Por Luis Tormo, corresponsal de Revista Encadenados (España)
Led Zeppelin encarna el paradigma del misticismo asociado al rock de la década de los 70 del pasado siglo. Durante la docena de años que el grupo estuvo en activo, desde su fundación en 1968 hasta su certificado final en 1980 a raíz de la muerte de John “Bonzo” Bonham, su batería, el cuarteto británico atesoró un prestigio musical que todavía perdura hasta nuestra época (a pesar de las críticas de parte de la prensa especializada).
El rock duro, el metal, no se podría entender sin la discografía de Led Zeppelin. Desde su debut en el año 1969 con su disco homónimo, en el que presentaron su forma de entender la música (un hard rock evolucionado del blues más pesado, en el que se mezclaba pasajes bucólicos procedentes del folk), el grupo se aupó a un estrellato del que ya no descendió tras apuntar directamente a la conquista del mercado estadounidense con unos conciertos brutales en los que sentaron las bases de las giras modernas (preponderancia de la figura del promotor, conciertos en recintos grandes, enormes cantidades de dinero, avión privado, etc.).
Una trayectoria musical ascendente que se combinó con la recreación de la leyenda negra en torno al grupo, que rompió con el idealismo de los años 60 –siguiendo el modelo de los Rolling Stones y otros grupos–, caracterizada por toda una serie de escándalos relacionados con el alcohol, las drogas, el sexo, la violencia, los destrozos en los hoteles, incluida la afición de Jimmy Page por la magia negra y el ocultismo.
Un culto a los excesos que terminó por difuminar un universo creativo rico y desmesurado, del que posteriormente una gran cantidad de músicos se han considerado deudores de su música.
A principios del año 2019 aparecieron las primeras noticias de que los tres miembros supervivientes de Led Zeppelin habían participado por primera vez en la grabación de un documental sobre los inicios del grupo dirigido por Bernard MacMahon. La película coincidiría de esta forma con el 50 aniversario del lanzamiento de su primer disco. El hecho de que Page, Plant y Jones colaboraran con la película le otorgó al documental el sello de “oficial”.
Finalmente, Becoming Led Zeppelin, el significativo título escogido, se estrenó en el Festival de Cannes del año 2019 y posteriormente tuvo un pase en la Bienal de Venecia en el año 2021. A partir de ahí, un silencio que se ha prolongado hasta este año 2025 en que el filme, distribuido por Sony Pictures, se proyecta en pantalla grande durante un tiempo limitado para, con posterioridad, pasar probablemente a las plataformas.
Bernard MacMahon, que dirige –y coescribe el guion junto a Allison McGourty–, es conocido por dirigir American Epic, una serie de documentales sobre las primeras grabaciones de música en Estados Unidos en los años 20 del pasado siglo. Producida en 2017, la serie alcanzó un gran reconocimiento y fue un elemento clave para que los miembros de Led Zeppelin decidieran participar en el documental sobre su trayectoria, pues tanto Page como Plant conocían el trabajo de MacMahon.
La participación de los miembros de Led Zeppelin es crucial porque marca la estructura del documental pues las entrevistas por separado con Page, Plant y Jones –y una entrevista en audio con Bonham del año 1980, hasta ahora inédita– son las que articulan el hilo del relato sobre los orígenes del grupo, sus influencias y la trayectoria inicial del mismo. De hecho, el documental de MacMahon es muy clásico en este sentido, arriesgando lo mínimo. Sobre las imágenes de las entrevistas o sus voces en off, el documental va ilustrando con imágenes y videos las diferentes declaraciones de los protagonistas.
Al margen de esta estructura basada en las entrevistas, únicamente tenemos un par de escenas en las que se muestran fragmentos que ilustran el ambiente político, social y cultural de finales de los años 60 con imágenes que hacen referencia a acontecimientos históricos como la guerra de Vietnam, la contracultura, etc.
El documental describe el ascenso cronológico de Led Zeppelin al estrellato: la historia individual de cada miembro del grupo, sus comienzos en la música, su reunión a iniciativa de Jimmy Page y la grabación de sus dos primeros discos que los situaron en la cima de la música de rock, en un contexto en que competían con nombres como The Beatles, The Rolling Stones o The Who. Porque el filme se detiene en el año 1970 con la publicación del segundo disco, Led Zeppelin II y el mítico concierto en el Albert Hall de Londres tras su gira norteamericana.
MacMahon expone ese recorrido focalizándolo en la dureza del trabajo para conseguir su objetivo, en la visión de Page por encontrar el universo creativo del grupo (a partir de la evolución del blues y el rock clásico), en su clarividencia para apostar por el mercado estadounidense como camino más rápido al éxito jugando con sus mejores armas (una música basada no en singles sino en los LPs y unos conciertos que se caracterizaban por un directo contundente). El tono es emotivo, proclive al humor, con unos protagonistas octogenarios que recuerdan con nostalgia esa época en la que, con veinte años, asaltaron la cima del panorama musical.
Pero precisamente por el carácter oficial que tiene el documental hay una ausencia de sentido crítico sobre la trayectoria del grupo. Becoming Led Zeppelin salva este dilema acotando su análisis a la fase inicial de la carrera del grupo británico, lo que significa dejar fuera de sus imágenes toda la parte de su carrera correspondiente a los asuntos más oscuros del show business como es la actitud violenta y amenazante del mánager Peter Grant (en la película Page bromea diciendo que parece un mafioso); los escándalos relacionados con el sexo y las drogas –solo Plant tiene una frase diciendo que eran jóvenes y que lógicamente se rodeaban de groupies y drogas–, pero de ese lado más oscuro (que estaba desde los inicios) el documental pasa de puntillas. De hecho, la muerte de Bonham (ahogado en su propio vómito tras una noche de alcohol) prácticamente ni se nombra (tan solo a través de la mirada cariñosa de los tres miembros supervivientes cuando oyen los audios grabados de Bonham).
De esta forma, el documental salva la hagiografía centrándose en ese periodo que discurre entre la publicación del primer y segundo disco (1969-1970) y no yendo más allá del terreno estrictamente musical. Hay que destacar la profusión de material fotográfico inédito –respecto a los videos la mayoría están disponibles en internet–, con un montaje dinámico del que merece la pena disfrutar en pantalla grande.
Becoming Led Zeppelin es un buen trabajo de reconstrucción de ese periodo inicial –dentro de un clasicismo en el que no hay un ápice de riesgo– aunque deja fuera gran parte de su trayectoria musical y todo el aspecto que rodea a una banda concebida para triunfar a lo grande, que en el caso de Led Zeppelin es fundamental para conseguir un retrato completo de su legado.
Gentileza: Revista de cine Encadenados (España)
Título: Becoming Led Zeppelin: Los inicios. Título original: Becoming Led Zeppelin. Dirección: Bernard MacMahon.
Intervenciones de: John Paul Jones (bajo), Jimmy Page (guitarra), Robert Plant (voz líder), John Bonham (batería, material de archivo) y Peter Grant (manager, material de archivo). Fotografía: Vern Moen. Género: Documental, Música. Calificación: ATP. Duración: 122 minutos. Origen: Reino Unido/ EE.UU. Año de realización: 2025. Distribuidora: UIP – Sony. Fecha de estreno: 27/02/2025 (sólo en salas Imax).
Puntaje: 7 (siete)
