Por Juan Alfonso Samaja
El relato forma parte del universo maravilloso de El Mago de Oz. De hecho, se presenta como una precuela, donde se narran las peripecias de las dos amigas y compañeras de habitación en el campus que luego se transformarán en la bruja buena (Ariana Grande) y la bruja mala (Cynthia Erivo). La obra explica los orígenes de las brujas del país de Oz: la bruja mala del oeste y la bruja buena. A lo largo del relato se desarrolla una versión alternativa sobre estos dos personajes y los acontecimientos, tratando temas como la discriminación, el racismo, el empoderamiento femenino y la corrupción de los gobernantes.
Crítica
El argumento comienza con la difusión de que la bruja malvada ha muerto derretida. Glinda llega hasta Munchkinland para dar en persona la noticia mientras toda la comarca celebra el final de un momento desgraciado y problemático. Pero en ese momento, una niña le pregunta por qué ha aparecido una bruja mala, por qué apareció el mal. En ese momento Glinda inicia un extenso flashback que ocupará al resto de la película.
La película, entiendo, es un producto digno, pero ha tomado algunas decisiones que, a mi juicio, constituyen una debilidad en su estructura dramática.
El problema central es que el conflicto real de la historia (el que involucra al cambio de actitud hacia los animales) adquiere protagonismo demasiado tarde (los últimos 20 minutos de una duración total de 160), dedicando el relato toda la atención a los vaivenes de las antagonistas (Glinda y Elphaba). El tema del conflicto entre las muchachas, en sí mismo no es un problema (y podría haber funcionado como un conflicto lateral y/o de acompañamiento), pero tampoco este conflicto aparece muy bien plantado en el marco de la trama. La introducción del personaje de Galinda (con la “a” en su primera manifestación) aparece tan estereotipado que es imposible tomarlo en serio; desde el comienzo podemos anticipar que el conflicto sobre el que se insiste machacadamente es sólo una distracción, una excusa narrativa para escenificar los números musicales.
Entiendo que la película esté basada en la versión musical (Wicked) que ya está compuesto en dos actos, y creo que la decisión incluso de plantear una entrega en dos partes no es en sí misma impertinente (el abultado contenido de la trama completa de la versión del musical parece ameritar este formato en dos entregas). Sin embargo, 160 minutos era un tiempo suficiente para desarrollar orgánicamente las partes que van entretejiendo el conjunto de la trama; el hecho de que la narración esté dando tumbos durante prácticamente 140m, con una peripecia bastante insulsa, que, además, será desmentida por la segunda mitad de la película (el presunto antagonismo entre las muchachas finalmente parece no tener lugar) hace un poco tediosa la visualización del film, y dilata innecesariamente el componente estético-expresivo del film por sobre el componente dramático.
Título: Wicked: Parte Uno.
Título original: Wicked: Part I.
Dirección: Jon M. Chu.
Intérpretes: Cynthia Erivo, Ariana Grande, Michelle Yeoh, Jeff Goldblum, Jonathan Bailey, Ethan Slater, Marissa Bode, Bowen Yang, Bronwyn James y Keala Settle.
Género: Musical, Fantástico, Comedia, Aventuras.
Calificación: Apta para todo público con leyenda.
Duración: 160 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2024.
Distribuidora: UIP.
Fecha de estreno: 21/11/2024.
Puntaje: 5 (cinco)