Por Sergio Dobosz
El director Joel Schumacher, responsable de Tigerland, 8MM, Batman Forever y la futura El Fantasma de la Ópera, nos ofrece este film de drama y violencia -de tan sólo una hora y 20 minutos de duración- cuyo estreno fuera suspendido el 15 de noviembre del año pasado por cierta similitud con la realidad: en esa misma fecha dos francotiradores, John Lee Malvo, de 17 años de edad, y John Allen Muhammad, de 42, cometieron al menos 20 tiroteos dando muerte a 13 personas en Alabama, Georgia, Louisiana, Maryland, Virginia y Washington, D.C.
En el papel principal se encuentra a Colin Farrell (Stu Shepard), quien poco a poco va ganando terreno en Hollywood con películas como El Discípulo y Daredevil, interpretando en este caso a un publicista al que una llamada telefónica le cambiará la vida. Stu (Farrell) no es lo que uno llamaría un príncipe entre los hombres; casado con Kelly (Radha Mitchell) pero a su vez interesado en concretar una relación extramatrimonial con Pam (Katie Holmes), no repara -ni al momento de negociar, ni nunca- en pecar con su falta de sinceridad.
Helo aquí concretando sus negocios, celular en mano, a velocidad estrepitosa mientras camina por las calles de Nueva York; pero claro, su decisión de comunicarse con su affaire y su necesidad de no registrar la llamada, hace que tenga que utilizar necesariamente una cabina telefónica. Coincidente con el hecho, un llamador espeluznante (que suena como
una cruza entre Hal 9000 y Hannibal Lecter) localizado con su rifle detrás de uno de las centenares de ventanas con vista a la cabina de teléfono, aparece en el otro extremo de la línea; si Stu cuelga o no sigue sus órdenes, se convertirá en blanco mortal.
Enlace Mortal no es un alegato social sobre violencia. Schumacher pone en juego cierta velocidad dentro del film y utiliza un collage caótico de charla y multi-pantallas desde el teléfono de Stu con sus mujeres, para demostrar la desconexión y el aislamiento causados por nuestro uso rabioso de la tecnología de la telecomunicación. Somos más accesibles que siempre, pero nunca hemos vivido de manera más confusa; Stu representa el fiel reflejo de esta situación, y Farrell es el individuo pulido, rápido que habla perfecto con sus “victimas”. El personaje pone constantemente una vuelta en cada situación creyendo fervientemente en lo que él está diciendo, prestando credibilidad en sus propuestas.
Mirarlo retorcerse, sudar y gritar en su desesperación dentro de la cabina de teléfono se convierte en algo digno de destacar. Todo funciona bien cuando la acción es enérgica; no así en los momentos más estáticos; teniendo en cuenta la duración, se presenta cierto aburrimiento en el desarrollo considerando el reducido tiempo establecido en contar esta historia. El segundo defecto principal apunta directamente a la definición final del personaje: Stu realmente no es del todo malo; al fin y al cabo, no posee la repugnancia suficiente como para ser juzgado por el francotirador, éste último convertido más en un moralizador que en vengador. Estos problemas convierten a Enlace mortal en un film superficialmente bueno.
Título: Enlace mortal.
Título Original: Phone booth.
Dirección: Joel Schumacher.
Intérpretes: Colin Farrell, Kiefer Sutherland, Forest Whitaker, Katie Holmes, Radha Mitchell, Paula Jai Parker, Richard T. Jones, Tia Texada, Julio Oscar Mechoso, John Enos III.
Género: Thriller.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 81 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2002.
Distribuidora: Fox.
Fecha de Estreno: 12/06/2003.
Puntaje: 6 (seis)
