Por Omar Tubio
Con sólo un film en su haber (Suture, 1993), nunca estrenado entre nosotros, McGehee y Siegel nos entregan en esta ocasión un thriller precedido de buenos comentarios en el exterior. Ambientado en un hermoso paraje a orillas del lago Tahoe nos cuentan la historia de Margaret Hall (Tilda Swinton), una ocupadísima madre de tres hijos a cargo de una enorme casa, ya que su marido pasa largas temporadas trabajando en alta mar.
Tan ocupada y preocupada por sus tareas, Margaret no advierte a tiempo que su hijo mayor de 17 años anda en compañías “non sanctas”. Cuando lo descubre ya es tarde: Beau (Jonathan Tucker) está enredado sentimental y sexualmente con un personaje de la noche (Josh Lucas) que lo lleva por el mal camino. Decidida a intervenir encara al malviviente ocasionando posteriormente una discusión entre los amantes que desembocará en tragedia. Y aquí comienzan los verdaderos problemas para la buena de Margaret, ya que no sólo ocultará las pruebas que incriminen a su hijo, sino que enfrentará ella sola a quien aparece para chantajearla con cierto video comprometedor, terminando entonces envuelta en un torbellino de amenazas que podrá desestabilizar a toda su familia. Todo sin dejar de
atender sus quehaceres domésticos que no son pocos teniendo tres hijos a su cargo y un suegro octogenario.
Todo ello no estaría mal si la historia no tomara luego cierto rumbo que no la favorece, como por ejemplo la relación que se establece entre Margaret y Alek (Goran Visnjic), su primer chantajista, que termina por convertirse en su protector. Algo poco creíble y que debilita la historia desembocando en un absurdo desenlace que no develaremos para quien quiera aventurarse a ver el film.
En cuanto a la puesta en escena se advierte un deseo de prestar atención a los rostros de los protagonistas, ya que es frecuente el uso del primer plano tratando de acentuar si es posible las reacciones y las procesiones internas de los personajes.
La película se sostiene principalmente en la potente labor de Tilda Swinton (vista en Orlando y Ojos bien cerrados) en permanente tensión dramática -que tiene momentos realmente memorables (ver la reacción en su rostro cuando observa el video de su hijo en plena faena sexual)-, y en una cuidada fotografía que se ve realzada por la imponente localización, además de una adecuada banda sonora que acompaña la tensión del relato.
En resumen, una excelente actriz y un film con buenas intenciones pero con fallas en lo argumental que lo sumergen en la medianía total.
Título: El precio del silencio.
Título Original: The Deep End.
Dirección: Scott McGehee, David Siegel.
Intérpretes: Tilda Swinton, Goran Visnjic, Jonathan Tucker, Raymond J. Barry, Josh Lucas, Peter Donat y Holmes Osborne.
Género: Thriller, Drama.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 101 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2001.
Distribuidora: Fox.
Fecha de Estreno: 25/04/2002.
Puntaje: 5 (cinco)
