Por Omar Tubio
Aunque la ficha técnica del film nos informe que el guión está basado en una novela de Gene Brewer, sobre la base de varias charlas entre un psiquiatra y su paciente, quién dice ser un alienígena venido de un planeta llamado K-Pax, lo que primero que nos viene a la mente (por lo menos a los argentinos) por asociación y semejanza es la película de Eliseo Subiela Hombre mirando al sudeste. Y es que hay más de un parecido entre las historias de ambas y debemos recordar como precedente que dicho film se estrenó comercialmente hace varios años en los Estados Unidos. Es para sospechar.
Lo cierto es que de todas maneras y más allá de robos o plagios, la distancia que las separa es abismalmente proporcional a la manipulación desvergonzada que ejerce la que nos compete sobre el espectador, lo que deja mucho mejor parada y de manera más honesta a la obra de Subiela.
Por supuesto que Prot (Spacey), nuestro E.T. de turno, cae en una supermoderna clínica, muy lejos de los oscuros y húmedos pasillos de hospital bonaerense, y ni bien llegado empieza a desparramar sus discursos sacados de cualquier librito con influencias “new age” que desconciertan a cuanto medico y especialista se le cruce por el camino. Quien tome su
caso (Bridges) empezará a sumirse en un mar de dudas, que en un principio surgen como lógicas ante cualquier paciente, pero que con el correr de los días se irán profundizando hasta poner en tela de juicio su propia competitividad en el asunto.
A todo esto y como si fuera poco, Prot ejercerá sobre los demás internos un poder de seducción y de incidencia tal que se convertirá en una especie de Mesías, el cual ha sido enviado para elegir a uno de ellos y llevarlo a su planeta, para una vida mejor. Sus conocimientos sobre astronomía son profundos y hasta increíbles para cualquier experto en el tema, su manera de comer resulta por lo menos extravagante y singular y la facultad de desaparecer a su antojo, burlando a todo un cuerpo medico y a toda la vigilancia de un edificio de ultima generación resultan cuando menos curiosa. ¿Será un extraterrestre?
Es esto lo que se preguntan todos y fundamentalmente su psiquiatra y nosotros mismos como espectadores que para estas alturas estamos para la internación.
Kevin Spacey despliega todo su arsenal de tics para componer a su alienado/alienígena justamente frente a un Jeff Bridges que sabe y mucho de todo esto gracias a la inolvidable Starman (1984) en donde encarnaba a un extraterrestre de verdad. En este caso le toca ser su antagonista, el psiquiatra que se autoanaliza para tratar de comprender a su desquiciado paciente, logrando una sobria y creíble actuación.
En resumidas cuentas, tramposa y ambigua como pocas y de una puerilidad que asombra a la hora de convencernos de que lo que acabamos de ver habría que tomárselo seriamente.
Título: K-Pax.
Título Original: Idem.
Dirección: Iain Softley.
Intérpretes: Kevin Spacey, Jeff Bridges, Alfre Woodard, Mary McCormack, David Patrick Kelly, Saul Williams, Peter Gerety, Celia Weston, Brian Howe, Conchata Ferrell y Ajay Naidu.
Género: Drama.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 120 minutos.
Origen: EE.UU./ Alemania.
Año de realización: 2001.
Distribuidora: UIP.
Fecha de Estreno: 09/05/2002.
Puntaje: 4 (cuatro)
