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jueves, 21 noviembre 2024
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Pantera negra – Wakanda por siempre: De la tragedia a la esperanza

Desde el aspecto humano, la pérdida de Chadwick Boseman (1976-2020) resultó devastadora para todos. Nadie estaba preparado para semejante noticia debido al absoluto secretismo con el que manejó su enfermedad el actor y, cruel ironía, a la electrizante energía vital que brotaba naturalmente en él cada vez que afrontaba un rol. Desde lo artístico, y dada la continuidad de su trabajo como el rey T’Challa en el Universo Cinematográfico de Marvel, su desaparición física trajo consecuencias irreparables para la empresa que Stan Lee, con su genial creatividad, pusiera en el mapa a comienzos de los ‘60s. ¿Es posible continuar después de un cimbronazo tan fuerte? ¿Se puede lograr? ¿Cómo? Todas estas preguntas pasaron por la mente del productor Kevin Feige y el director Ryan Coogler que se encontraban colaborando codo a codo una vez más luego del suceso enorme que tuviera Pantera negra (2018), con su recaudación de más de 700 millones de dólares sólo en EE.UU. y Canadá, así como la obtención de tres premios Oscar de la Academia de Hollywood. Para la comunidad afroamericana el suceso del filme se recibió con orgullo y regocijo por lo que se esperaba mucho de su secuela. Tragedia de por medio, había que dar marcha atrás, evaluar las posibilidades y tomar una decisión con respecto al personaje por el que Boseman se hizo mundialmente reconocido. Lo cual nos lleva a la flamante Pantera negra: Wakanda por siempre (2022), una película que no consigue emerger con claridad de ese caos emocional en el que quedó sumido su equipo técnico. Lo intenta, es cierto, aunque la buena voluntad no alcanza para darle solidez a esta, la 30ª entrega del UCM y a su vez el capítulo con el que se cierra la Fase 4, siendo los títulos precedentes Black Widow, Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos, Eternals, Spider-man: Sin camino a casa, Doctor Strange en el multiverso de la locura y Thor: amor y trueno.

¿Por qué no funciona Pantera negra: Wakanda por siempre? No existe un solo motivo, desde luego. La partida de Chadwick Bosewick de una forma tan abrupta ya podía ser una razón de peso para que la producción empiece a zozobrar, porque es evidente que ni el más dotado de los guionistas -y Ryan Coogler no es uno de ellos- hubiese sido capaz de fraguar una historia convincente sin su presencia. Porque además de su capacidad actoral el intérprete de Nueva York sin salida contaba con un carisma poco común que lo hacía brillar sin importar si se trataba de papeles chicos o grandes. Esta cualidad, que habrá sido observada al momento de ser elegido para T’Challa, no encuentra en Wakanda por siempre un reemplazo nítido o que esté a la altura. En esta oportunidad se resolvió darles un mayor protagonismo a las mujeres, con la reina Ramonda (Angela Bassett), la princesa Shuri (Letitia Wright), la Dora Milaje Okoye (Danai Gurira), la ex novia de T’Challa Nakia (Lupita Nyong’o) y la recién llegada Riri (Dominique Thorne) asumiendo decisivamente los principales roles. Es decir, todas las que tuvieron una participación secundaria en el filme de 2018 -menos Thorne que se suma al elenco encarnando a una científica joven, algo así como un espejo de Shuri-. Con respecto a los hombres de Wakanda, sólo Winston Duke (M’Baku) regresa para la secuela y el perfil de su personaje no se ajusta al de un héroe. De hecho, estaba más cerca de componer a un villano. Si recuerdan Pantera negra (2018) sabrán de qué hablo. A esta situación particular hay que agregarle el actual agotamiento del género de superhéroes que Marvel llevó a su cenit con la Fase 3 y que hasta ahora viene languideciendo sin remedio tras la despedida de Robert Downey, Jr. y Chris Evans en Avengers: Endgame (2019). Se suponía que Pantera Negra/ Chadwick Boseman tomaría el liderazgo de los Avengers en esta fase 4. El destino tenía otros planes. Y Marvel deberá seguir penando por esto.

Dice Ryan Coogler que el antagonista de Wakanda por siempre no sufrió de ninguna modificación tras el fallecimiento de Boseman. Con esta película hace su aparición, muy tardíamente, Namor el Submarinero que fuera creado en la década del ’30 por Bill Everett. Con similitudes evidentes con el Aquaman de DC Comics, Namor llega al UCM con vigor gracias al interesante aporte del actor mexicano Tenoch Huerta Mejía que demuestra presencia física, aunque el guion no le permite trascender más. De todas formas, como presentación de personaje su Namor cumple holgadamente con las expectativas. La trama le dedica su tiempo al duelo de T’Challa, y hay homenajes al malogrado actor ya desde la presentación del logo de Marvel, para luego encarrilarse hacia una línea argumental que narra el enfrentamiento entre el reino de Wakanda y la nación submarina oculta de Talokan (de la que Namor es líder indiscutido). Que esta historia haya sido contada con una duración de dos horas y cuarenta minutos sólo puede ser calificada de incomprensible. Naturalmente, no faltan esas secuencias de acción realizadas con el esmero artístico y los hallazgos técnicos que eran de esperarse viniendo de esta gran compañía. No obstante, esas prodigiosas set pieces no conforman un todo en un largometraje con problemas de estructura, ritmo y cohesión. Los extensos pasajes submarinos en Talokan denotan una iluminación oscurísima. No sé si ha sido una decisión estética para diferenciarse de la Atlantis de Aquaman (2018), que era un cumpleaños de tanto color y brillo, pero esta apuesta desluce bastante el trabajo de las restantes áreas. Se podría haber hecho algo mucho mejor, no cabe duda.

Pantera negra: Wakanda por siempre la tenía difícil a la hora de superar a una predecesora que se convirtió en uno de los mayores hitos para Marvel Studios. Para colmo de males, la película perdió a su actor protagonista y sus creadores debieron lidiar con un contexto histórico negativo por la explotación indiscriminada que ha padecido el subgénero en los últimos años. He aquí uno de esos casos donde todo lo que ha podido salir mal, ha salido mal. La escena post créditos del filme es quizás la instancia de mayor manipulación emocional para con el espectador. Tal vez tras alguna proyección con público de prueba se arribó a la conclusión de que faltaba un momentum, algo que conmueva en profundidad. La muerte de T’challa conduce a una reacción intensa en las actuaciones de Angela Bassett, como su madre, y Letitia Wright como Shuri, pero esa vibración no se traslada a la platea. A esa escena en cuestión se le notan los hilos. Sin embargo, es el cierre que necesitaba el guion. La idea de que pese al dolor todavía hay una tenue esperanza para creer en el futuro. En estas épocas aciagas, ojalá no sea tarde…

Título: Pantera Negra: Wakanda por siempre.
Título Original: Black Panther: Wakanda Forever.
Dirección: Ryan Coogler.
Intérpretes: Angela Bassett, Letitia Wright, Winston Duke, Danai Gurira, Florence Kasumba, Lupita Nyong’o, Martin Freeman, Tenoch Huerta, Dominique Thorne, Michaela Coel, Mabel Cadena, Alex Livinalli y Isaach de Bankole.
Género: Basado en cómic, Acción, Aventuras, Ciencia-ficción.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 161 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2022.
Distribuidora: Buena Vista – Disney.
Fecha de Estreno: 10/11/2022.

Puntaje: 5 (cinco)

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