscuridad. O quizás podría significar que tú eres el justo y yo soy el pastor y que el mundo es el malvado y el egoísta. Esa versión me gusta. Pero esa mierda no es la verdad. La verdad es que tú eres el débil y yo soy la tiranía del perverso. Pero estoy tratando, Ringo. Estoy tratando con gran esfuerzo de ser el pastor.”

Título: Tiempos violentos.
Título Original: Pulp fiction.
Dirección: Quentin Tarantino.
Guión: Quentin Tarantino y Roger Avary.
Intérpretes: John Travolta, Samuel L. Jackson, Uma Thurman, Bruce Willis, Ving Rhames, Harvey Keitel, Tim Roth, Amanda Plummer, María de Medeiros, Eric Stoltz, Rosanna Arquette y Christopher Walken.
Género: Crimen, Drama, Comedia negra, Thriller.
Clasificación: Apta mayores de 18 años.
Duración: 154 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 1994.
Distribuidora: Buena Vista – Disney.
Fecha de Estreno original en Argentina: 09/03/1995.
Fecha de reestreno en Argentina: 24/03/2022.

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